Orgullo

33 4 1
                                        

Intentamos ver la luna sin ver antes las estrellas.
Intentamos encontrar la salida sin antes encontrar la entrada.
Intentamos llorar sin antes sonreír.
Intentamos amar sin antes querer.
Intentamos una y otra vez, con la vista fijada en el futuro sin tener en cuenta antes el presente o el pasado.
Intentamos todo antes de observar, antes de aprender, antes de darnos cuenta lo que estamos haciendo.
Saltamos al vacío sin antes atar una cuerda a un árbol.
Volamos antes de darnos cuenta de que no tenemos alas.
Confiamos antes de desconfiar.
Oímos antes de escuchar.
Miramos antes de observar.
Creemos que cuanto antes fijemos nuestro plan menos probabilidades habrá de que fracasemos.
Tenemos todo planeado, fijado y asegurado antes de dar el primer paso, antes de tener en cuenta a los demás, antes de fijarnos en las condiciones, en las probabilidades y en las posibles casualidades.
Por mucho que tengamos todo fijado, seguimos construyendo castillos en el aire, pensando que absolutamente todo saldrá como lo hemos previsto.
Creemos que el humano es perfecto, pero es el único animal que tropieza con la misma piedra dos, tres, infinitas veces. Y esto es debido a una cosa, una palabra que consideramos perfecta, algo que consideramos indispensable, lo que nos impide fijarnos en nuestros errores, y eso es, si no lo has adivinado, el orgullo.
Somos seres orgullosos por naturaleza, antes preferimos morir que hacer algo que perjudique nuestro valeroso orgullo, y lo creas o no, es lo único que muchas veces nos impide alcanzar nuestro sueño.
El orgullo visto así puede parecer malo, pero muchas veces nos salva de cometer errores garrafales, porque el orgullo es algo con lo que nacemos, con lo que morimos, es algo simplemente imposible de perder, es algo que todos poseemos, desde el más rico hasta el más pobre.
Es cierto que algunos tienen más que  otros, pero todos lo tienen, forma parte de nuestro ser y no hay manera de quitárselo.
Así que de ahora en adelante, antes de fijarte en tu orgullo y planificarlo todo, inyéctate una dosis de humildad.

HipocresíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora