Louis tardó más de cinco minutos en procesar aquello último que el menor le había dicho. Harry no había mostrado emociones al confesarlo, más bien, se veía ido momentáneamente; Louis no se había preocupado por preguntar dos veces, ni siquiera llegó a su mente un posible error, él prefería calmar la rabia e impotencia que sentía dentro de él.
¿Cómo era posible?
Él sabía que los niños son indefensos, son inocentes y frágiles. Louis sabía que necesitaban amor, cuidados y cariños, ellos no necesitaban personas horribles queriendo hacer cosas horribles con ellos. Louis se sintió culpable sin saber por qué.
Harry no lo miraba, no se atrevía a hacerlo. Él sentía vergüenza de sí mismo, él se sentía perdido. Cuando Harry aún asistía a clases, él escuchaba como los profesores hablaban acerca de todo lo que hoy en día le pasa; hablaban sobre los abusos, pobreza, maltrato físico y demás. Después de mucho tiempo se sintió identificado, dándose cuenta que todo lo que la escuela decía era verdad.
Harry aún recordaba las sucias palabras de Michael la primera vez que le hizo daño.
Cuando eso pasó, Harry tenía 12 años.
El reloj marcaba ya la 01:00 a.m Era la madrugada de un domingo de diciembre y Harry dormía plácidamente en su cama, sintiendo el frío invernal colándose por su cobija de automóviles.
La puerta de la habitación del menor se había abierto, cuidando de no hacer ruido para no llamar la atención de la habitación de al lado, que era donde Gemma, la hermana mayor, dormía plácidamente. Se debía tener cuidado, pues joven tenía el sueño bastante ligero.
El hombre sopesó muchas veces lo que haría. Lo planeó mentalmente cada noche antes de dormir. Qué haría, cuándo lo haría y cómo lo haría.
Por su cabeza enferma pasaron pensamientos de arrepentimiento, sin embargo, cada mañana que veía al menor recién levantado, con su cabello rizada revuelto, las mejillas y ojos hinchados debido a que se encontraba aún adormilado y los labios ligeramente más rojos de lo normal debido a esa mala manía que tenía el menor de mordisquear sus labios.
Sin embargo, su mente enferma se negó a que se le arrebatara la oportunidad de poseer ese pequeño cuerpo pálido.
Michael había entrado a la habitación sin hacer ruido, y cuidadosamente cerró la puerta detrás de sí. Se quedó ahí unos minutos, contemplando al pequeño niño que dormía plácidamente en su cama. Se acercó silenciosamente y le dedicó una sonrisa maliciosa al inocente niño, se sentó al borde de la cama y con las yemas de sus dedos rozó suavemente las piernas del niño por encima de las cobijas.
Se aseguró que el pequeño no se moviera ante el toque repentino y una vez seguro, vagó su mano por debajo de la cobija; el frío viento entrando por la ventana y husmeando por debajo de la cobija del menor donde chocó con la piel expuesta, al sentirlo, Harry tembló.
La gran mano de Michael logró tocar su pierna, él la acarició un par de veces antes de que Harry despertara por completo al sentir el extraño e incómodo tacto desconocido; el menor se sobresaltó y rápidamente encogió su pierna, completamente aturdido al ver a su tío sentado al borde de la cama, su mano aún vagando por debajo de las cobijas, Harry tembló con miedo, estuvo a punto de gritar cuando Michael negó con la cabeza y susurró una amenaza que dejó más que horrorizado al menor, dejándolo bajo su merced.
El hombre más grande se burló, disfrutando de su triunfo.
"¿Por qué no empiezas por quitarte ese pantalón de pijama? Podría ser un buen comienzo" Michael aconsejó con simpleza. Harry lo miró con horror, estaba conteniendo sus lágrimas.
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My best gift was to find you. | LARRY.
FanfictionUn día, después de salir de la Universidad y sentir el aire chocando contra su rostro... Louis lo ve por primera vez y siente que no debe dejarlo ir jamás. ¡Hola! Muchos años sin revisar las atrocidades que escribí en mi adolescencia y el cringe que...