Miradas (II)

9.9K 799 168
                                    

Y, cuando el curso parecía que iba normal para Darcy (todo lo normal que puede ser con el torneo) llegó el día en el que todo se puso patas arriba.

Era la primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras con Alastor Moody, su nuevo profesor. Darcy entró en el aula seguida de Hermione. Se sentaron en los pupitres de detrás de Harry y Ron y esperaron a que comenzasen las clases charlando:

- ¿Sabes de lo que me he enterado? Los chicos de Durmstrang que nos saludaron se llaman Victor Krum y Georgi Marcus. - le dijo Hermione a Darcy emocionada.

- ¿No conocéis a Victor Krum? - dijo Ron de repente, provocando que las dos chicas se asustasen. - Es el mejor jugador de Quidditch del momento. Juega en el equipo de Bulgaria. Harry y yo lo fuimos a ver con mi familia. Georgi Marcus también juega allí.

Darcy y Hermione rieron nerviosas después de conocer algo más sobre los chicos que les habían dejado boquiabiertas. El roce de una capa hizo despistar a Darcy y hacerla girar hacia el lado contrario al de su amiga. Levantó la vista y se encontró con los ojos grises más fríos y penetrantes que jamás había visto: los ojos del mismísimo Malfoy.

- ¿Qué estas mirando? - le dijo fríamente.

- Solo quería saber quién se estaba sentando a mi lado, nada más. - le respondió Darcy lo más amable posible.

Draco le miró extrañado debido a la amabilidad con la que le había respondido. Eso no se lo esperaba. Se sentó en su sitio sin apartar la mirada de la de la muchacha. Se fijó en sus ojos: verdes y grandes, con muchas pestañas.

<<Son realmente bonitos>> - Pensó Draco.

Draco es una Gryffindor, sobrina de Black, Traidora de Sangre. ¡Ódiala! - le dijo su conciencia.

Draco lo intentaba con todas sus fuerzas. Una parte de él la detestaba como lo hacía a Granger, Weasley y Potter, pero otra veía algo fascinante y misterioso en ella que le hacía dudar. Le hacía dudar de una forma que a Draco le daba miedo. ¿Draco Malfoy dudando por una chica? ¿Eso existe? Hasta hace unos días, no. Pero, desde que le vio en el tren, las dudas le habían surgido de repente.

- Bien, ahora que lo has comprobado, ¿puedes dejar de mirarme? - le respondió borde ante la fascinante mirada de la muchacha.

La joven asintió disgustada y dirigió su mirada al centro de la clase, donde el profesor Moody había aparecido de repente. Draco siguió observándola unos segundos más. Miró con detalle cómo se alisaba la falda, se ponía el pelo detrás de las orejas y se ponía unas gafas de pasta negra. ¿Llevaba gafas? Nunca se había fijado. La voz del profesor Moody interrumpió sus pensamientos.

- Bien chicos, hoy os enseñaré un hechizo de tortura. Es flojo, pero sirve. Bien, esta araña - dijo señalando una araña de su mesa. - está hechizada con él. Puedo torturarla como quiera. La puedo ahogar, la puedo tirar por la ventana... O la puedo poner encima vuestro.

Dicho esto, puso la araña encima de una de las hermanas indias de Gryffindor, luego en la cabeza de Ron (quien teme a las arañas) y, por último, en la cara de Draco. Harry y Ron se tronchaban al ver la cara de su enemigo. Hermione tampoco podía aguantar la risa. Darcy miraba disimuladamente a Draco intentando no imitar a sus amigos. Este había conseguido quitarse la araña de la cara y ahora tenía el pelo revuelto y su piel rosada con algo de sudor. Se dejó caer en la silla y se frotó la cara. Darcy observó cada uno de los movimientos del muchacho con detenimiento. Inconscientemente, se mordió el labio inferior. Al darse cuenta de ello, sacudió la cabeza y miró para adelante muy roja. Esto se le estaba yendo de las manos...

15 minutos más tarde...

Hermione y Darcy se habían dirigido después de la clase del profesor Moody al Gran Comedor para ver como los alumnos insertaban sus nombres en el cáliz de fuego. Primero fue Fred de Beauxbatons, después Cedric Diggory de Hufflepuf, luego Fred Y George quienes, con una supuesta poción de edad, habían intentado entrar en el torneo (cosa que no funcionó). Después de ellos, se hizo silencio en el Comedor.

- Hermione, son Victor y Georgi. - le dijo Darcy a Hermione emocionada.

Los jóvenes se acercaron al cáliz y echaron su nombre en él. Después, miraron de forma seductora a las dos muchachas que los miraban atentas.

- Estas son las chicas que te dije. - le dijo Victor a Georgi en castellano.

Darcy se quedó boquiabierta al oír eso. Los chicos se acercaron a ellas y las condujeron a los jardines del colegio.

- Nos gustaría invitaros al baile de Navidad del colegio. ¿Aceptáis? - les dijeron en un perfecto castellano.

Darcy y Hermione asintieron nerviosas y charlaron con ellos emocionadas. Lo que Darcy no sabía, era que detrás de uno de los muros que daban al jardín, unos ojos grises le observaban con detenimiento.

Corazón de Profecía (Draco Malfoy & Darcy Healey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora