♥La Chica Y El Ghoul♥

4-Bajo la lluvia

                    Naomi

El paso del tiempo pareció ir mucho más lento durante las 6 horas escolares diarias. Matemáticas, Literatura, Historia, Ingles, Biología y Física eran las asignaturas que Nao debía enfrentar aquella mañana lluviosa de Jueves.

Las 14:30pm, momento de irse a casa. Todos y todas salían corriendo de las aulas con el fin de reunirse con sus amigos y amigas para despedirse o quedar esta tarde.

Nao caminaba tranquilamente por los pasillos con algunos libros en sus brazos sujetados por sus suaves manos. Sus pasos no eran rápidos, más bien cortos y pacientes.

Nao llegó a su casillero, guardo su material escolar y sacó una lista de su bolsillo. En esta nota indicaba que libros debía estudiar Nao cada tarde. Idea de su odioso padre, naturalmente.

Al abrir su taquilla no se esperó encontrarse con una hoja de papel pegada con cinta adhesiva, en esta ponía: Te salvaste por ahora estúpida pero yo jamás me rindo.
Atte: La que te destruirá la vida.
PD: No necesitas tu paraguas ¿verdad?

Nanami de nuevo, Nao revisó a fondo su casillero y efectivamente faltaba su paragüero. Ella suspiró frustrada y cruzó los dedos para que ni sus padres ni sus hermanos estuvieran en casa, si volvía empapada a casa no podía ni imaginarse lo que le esperaría.

Nao salió a la entrada del edificio viendo como todos se iban a sus hogares, no le quedaba más remedio que llamar a su madre y pedirle que la pasará a recoger.

Metió la mano en su bolsillo de su mochila sacando el celular. Acto seguido lo quiso encender pero para su desgracia estaba sin batería, se le olvidó cargarlo por la noche.

-Oh, perfecto..-musitó con resignación, tendría que llegar toda calada y esperar la reprimenda de su padre.

El sonido de un paraguas abriéndose al lado suyo llamó la atención de Naomi, esta se giró y vió a Tomoe parado a su vera. Este último puso el paragüero encima de Nao.

-Cogerás un resfriado, debiste tomar el tuyo propio- se burló ingenua y tiernamente de Nao.

-No, yo.....traje el mio pero.....-se calló, desvío su mirada hacia Nanami y su grupito.

Tomoe extrañado se dió cuenta, sus ojos pararon hasta la ladrona del paraguas.

-Ella de nuevo, ¿por qué no lo supuse antes?-gruñó molesto, odiaba la actitud dominante y creída de su acosadora. Se acordó de repente de la chica que lo necesitaba así que le sonrió a Nao.

-Si quieres podemos ir tu y yo juntos, puedo acompañarte hasta tu casa- Tomoe era más alto que Naomi, su paragüero era grande y cabían dos personas debajo.

Nao dudó unos minutos, no quería aprovecharse de quien la había salvado otra vez pero tampoco quería soportar a su familia nada más llegar.

-Esta bien, vamos- dicho esto se puso al lado del chico rubio y ambos empezaron a caminar bajo la estrepitosa y sonora lluvia de Otoño.