Una sonrisa real. (Auryn)

AURYN! Una sonrisa real. (Cap. 6)

CAPÍTULO 6: confesiones.

Bajé para comer, aun me quedaba un poco de tiempo para pensar, ¿Voy o no voy? Esa pregunta no dejaba de rondar mi mente ni un segundo.

- Claudia! ¿Como te van las clases?

- Bien mamá, es algo complicado pero me esfuerzo lo mas que puedo - le dije sonriendo.

- Así me gusta, no bajes de nota que ya sabes el sacrificio que hacemos por ti - mirandome con mucha seriedad.

La verdad es que tenía razón, nuestra economía no era nada buena y mas sin mi padre. Sí, esa fue la razón por la que caí en la anorexia. Solo de pensarlo se me cierra el estomago y decido subirme a mi cuarto para "estudiar".

¿Debería ir? ¿Debería contarselo todo? Yo creo que ya es hora de darle esa explicación que tanto se merece, parece que juegue con el pero en realidad no y eso es lo que quiero que sepa.

Son los motivos suficientes para ir, esta decidido iré, sera lo mejor.

La verdad es que estoy muy nerviosa, me he puesto un modelito discreto y me he maquillado lo justo.

Salgo de mi casa con los nervios a flor de piel, ¿que hare cuando lo vea? ¿Como estara el? Lo único que quiero es que sonría, porque se lo merece.

Empiezo a andar, lo veo cada vez mas y mas cerca. Estoy a metros de el.

Levanta la mirada, nos miramos y una vez mas no lo podemos evitar y sonreimos.

- Pensaba que no vendrías - me dijo sonrojado.

- Dani, la verdad es que te mereces una explicación - dije algo hundida.

- Entiendo que tengas miedo pero todos nos merecemos una oportunidad - dijo sonriendome.

- ¿Quieres que te cuente porque fui anorexica? ¿Porque rocé a la muerte con mis propias manos? - no lo pude evitar, las lagrimas recorrían mi cara de nuevo.

- La verdad, me encantaría - me dijo cogiendome la mano intentando tranquilizarme.

- Mi padre nos abandono cuando mi hermano pequeño nació, yo tenía catorce años. Llegué del instituto contenta como siempre, vi a mi madre llorando con una nota en la mano, no sabía lo que pasaba hasta que la pude leer yo misma. Mi padre era como un diós para mi, era la base de mi vida y lo único que podía pensar era que jamás lo volvería a ver.

Comencé a dejar se comer, de sonreir y sobretodo deje de vivir... - la voz estaba tan quebrada que no podía seguir hablando.

- Claudia, no sigas porfavor. No te fuerces, tu mirada me lo dice todo. - estaba nervioso, notaba como temblaba y en el fondo eso me gustaba porque sabía que le importaba.

- Daniel, te quiero pero también tengo mucho miedo - dije abrazandole.

- Hoy escribo solo para ti, tu que siempre estas ahí y se que seguiras por mi, y si tengo ganas de llorar tu me abrazas y se va, y se va... - me estaba cantando al oido, esa canción, la que ahora es nuestra canción.

Hubo un enorme silencio, los dos inmensos en un abrazo interminable cuando me dice:

- Hacía mucho que nadie me llamaba Daniel, solo me lo llamaba mi abuela, no dejaba que nadie me lo llamara.

- Lo siento Dani - dije agachando la cabeza. Con su mano me la levanta y me dice:

- Tu siempde podrás hacerlo, porque tu siempre estaras conmigo, estarás en mi corazón siempre. - su mirada no dejaba de estar clavada en mi.

Se va a acercando ami, pasa su mano por mi cuello y la otra por la cintura. Cierro los ojos y me dejo llevar.

Esta vez no lo voy a evitar, es el momento, ahora si quiero y sobretodo siento que quiero besarle.

Sus lavios se funden en los mios, es un momento magico, es nuestro momento.

- Te quiero Claudia - me dijo abrazandome de nuevo.

- Te quiero Daniel.