Era el verano del 2010, y yo estaba corriendo como desquiciada por el aeropuerto de Frankfurt, ¿Yo que iba a saber que se necesitaba traer documentos que demostraran la autorización de mis padres? Era menor de edad, pero ¿una carta firmada no era suficente? Puta madre, maldito guardia, policía o lo que sea. Faltaban menos de diez minutos para que saliera el vuelo a Nüremberg y ni si quiera sabía donde estaba la maldita puerta. No tenía tiempo de disfrutar de las tiendas comerciales convencionales del aeropuerto o comprar un recuerdito porque no sabía donde estaba y mucho menos a donde debía de ir. ¡Maldito guardia!, si me hubiera dejado pasar sin tanto problema tan si quiera hubiera tenido el tiempo de perderme y la calma de encontrarme.
Por milagro divino por gracias a la santísima virgen, como diría mi abuela, encontré el camino, llegué sudada, cansada y agotada, me atendió un chico guapo, le mostré mi boleto y me dijo en ingles con un acento alemán muy picaro lo siguiente "Oh, sorry, the plane already took off (perdón, pero el avión ya despegó)". Lo miré derrotada y caí en el suelo. Se asustó un poco, creo que no todas las personas a las que atiende se dejan caer a cuerpo completo en la alfombra.
- Miss, you can go to this place and they will help you (Señorita, puede ir a esté lugar y le ayudarán)
Me dijo sonriendo, alcé mi cabeza y me levanté, me acerque a él y me enseñó un mapa, él había encerrado con un círculo a donde tenía que ir y tachó el lugar en el que me encontraba.
-¡Eres un angél, Gracias!- Le contesté en español , agarré el mapa y salí corriendo, creo que de nuevo lo asusté un poco, verán no soy normal en ningún sentido, pero cuando tengo prisa o algún problema soy una loca desesperada que solo piensa en llegar a tiempo y arreglar el problema de cualquier forma posible, así que si, se pueden imaginar a una chica de 17 años corriendo a toda velocidad de forma ridícula por el aeropuerto con una mochila enorme en su espalda, cabe agregar que después de un viaje de doce horas por el atlantíco nadie en su sano juicio y con el tiempo encima se vería "decente".
Llegué de forma más rápida y sencilla al lugar al me habian indicado, y como mi suerte en ese momento estaba tan negra como la chaqueta que llevaba puesta, él lugar estaba cerrado. Tomé mi celular y lo prendí mi padre me habia dicho que inmediatamente mi celular agarría la señal y que podría comunicarme con ellos si pasaba algo de camino al campamento, como era de esperarse, no tenia señal, y tampoco internet. Esta vez estaba sentada en una silla y coloqué mi cabeza en mis manos, estaba agotada tanto mental como físicamente, ¡No podía avisarle a mi familia que perdí mi vuelo o al campamento que no llegaría en el vuelo de las 4:30 pm!. Empecé a reirme de mi misma, solo quedaba pedir ayuda. ¿Han escuchado el dicho que dice "Preguntando se llega a Roma"? Pues soy muy fiel a ese dicho
Volteé a mi espalda y lo ví, le había echado el ojo durante toda mi travesía, y decidí que sería buena idea preguntarle a él, se veía como de mi edad y era muy guapo. A ese punto no tenía nada que perder y lo peor que me podía pasar era dormir en el aeropuerto.
- Excuse me (Disculpa)- Le dije, él volteó y me impresionaron sus ojos de azul intenso -Do you know how the internet work? (¿Sabes como funciona el internet?)
-No, sorry (No, perdón)
-The thing is that I'm from México and I missed my flight so...-
-Ah, entonces en español - Me interrumpió y lo miré
-¿Porqué hablas español?- Fue lo primero que se me ocurrió decir, ni si quiera un ¡Gracias por ayudarme! o ¿Como te llamas? no, fue un ¡¿PORQUÉ HABLAS ESPAÑOL?!, ¡Eso no era de tu incumbencia Alejandra!
-Viví en colombia por ocho años.
-Órale- No sé si era el cansanció o a estaba teniendo signos de un parálisis cerebral, pero realmente no me importo mucho, dudaba que él y yo nos fueramos a volver a encontrar (que equivocada estaba).
-¿Entonces perdiste tu vuelo?-
-Si, me dijeron que fuera a un lugar, pero fui y estaba cerrado- Él miró el reloj y después me vió - Ven, sígueme-
Soy la persona más confianzuda del mundo, si estoy en problemas y un desconocido me dice "Ven, yo te ayudo" lo dejo ayudarme, sin sospechar que tal vez me pudieran quitar los órganos en la esquina y verderlos en el mercado negro. Obviamente él no planeaba quitarme los órganos, no que yo supiera. Empezamos a caminar, me contó que tenía la misma edad que yo, que llegaba de Los ángeles y que se dirigía a Munich, al parecer habia vivido en Bogotá por el trabajo de su padré y aprendió español perfectamente. Después él me preguntó lo mismo, de donde era y a donde iba, le dije que era de Guadalajara y que iba a un campamento internacional en Nüremberg, mis amigas y yo nos habiamos ganado una beca y fui la única que se ánimo a irse, tambien le conté que había perdido el vuelo porque el de la aduana se tardó más de media hora en dejarme pasar. Rió un poco.
Puse atención en el camino para que no se me olvidara como regresar, cuando llegamos a las puertas de seguridad, fue curioso porque ibamos en sentido contrario a las filas, yo no escuché que una señora me había dado una indicación, y seguí camiando. Sólo había dado dos pasos cuando me gritó y me paré en seco, me intimido demasiado e hice una cara de perrito regañado.
-Tranquila no está enojada, así somos los alemanes- Lo miré y los dos nos reímos. Pasamos las puertas de seguridad después de unos minutos.
-¿Cómo te llamas?- Le pregunté.
-Patrick ¿Y tú?
-Alejandra-
Caminamos un poquito más después subimos unas escaleras electricas, reconocí los colores de la aerolinea donde habia comprado los boletos y debajo decía "Servicio a clientes". Nada que ver a al lugar a donde me habian mandado. Habia todo tipo de personas hablando todo tipo de idiomas.
-Diles que pasó y ellos te ayudarán-
-Muchísimas gracias-
Como todos los empleados estaban ocupados, decidí sentarme en las sillas que tenian para la gente en espera. Patrick seguía parado viéndome, después miró su reloj y me indicó que tenia que irse.
-Si, gracias- Le dije moviendo los labios, el asintió sonriendo y se fue. No se me cruzó por la cabeza la idea de que tal vez no lo volería a ver y que bueno, porque no fue así.
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Yo aquí y tú allá
RomanceEstá es una historia verídica, no hay ningún solo hecho que haya sido inventado. Lo conocí hace más de 6 años en el aeropuerto de Frankfurt. Estaba perdida y desesperada, le pregunté algo en inglés y él me sorprendió contestándome en español, lo qu...