La Flor Que Renació

Parque

Estuve en el parque, al igual que tú.

Ví como el perro de un chico jugueteó contigo.

Te veías muy feliz.

Se notaba que te gustaban mucho los perros.

Apoyaste tu cabeza sobre tu mochila, y abriste una copia impresa de tu libro favorito.

Lo sé, porque siempre te veo releyendolo, una y otra vez, en la cafetería.

"El Ruiseñor y La Rosa"

Es mi favorito también.

No porque es tu favorito.

Eso sería inadecuado.

Porque mi madre me lo leía cuando tenía cinco años.

A ella le encantaba ese libro.

Todo el mundo le decía que no me leyera esas historias, ya que, "un niño como yo" no lo entendería.

Pero ella, aún así, me lo leía.

Quería que yo aprendiera que "No todas las personas que aman, son amadas". Que; "A veces, los sacrificios a los que nos sometemos son inútiles, pero que al fin del día todo deja una enseñanza"

Y porque sabía que, algún día, lo entendería.

Y tenía razón.

A ella le habría encantado conocerte.

Diría que eres hermosa, y tendría razón.

Diría que tienes una gran vida por delante, y tendría razón.

Diría que allí afuera, en el mundo exterior, hay alguien que te ama con toda su vida.

Y, como siempre, tendría razón.

Podrías leer ese libro una y otra vez, y sé que no te aburrirías.

La misma manera, en la que yo podria amarte una y otra vez, y no me aburriría.

~Carta enviada~