Capitulo 1

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Líquido.

Frío.

Agua.

-¡Jack! - mi hermano sale corriendo de mi cama en busca de ayuda por parte mi mamá -¡Ven aquí, aborto de mono!

-Andra, no molestes a tu hermano, - entra mi madre al mi cuarto con Jack detrás de ella sacándome la lengua, que maduro - Es menor que tu - me recuerda mi querida madre con mirada divertida.

- ¡Él me mojó con agua fría! - grite señalando mi cuerpo cubierto por mi pijama toda mojada.

- No importa, es tu hermano menor - dijo entrando completamente a mi habitación; Típico, tus padres justifican al menor haga lo que haga - Bueno dejando eso atrás - su mirada se torna más seria -Andra, hay algo que te quiero decir - asentí para que continuara - como has estado estudiando en casa, queremos, tu papá y yo, que acabes el instituto en uno de verdad, por eso en 3 días empiezas tu último año de estudio... en un instituto de verdad - dijo mi madre y yo quede en shock.

¿Qué le pasa? Toda mi vida he estado acostumbrada a recibir clases en mi casa, solo me falta un año, solo un año para acabar con esto y ahora les da el capricho de mandarme a un "Instituto de verdad" que estupidez por Dios.

- ¿En serio? - pregunte aun con un poco de esperanza de que me dijera que era solo una estúpida broma, pero no fue así, cierro fuertemente mis ojos y dejo salir un largo y pesado suspiro - Si no queda de otra...

Mi madre al ver mi cara de irritación coloca su mano en mi hombro y lo masajea dándome apoyo - Tranquila hija, todo va a ser igual que siempre, excepto que ahora estudiaras fuera de casa - dijo con una sonrisa.

- Okey, ahora sal que voy a organizar - digo de mala manera al ver mi habitación. Mi madre asiente y sale de la habitación cerrando la puerta detrás de ella.

A ver les cuento un poco sobre mí, me llamo Andra Smith Black, 17 años, tengo un hermano pequeño el cual ya conocen, Jack Smith Black, mi madre Lucía Smith y mi padre John Black, se preguntarán ¿Por qué tienes primero el apellido de tu madre y no el de tu padre? Sencillo porque mi madre lo prefirió así, ya que ella es la mafiosa más grande del mundo, o así es considerada, mi familia materna es toda una familia mafiosa, grande, rica, poderosa y lo mejor puedes hacer lo que quieras sin tener que pensar en saldar cuentas con la policía.

Mi aspecto físico, mido 1,68 centímetros, mi cabello es de color morado en degrade y tengo buen cuerpo gracias a los entrenamientos a la que soy sometida desde mis 15 años.

No soy para nada cariñosa, con nadie, simplemente soy así, por naturaleza o por el pasado que llevo conmigo, llámenlo como quieran.

No soy una persona para nada social, no me interesa y no tengo tiempo para serlo, quitando el hecho de que mi actitud no ayuda mucho tampoco.

Volviendo a la realidad, me dispongo a comenzar a arreglar mi habitación para luego entrar a mi hermoso baño para tomar una corta pero relajante ducha, el agua hace contacto con mi piel relajándola de inmediato, esto es relajante.

Una vez ya vestida, arreglada y maquillada bajo lentamente los escalones que me llevan al primer piso

- Hija baja a desayunar - llama mi madre desde la cocina, no me ha escuchado bajar las escaleras.

Me acerco lentamente hasta que quedo a su lado y le susurro en su oído- Ya estoy aquí.

Mi madre grita instantáneamente y yo me echO a reír - ¡Andra! No vuelvas a hacer eso - dice señalándome con un cuchillo que tenía en la mano.

- Okey, Okey - subo las manos en forma de rendición - Mamá ¿Hay algún trabajo? - pregunte.

- Mañana a las 8 de la noche llega una carga, tienes que ir a recogerla, pero recuerda el procedimiento - Me dice seria.

- Yo soy una empleada más de "La Patrona" si, si, claro como el agua, mañana a las 7:30 salgo - digo.

A mí madre nunca le ha gustado que los demás mafiosos sepan de su familia, por eso los demás piensan que mi madre solo tiene un esposo y no 2 hijos, así que por eso me hace pasar por empleada.

- Andra - me llama mamá desde la cocina - se me olvidaba, en el instituto tienes que actuar como una persona normal, nada de meterte en problemas, no llames mucho la atención, pero, tampoco te dejes humillar ¿Bien? - dice mi madre señalándome nuevamente con el cuchillo.

¿Qué madre en su sano juicio señala a su hija con cuchillo mientras le dice que no se deje humillar?

¡La mía!

- Bien, nada de llamar la atención, pero no me voy a ir caminado, me llevo mi auto, llamara menos la atención que una moto - dije para tomar una manzana y salir de la cocina.

Subo a mi habitación para tomar las llaves del auto, el arma que me obligan a llevar siempre y salgo de mi casa.

Mi destino es el Centro Comercial que queda cerca a mi casa para ver que comprare para mi esperado y anhelado regreso a clases.

¡Yuju!

Mala idea.

Muy mala idea.

FlashBack

Estamos todos en casa en una "tranquila" tarde familiar, que bobada; mi hermosa y pequeña hermana menor se acerca a mi con sus ojitos apagados, han perdido su brillo a tan poca edad y eso e destruye mi corazón.

No se merecía eso.

- Andra ¿Salimos un rato?

- Claro princesa, vamos - digo tomándola de la mano y saliendo de casa para subirnos al auto.

Conduzco hasta un centro comercial cerca de casa para ir a tomar un helado y a comprar ropa, es lo único que puedo hacer para que Lana disfrute un poco de sus días.

- Mira, ahí - dice Lana, señalando una tienda de ropa para niños.

- Vamos - entramos tomadas de las manos, compramos varias osas para ella y luego vamos a tomar helado.

Nos pasamos toda la tarde ahí y luego nos dirigimos al sitio de parqueo para irnos a casa.

Fin FlashBack

Claro, Lana jamás llegó a casa nuevamente.

Después de salir de ese pequeño trance me dirijo a una tienda donde venden de todo tipo de ropa y una gran variedad de precios.

¿Qué comprar para no llamar la atención en un instituto de niños ricos y mimados?

Salí después de unas 3 horas, más o menos, con mucha ropa, me dirigí a buscar mi auto y salí de ahí para irme a mi casa; cuando llegue a mi casa no había nadie en el primer piso, me fui a mi habitación y me acosté a dormir.

The Mafia PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora