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Capítulo 1


             Despierto pensando en la horrible pesadilla que acabo de tener, ese estúpido sueño en el que Harry muere. Mi cuerpo sale de la cama y al acercarme a mi espejo noto lo inflamados que están mis ojos. El rímel seco está escurrido por mis mejillas. Bajo la mirada y noto que llevo la misma ropa que en mi sueño. Los cables de mi cerebro se unen y como si de un choque eléctrico se tratara golpean mi corazón con violencia.

Mis rodillas golpean contra el suelo. De nuevo el dolor punzante se forma en mi pecho y un nudo de grandes magnitudes se posiciona en la parte alta de mi estomago. Presiono mi cavidad torácica con fuerza mientras siento como mi respiración se hace pesada, no logro inhalar el aire que necesito. Escucho mis sollozos, los siento lejanos y me es difícil controlarlos. Inmediatamente las lágrimas abren su camino y siento como caen sobre el pantalón que cubre mis muslos, pero no logro detenerlas. La puerta de la habitación se abre, estoy de espaldas y no logro ver quien entra. Sin embargo, por simple lógica sé que es mamá.

—Clare —dice una voz femenina desde el dintel de la puerta. Fuera logro escuchar los reclamos furibundos de Abraham, el molesto esposo de mamá — ¿Linda? —murmura de nuevo. Trato de responder, quiero decirle que estoy bien, pero es imposible, mi boca se niega a dejar escapar por lo menos un susurro. No escucha respuesta y corre a mi lado.

Lo que ve debe espantarla puesto que se arroja a mi lado. Pese a que esta imagen la ha visto miles de veces, desde que tengo conciencia, siempre logra sorprenderse y correr a mis brazos —. Respira —ordena. Trato de hacerlo pero no lo consigo. Mis ojos pesan y no logro mantenerlos abiertos —, vamos hija, inhala, exhala —comenta mientras hace una mímica que yo trato de imitar. Poco a poco siento el oxigeno llenar mis pulmones, mi cerebro parece funcionar con normalidad y el temblor de mi cuerpo está disminuyendo— ¿Estás bien? —pregunta nerviosa.

—Sí —respondo. Me levanto del suelo y tiendo mi mano para que ella se incorpore. Mi cabeza palpita por la falta de irrigación sanguínea que he experimentado. Estoy mareada, pero no le dejo notarlo —. Iré a tomar un baño. Se hace tarde para ir al instituto. Tú deberías ir a servirle algo de comida a Abraham antes de que venga a destrozar mi puerta.

—Amor —dice dudosa — ¿Recuerdas que día es?

Mi mundo se paraliza por un par de segundos, la manga del suéter que sostengo entre mis dedos no es suficiente para sostenerme en este instante. Todo en mi interior es una maraña de extrañas imágenes, palabras y sentimiento. Sin embargo, con lo que ella dice mi cerebro hace clic y es entonces cuando sus palabras queman, al evocar el recuerdo. Hoy no es un lunes normal, hoy es el día de la sepultura de Harry. El pensar en eso me quiebra por dentro y es que de su muerte no ha pasado más de una semana, una de las peores semanas que he podido vivir.

El recuerdo latente de ver su cuerpo inerte cayendo al suelo, cubierto en sangre. Sus ojos apagándose. Su último aliento escapando de sus labios aún me persigue y hace que mi anatomía entre en las peores crisis de ansiedad.

Por lógica no estoy invitada a su entierro de la misma forma que no lo estaba a su velorio, salvo que esta vez no pienso colarme.

Una mano se posa en mi hombro. Salto como reflejo, me encuentro con los ojos preocupados de mi madre.

—No podría olvidarlo —Digo caminando a su lado y regresando a la cama. Le doy la espalda y ella entiende que quiero estar sola. No le cuesta mucho trabajo irse y dejarlo estar. He llegado a pensar en que es experta en ignorar las cosas con las que no puede tratar.

Dark Green |Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora