『How do babies work?』»ChenBaek.

Capítulo Único

Lo que menos esperaba Byun un sábado por la mañana era recibir una llamada de BaekBeom, su hermano mayor, alegando que debía cuidar urgentemente del pequeño engendro que había nacido apenas un año y dos meses atrás. ¿Por qué BaekHyun debía cuidarlo? ¿Y sus padres? Él claramente no quería hacerlo, su habilidad con los niños era casi nula y sin embargo, su hermano no le dejó elección cuando media hora más tarde se encontraba del otro lado de la puerta de su departamento, sosteniendo al nuevo consentido de la mayoría de los Byun en una mano y el bolso del mismo en la otra.

¿Cómo podía negarse entonces? Jamás había dicho "no" a su hyung y dudaba que esa ocasión fuese la indicada para iniciar. Suspiró fastidiado, haciéndose a un lado mientras el mismísimo diablo cruzaba con pasos torpes el umbral y él tomaba de mala gana el bolso decorado con estúpidos ositos azules y mariposas amarillas. ¿Quién demonios ponía mariposas en un bolso de niño? ¿Acaso ya no eran sexistas las jugueterías?

El chico gruñó mientras cerraba la puerta y percibía de reojo la imagen sonriente del niño, quien le observaba sentado desde su inmaculado sofá blanco, y fue entonces cuando llegó a pensar que estaba jodido, porque seguro iba a vomitarle encima o alguna mierda parecida.

-Insoo-ah. -Murmuró lentamente, dando cortos pasos hacia la bestia que le atendía, balbuceando sin sentido. ¿Qué podía hacer con él un día entero? No era como si su hermano le hubiese dado recomendaciones o siquiera le hubiese dicho cómo cuidar de un bebé, porque el maldito BaekBeom, a quien odiaba en ese momento, sabía que jamás en sus veinticuatro años de vida había tocado un bebé, y aun así tenía la osadía de dejarle a cargo de su hijo.

Si debía ser sincero, BaekHyun nunca creyó en la telepatía o alguna porquería sin sentido, no obstante, pero casi se rió con histeria cuando su celular vibró, la pantalla iluminándose con la palabra "Hyung". No tardó demasiado en leer el texto pero joder, cuánto hubiese deseado no hacerlo. ¿Su hermano, mal hermano, horrible hermano, le había dejado a cargo de esa cosa sucia sin duchar aún y quería que lo hiciera él? Se negaba rotundamente a tocarlo. Casi podía sentir su cabeza explotar por el estrés al que se sometería ese día; moriría, nunca se casaría con el bastardo que tenía por novio, renunciaría a todas sus metas, sueños, y todo por esa cosa llena de baba.

Por supuesto, Baekhyun debía analizar la situación con cuidado. Si no lo duchaba iba a ensuciar su pulcro apartamento e iba a morir —también— si algo como eso sucedía. Por ello se armó de valor y sacó del jodido bolso homosexual algo de ropa para su sobrino y una toalla limpia. Se encargó de desvestir al menor y entonces, tomándolo como si se tratara de un objeto radioactivo, lo llevó a la bañera.

Abrió el grifo para llenar la tina de agua, observando al pequeño con horror; de verdad, ¿Por qué a la gente le gustaban los bebés? No podía comprender del todo. Eran sucios, hacían mucho ruido y... Por la puta. Estaba tan ensimismado en sus especulaciones sobre lo feos que eran los niños que ni siquiera había notado que el recipiente de porcelana se había llenado de agua, dejando que el líquido se esparciera por el suelo. Se apresuró a cerrar el grifo y entonces, sin miramiento alguno, introdujo a Insoo en la bañera, volteándose para limpiarse las manos en el lavabo.

No podía suceder nada malo si lo descuidaba sólo un par de segundos, ¿Cierto? Después de todo, la bestia tenía ya más de un año, todo estaría bien, supuso BaekHyun, pero no. Un jadeo le llegó desde la bañera y cuando el mayor giró la cabeza para ver lo que sucedía, fue capaz de percibir la figura bajo el agua, intentando incorporarse sin éxito alguno. Se estaba muriendo y lo único que hizo fue correr hacia él para sacarlo y darle golpes en la espalda hasta que empezó a llorar.

Frunció el ceño, realmente frustrado, ¿Acaso debía cuidar del crío todo el maldito día? Lo envolvió con la toalla y regresó a la sala de estar, sosteniendo de forma errónea el cuerpo del niño.