Capítulo 7

6.9K 184 79
                                    

- ¿El sujetador es necesario?

- Lo es, voy a mirar primero ese dolor muscular de la espalda. Cuando termines tumbate boca abajo en la camilla.

Lo obedecí. Me quité la ropa que me había pedido de espaldas a él, para no me viera los pechos. Y me los cubrí antes de tumbarme.
El doctor empezó a dar un leve masaje y me pidió indicaciones del dolor, dijo que iba a masajearme con una crema especial que provocaba frío y calor para calmar el dolor.

- Contra el fuerte dolor tengo que inyectarte, pero ya verás que todo dolor desaparece. Bajate los pantalones por favor.

Los bajé sabiendo que iba a recibir un pinchazo en el culo en breve, suspiré. Él mismo se encargó de bajar mis bragas a la mitad para poco después clavar esa aguja en mí.
No dolió.

- Soportas bien el dolor por lo que veo.

- No te creas, lo de la espalda no lo llevo bien.

- Ya no te dará más problemas. Ponte de pie por favor.

Oculté mis pechos con un brazo y el me lo permitió mientras me medía, pesaba.. y demás rutinas de consulta. Hasta que me pidió que me sentara en la camilla y me descubriera el pecho.

- Esta es la parte que menos os gusta a las chicas, pero forma parte de la rutina - se me acercó y yo retiré el brazo - empezó a palpar mis pezones y a tirar de ellos levemente.

Se me vino aquel día de sexo online a la mente.

Solté un leve gemido al recordar, y por ello mi cara pasó a ser de un tono rojo fuego. Al fin y al cabo estaba con un hombre sólo en bragas, en una habitación pequeña.

Me tumbé en la camilla por su petición y el hombre hizo ademán de bajarme las bragas. Paré su mano.

- ¿Qué hace?

- Un chequeo completo, lo que su madre pidió.

- Si usted no es ginecólogo no voy a dejarle que... me toque.

- No sea infantil señorita, no tiene 12 años - bajó de una manera un poco brusca mi ropa interior y la sacó.

No lo paré porque pensé en que luego debería darle explicación a mi madre, y que quizá era infantil como el doctor decía el no seguir esa rutina.

Abrió mis piernas. Miró y palpó los labios, tocó todo muy despacio.
Introdujo un poco de su dedo en mi vagina, estaba muy cerrada.
Yo no podía mirarle a la cara, así que solo me dediqué a sentir lo que hacía.

Empezó a mover más rápido un dedo sobre mi clítoris mientras otro lo introducía.

- Esto... - al apenas abrir la boca ya se me escuchó un gemido.

- Ya casi estamos... no te inquietes.

Y tanto. En menos de diez minutos ya me había corrido, no pude soportar su toque.

El médico se incorporó y cogió un papel con el que me limpio con cuidado todos mis fluidos.

Me levante desnuda al completo.

Pegué un brinco del susto cuando sentí al doctor agarrándome. Con un brazo me agarró los pechos por atrás y la otra la paso entre mis piernas para meter tres dedos de golpe en mi. Grité.

- Donna, ¿ves el aparato negro que hay sobre ti? Es una cámara que ha grabado todo. Si no quieres que todo internet, tus amigos y tu familia vean esto... tendrás que volver aquí mañana a la misma hora. Esperaré media hora, si no has llegado me encargaré de difundirlo al instante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cafuné |erotic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora