VI: Secretos

4.8K 722 180
                                    


Luego de ese lamentable episodio con Chanyeol, habían pasado casi dos meses completos.

La navidad había sido tranquila. Como me encontraba enfermo e incapacitado para salir de casa, mis padres y mi hermano mayor decidieron trasladar toda la cena a mi apartamento y junto con Irene, quien tenía a sus padres en China, pasamos una velada tranquila y divertida entre los comentarios salidos de mi mejor amiga y mi hermano.
Que por cierto, se habían estado haciendo ojitos toda la noche.
Asqueroso.

Para año nuevo yo ya estaba en perfecto estado y decidimos juntarnos todos y festejarlo juntos. Mi hermano incluido ahí, pegado a la mano de Irene.

Eran una pareja bastante peculiar, pero tenían química y no me molestaba en absoluto. Excepto cuando Irene me hacía comentarios totalmente innecesarios sobre mi hermano y su intimidad.

Me encontraba acomodando la sección de chocolates y dulces junto con Sehun. Hoy era 13 de febrero, faltaba un día para San Valentín y teníamos que tener la góndola de dulces perfectamente acomodada antes de que las puertas del supermecado se abran y los enamorados liquiden con todo lo que teníamos.

Me amargaba tener que ver tantos chocolates llenos de palabras de amor, porque me recordaban cierto gigante encantador y eso me entristecía de sobre manera.

—Estás muy callado últimamente.

—¿Umm? Oh, es que... anoche no dormí muy bien —Le respondí tratando de evadir el tema, pero ya conocía a Sehun y hasta que no le diga todo no se iba a quedar callado.

—Ya dime qué fue lo que pasó, Baek. Estás así desde ese día que te encontré resfriado, enfiebrado y delirando en tu casa.

—No quiero hablar de eso.

—Soy tu maldito mejor amigo y han pasado casi dos meses de verte lamentándote por la vida, encerrándote en tu casa y sólo saliendo para venir al trabajo. —Dejé lo que estaba haciendo para observar los rasgos preocupados en el rostro de Sehun. Me apené porque realmente estaba preocupado por mí y yo me rehusaba a contarle lo que me ocurría.— Ni siquiera usas tu celular, ha estado guardado en tu cajón, apagado desde hace un mes. Baek ¿qué ocurre?

—Chanyeol me dejó plantado. —El rostro de Sehun cambió por completo a una mueca de total sorpresa e incredulidad.

—Disculpa ¿quién?

—Chanyeol, el chico con el que hablaba ¿recuerdas? —Sus ojos se dirigieron al piso y frunció el ceño un poco antes de volverlos a mí.

—Sí, recuerdo. Solo es que... Nunca habías dicho su nombre, me descoloqué por un segundo.

—Bueno, eso pasó. Listo.

—No, no, no. —Intenté agarrar las cajas vacías de chocolates para llevarlas a la basura, pero Sehun me agarró abrúptamente del brazo, tirándome hacia los vestidores. Yo me dejé hacer, sabiendo que no se tranquilizaría hasta que no le contara lo que pasó con detalle. —Ahora me cuentas todo. Pero TODO.

Un suspiro entrecortado me salió de la garganta y me froté los ojos, tratando de apaciguar el agujero negro que se me había formado con los días.

—Bien... Yo sólo seguí tu consejo y le di ese... "Ultimátum". Le dije que lo esperaba en el Río Han justo el día siguiente a la tomada en mi departamento. Fui, lo esperé por horas y nunca llegó. Y simplemente se excusó por mensajes diciendo que "no podía" y sin explicar nada más. No volvimos a hablar después de eso.

Un silencio sepulcral se instaló en los vestidores y volví a frotarme los ojos. Al parecer esa era una herida que iba a tardar mucho en cerrarse porque no podía pensar en ello sin que los ojos se me llenen de lágrimas.

Without Words [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora