Los golpes de la puerta sonaron fuertemente provocando un eco en mi cabeza. Todo se sentía tan lejano, sin sufrimientos, se sentía tan bien. Me pesaban los ojos y mi cuerpo estaba adormecido, mis ganas de levantarme a ver quién era no eran suficientes así que me quede acostada ignorando el llamado.
Nuevos golpes se hicieron presentes despertándome completamente. Mi vista se nubló por unos segundos, al recuperarme observé con detalle la estancia en donde me encontraba. Las paredes eran de color beige, cuadros colgaban de ella dándole un toque tranquilo y casual. Había un pequeño televisor que dudo que funciones y un armario no más grande que yo.
Los toques de la puerta volvieron con más intensidad causando que mi sistema reacciones y me levante a ver quién era el causante de tal estruendo
Oh no, el no por favor.
Mi cuerpo se estremeció y sentía como cada vello de mi piel se erizaba. Podría jurar que estaba por entrar en un colapso nervioso. Trate de recuperar el aire, di un fuerte suspiro y fregué mis manos sudadas con mi muslo desnudo. Hasta ahora me doy cuenta que me encontraba con una simple camisa puesta y mis bragas, nada más que eso.
Miro a mi alrededor buscando alguna alternativa o excusa, pero lamentablemente mi resultado fue nulo. Me rindo.
No tienes salida, enfréntalo cobarde.
Dejo de lado mis pensamientos y abro cuidadosamente la puerta, dándole la bienvenida a un hombre totalmente furioso.
-Ethan-hablé con una voz poco audible mirando hacia el suelo.
-¿Se puede saber por qué mierda te encuentras en un- maldito hotel Emily Thompson?- su ceño se encontraba totalmente fruncido, sus ojos cafés se oscurecieron varios tonos mostrándome su enojo. Sus nudillos estaban poniéndose blancos como el papel -¡RESPONDEME EMILY!
-¿Cómo supiste donde estaba? - Mi voz cada vez se volvía menos audible, el miedo y la tristeza se apoderaron de ella.
-No es lo que pregunté- bramó clavando su mirada en la mía, demostrando el enojo y decepción ellos-¿Por qué estás aquí en una habitación y con tan solo una camisa? ¿eh?
-yo...yo...- No terminé de hablar ya que Ethan entró hecho una furia a la habitación en busca de algún indicio o pista.
No, no, no y no
-¿TE HAS ACOSTADO CON ALGUIÉN CIERTO? - Era definitivo, si fuera hombre el ya me hubiera dado un buen puñetazo, y sí que me lo merecía.
Mi vista se comenzó a nublar debido a las lágrimas que se acumulaban en mis ojos involuntariamente. Otra vez mostrándome débil.
-¡Desde que él murió no has dejado de salir en fiesta en fiesta, tratando de olvidar! ¡No quieres terminar igual que él! ¿O sí? - Sus palabras hacen eco en mi mente, evito su mirada decepcionada, no lo puedo soportar- no tienes por qué hacerlo, sé que te dolió su ida, pero debes superarlo y comenzar de cero.
-¡Pero no puedo Ethan! ¡Él se fue, me dejó! Y todo por acostarse con esa puta de tercera- lloriqueé tirándome al piso-Ni yo sé porque hago esto.
Sentí unos cálidos brazos rodearme, sabía que él se sentía mal por hacerme llorar. No debe ser así
-Vamos cariño, necesitas asearte y descansar, hablaremos de esto y llegaremos a una solución- su aliento fresco chocó contra mi oreja causando un escalofrío en mi cuerpo.
-¿Sabes? -le susurré -Eres el mejor amigo del mundo.
Realmente el no debería andar atrás mío salvándome, no lo merezco.
-Lo sé Emy, por eso mismo te ayudaré, pero esta vez funcionará-Besó mi coronilla dándome seguridad. Nos levantamos busqué mis cosas y fuimos a su auto abrazados.
MI mirada se encontraba perdida al igual que la suya, los dos encimados en sus pensamientos. El calor llegó a mi cuerpo al agarrar la taza con chocolate caliente. La voz de Ethan interrumpió mis pensamientos.
-Emily, he estado pensando y todo lo que hemos vivido lo debemos olvidar-Esbozó una hermosa sonrisa que no llegó a sus ojos- Quiero que tú estes bien, quiero volver a ver esa linda chica sonriente
Negué la cabeza varias veces y dije
-Es imposible que eso paso, no cuando perdí a la única persona de mi misma sangre que me apoyó en todas- volví a mirar a otro lado tratando de ahuyentar mis recuerdos
-Es difícil esto y te entiendo más que a nada- Obvio que me entiende... si el mismo vio morir a su madre de un ataque cardiaco.
Me miró y volvió a hablar
-Pero por esa misma razón quiero que demos un vuelco, un giro de 360°-Sonrió mostrando sus perfectos dientes
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a mudarnos juntos a otro lado, a comenzar de nuevo linda- Sabía que él estaba rogando en su interior que yo aceptara- te prometo que no más dolor, no más despertares con desconocidos, no más penas... ¿qué dices?
Me lo pensé, no quería dejar mi único recuerdo aquí, no quería abandonarlo. Pero debía seguir y ser alguien más, borrar cada asqueroso recuerdo de mi siendo una... una cualquiera.
Su mirada buscaba la mía tratando de descifrar mi respuesta. Me acerqué a él y hablé.
-¿No más dolor?
-No más dolor.
Tal vez, solo tal vez merecía un nuevo comienzo y enterrar malos momentos.
-¿Y ya tiene pensado todo? -pregunte con curiosidad
-¡Claro! Pensé que sería bueno ir a Seattle, es un bonito lugar para vivir
Solo asentí y volví a mirar a la nada.
No sé porque... Pero presiento que este cambio va a terminar de destruirme, dejándome caer a un vació lleno de agonía.
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Hola! Gracias por leer
Espero que les haya gustado el capitulo.
Besos xx
