♥La Chica Y El Ghoul♥

3-Mi vida (3/3)

                       Naomi

-Vaya vaya, mirad quien está aquí, Naomi-chan- Nanami apoyo su mano con brusquedad en la mesa de Nao tratando de llamar su atención.

-¿Qué quieres Nana- no pudo acabar la frase ya que esta la interrumpió.

-En primera mirame a la cara cuando hablo zorra y en segundo ¿quien te ha dado él permiso para hablarme, hm?- sonrió de forma maliciosa e intimidante.

Naomi no dijo nada, el miedo la superaba, la última vez que se intento defender recibió una paliza por parte de ella y de su séquito.

-¿Qué paso Nao-chan, te comió la lengua él gato?- ella empezó a reírse, Naomi solo agachaba la cabeza sin pronunciar ningún sonido, apretaba los puños con tanta fuerza que casi se clavo sus uñas en las palmas de sus manos.

-Ya basta Nanami- una voz masculina resonó en la clase, todos y todas alzaron las miradas para contemplar al salvador de Nao. Era Tomoe Kayu, el amor de Nanami, este estaba en la misma clase que las dos muchachas, parecía claramente indignado y enfadado.

-Tomoe-kun- susurró la chica de ojos azules. Tomoe no le atraía ni le gustaba pero le estaba bastante agradecida por su rescate.

-Nanami-san, no es propio que la hija del director falte el respeto de esa manera a las compañeras, como sustituto temporal de Shizumi Ta te pido que esta lamentable acción no se vuelva a repetir- casi todas las chicas del aula suspiraron ante la figura esbelta y alta de Tomoe, él cual poseía un radiante cabello rubio liso, ojos verdes esmeralda y una mirada serena e seria a la vez.

Shizumi Ta es la presidenta del Consejo Estudiantil del colegio junto con las dos vicepresidentas Mika y Nagisa Reo, hermanas.

Nanami chasqueo la lengua contra su paladar frustrada y sin decir nada se fue a su sitio correspondiente en la primera fila, en la segunda mesa, sus dos "fans" se sentaron, uno al lado de esta y el otro detrás de ella.

-¿Estas bien, Naomi-chan?- Tomoe giró su mirada hacia Nao la cual le regaló una pequeña sonrisa de modo de afirmación y de agradecimiento.

Él le devolvió la sonrisa, se sentó en su pupitre. El profesor siguió con la clase tratando de ignorar la arrogancia además de la mala educación por parte de una alumna suya.

Pasaron las 6 horas, era momento de irse a casa. Todos estaban impacientes deseando que sonara la campana de salida, todos y todas excepto Nao, como ya sabrán las razones ella odiaba estar en su casa, cada día buscaba el camino más corto para llegar. Si, se lo que están pensando, si tanto detestaba a su familia ¿por qué no escapaba? Naomi no podía escapar, su padre le tenía controlada, cada uno de sus movimientos, ella era como un pájaro enjaulado.

Sin libertad, sola, apartada, abandonada, lastimada, inutilidad, estorbo; todos estos pensamientos y sentimientos se hacían presentes en Nao, quería escapar, no quería sufrir más, por eso recurrió al suicidio más de una vez.

Intentó de todo: colgarse, automutilarse, llenarse a pastillas, electrocutarse, etc pero nada servía.

Su existencia se basaba en dolor y tristeza....o eso es lo que se creía.