♥La Chica Y El Ghoul♥

5-Ghouls

                    Naomi

15 minutos caminando bajo el paraguas, debajo del corredor de agua otoñal.

Ninguno de los dos transmitía palabra, ambos guardaban silencio, quizás pensando que tema de conversación sacar y de paso quitar un poco de hierro a la atmósfera incómoda que les rodeaba a los dos.

Llegaron a una parte de la ciudad de Tokio, al parecer la más ruidosa de todas. Lo que más le extrañaba a Naomi era la cantidad de policías que rodeaban las calles, miles y miles de coches patrulla aparcaban en la misma zona, como si hubiera ocurrido un asesinato o algo así.

Efectivamente se podía presenciar a lo lejos dos cuerpos de dos personas, un hombre y una mujer.

Tomoe y Nao se unieron al grupo espectador de lo ocurrido. Nao se espantó por lo que vio: aquellos cadáveres estaban cortados a la mitad y algunas extremidades faltaban en estos.

-Así que los ghouls han vuelto a atacar..-por primera vez en todo el camino fue el chico quien habló.

Nao se sorprendió y extrañó por aquella palabra que jamás había oído antes.

-¿Gh-ghouls?-Tomoe la miró con seriedad pero sonriente.

-Ah, es cierto, tu llegaste a Japón hace poco así que no sabras de lo que hablo- enseguida ella negó con la cabeza- veras, los ghouls según he leído, son seres antropomórficos, es decir, son humanos con habilidades especiales. Los ghouls son muy resistentes, aguantan casi todo tipo de ataque humano, normales claro, tienen una gran fuerza y una rapidez increíble, tienen, además, unas especies de "masas" corporales rojas, como si fueran hechos de sangre los cuales pueden ser diferentes según el tipo de ghoul que sean. A estas "masas" las llaman kagune. Pero lo más peligroso de estos seres es que son caníbales, se alimentan de humanos ya que la comida de los seres humanos les sabe horrible e incomestible.

Se quedó petrificada, para ella le resultaba muy poco creíble afirmar que estos seres en verdad existen aunque observando las pruebas debía centrarse en la realidad por muy cruda que fuera.

6 minutos pasaron, Tomoe y Nao se alejaron de la escena del crimen. Una manzana faltaba para llegar al hogar de Naomi.

-Gracias por acompañarme Tomoe-kun, de verdad te lo agradezco-ella lo saludó cordialmente.

-No te molestes Naomi-chan, somos compañeros de clase y debemos ser formales contigo e ignorar a Nanami, ella no tiene porque intimidarte solo porque este obsesionada conmigo-dijo él caminando hasta alcanzar el portal de la casa.

Nao sonrió con timidez y se despidió de Tomoe con la mano, sacó las llaves de esta.

Estaba apunto de entrar cuando oyó a alguien quejarse, se paralizó y giró lentamente la mirada. El gemido vino del callejón de al lado.

Nao sentía temor, instintivamente se acercó a este sonido empapándose con la lluvia. Quizás era alguien que necesitaba ayuda.

Cuando cruzó la rotonda se quedó parada observando a una persona que estaba apoyada en la pared, sentada en el suelo, parecía inconsciente.

Con cautela caminó hacia esta, pudo observar que era un chico de 18 años, tenía muchas heridas que quizás esa fue la razón de su desmayo. Aquel muchacho era muy extraño, su cabello era blanco plateado, sus ropas estaban rotas, su camisa era negra y sus pantalones blanco algo amarillento, sus uñas de manos y pies eran negros.

Esto mostraba que había sido torturado durante algunas horas. Sin embargo tenia algo de sangre en la boca.

Naomi sintió lastima por este muchacho pero algo le incomodaba de el, entonces se dio cuenta, él era un ghoul.