Capitulo 3

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Narra Lucas:

Me quedé pensativo un rato, analizando las palabras de él, sentía mis mejillas al rojo vivo pero de igual manera le sonreía. Él me miraba atentamente, como si estuviese estudiándome a cada segundo que pasaba, acarició mi mejilla desde su posición y volvió a besarme. Correspondí al beso pasando mis brazos por su cuello y rodear su nuca.
Bajó sus manos hacia mis muslos, acariciándolos de arriba a abajo, haciendo que suelte un ligero suspiro de placer en sus labios, se sentía demasiado bien, aunque nadie lo había echo antes. Acercó más su cuerpo hacia mi lugar, posó sus manos en mi cintura, también acercándome hacia él.

Volvió a acariciar mi cintura y bajó mi falda lentamente, separándose un poco de mí, volvió a mirarme y asentí levemente, pues si bien era la primera vez que hacia esto no podía negar en que me gustase que me haga eso. Centró su mirada en mis piernas y mordió su labio inferior. ¿Es qué este hombre no tiene vergüenza? Me pregunté. Lo hacia todo como si fuera absolutamente natural, como sí... Como si todo lo que hace ahora lo hiciera desde que nació.

-D-deja de m-mirarme a-así- logré formular aún con mis mejillas sonrojadas.

-No- respondió con simpleza, pasando sus manos por mis piernas, lenta y tortuosamente.

-¿P-por qué?- evité soltar un jadeo al sentir que sus manos rozaban mi entrepierna.

-Porque no- Gruñó cerca de mi oído, aún con esa sonrisa de superioridad que tenía.

Di un suspiro de placer involuntario al notar como apretaba levemente el bulto entre mis boxérs, me sujeté de sus brazos para intentar impedir que siga pero él hacía todo lo contrario, Apoyé mi cabeza en su hombro mientras gemía en susurros su nombre. Bajó por completo esa prenda y siguió masturbándome, ahora un poco más rápido. Se sentía mucho mejor que cuando lo hacía yo.

Dejó de tocarme luego de un rato, en donde no lograba poder contener los gemidos y jadeos que salian de mi boca a causa de sus toquen en aquella zona. Hizo que enredara mis piernas en su cintura, comenzó a besarme duramente mientras ponía sus manos en mis glúteos, apretandolos mientras caminaba hacia, supongo, su habitación. Caminaba como si no me tuviera en brazos.

Me recostó en la cama mientras volvía a besar mi cuello, bajando sus manos hacia la terminación de mi suéter, subiéndolo de a poco y metiendo sus manos bajo ella, acariciando mis pezones. Sentía como sus manos hacían maravillas en esa parte, sacándome algunos suspiros de placer. Sacó por completo mi suéter y me sonrió lujuriosamente.

-¿Quieres qué siga?- preguntó mientras dejaba algunos besos en mi cuello.

-S-sí- respondí con nerviosismo.

-¿Sí qué?- Mordió un poco mi cuello, supuse que había dicho algo mal, recordé algunas palabras anteriores de él. ¿Tenía que llamarlo así?. Mordi mi labio inferior y opté por hacerlo.

-Sí, D-Daddy- tan pronto como acabé esas simples palabras una sonrisa se formó en su rostro. Acomodó su cuerpo en la cama, quedando casi a mis pies y quitó su camisa lentamente, casi haciéndome desesperar, cuando terminó de sacársela la tiro fuera de su alcance y siguió con sus jeans, quitándose primero el cinturón y terminar por bajar sus ultimas prendas, esta vez un poco más deprisa.

Agradecí mentalmente que lo hiciera así, ya que no aguantaba estar desnudo frente a él, su mirada siempre se detenía a admirarme y eso hacia que intentara cubrirme, cosa que el impedía con sus manos. Sujetó mis manos por arriba de mi cabeza y volvió a besarme, bajó una de sus manos hacia mi miembro, Volviéndome a masturbar en un ritmo algo rápido.

-No aguanto más, pequeño, quiero estar dentro de ti- Susurró en mis labios para poco después morderlos suavemente y separarse por completo de mi lado. Me dio la vuelta, quedando en una pose muy... bochornosa desde mi punto de vista. Sentí algo húmedo en mi entrada.- Sé de algo que te gustará- susurró.

Tan pronto como dijo eso sentí su lengua pasar por mi entrada, intentando adentrarla. Sujeté fuertemente las sabanas de mis costados, gimiendo agudamente a causa de los movimientos de su lengua.

-Umgh D-daddy- gemí como pude a causa del placer.

Su lengua se sentía bien dentro de mi entrada, lo estaba disfrutando. Al poco tiempo noté también uno de sus dedos encargarse de ese trabajo, comenzó con uno, haciendo movimientos circulares. Luego fue otro, haciendo tijeras y combinándolo con los movimientos circulares. Por ultimo adentró un tercero, solo con un poco más de dificultad, momentos después sacaba los tres para volverlos a meter. Se sentía jodidamente bien.

-Lucas, no aguanto más- gruñó mientras se colocaba detrás mio, rozó su miembro con mi entrada, que ¿Cómo no? Sacara unos cuantos gemidos involuntarios.

Comenzó a entrar lentamente, soltado algunos gruñidos y maldiciones, yo solo me tomaba de las sabanas con bastante fuerza al sentir su miembro en mi entrada. Joder, dolía bastante. Cuando estuvo adentro por completo suspiré y traté de relajarme lo más posible. Sentí las manos de él recorrer mi espalda mientras seguía en la misma posición.

-¿Aún te duele, pequeño?- pregunta una vez dejando de besar mi espalda. Ahora vólviendo a dejarlos en mi cuello y hombro.

Solté un peqeño jadeo algo agudo

-Y-ya casi no, daddy. -empece a dilatarme cada vez mas logrando que toda su pelvis pudiera entrar y salir con facilidad, movia mis caderas al compás que sus embestidas. Baje mi torso completamente hasta la cama, dejando mis caderas a su disposición.

-Sabes... Se siente bien dentro de ti- susurró en mi oido para luego morder mi lobulo lo que provocó un jadeo inesperado de mi parte. Una vez me habia acostumbrado a la intromición siguió con movimientos fuertes y rapidos que dejaba escuchar el pequeño golpeteo de mis gluteos con su pelvis. Un sonido que de alguna forma no creo que pudiera olvidar tan facilmente y la mirada de aquel hombre me decía que esto volvería a pasar cuantas veces él quisera.

Sentí un cosquilleo algo nuevo recorrer mi anatomía haciendo que arqueara mi espalda, miré de reojo a Nick; notando como cerraba sus ojos de vez en cuando por prolongados segundos.

-Dad... ¡Daddy!- gemí de placer al sentir como tocaba mi punto duramente haciendome correrme entre las sabanas. Aún sentía las embestidas del mayor en mi interior, obligandome a tomar las sabanas de mis costados y seguir gimiendo de manera aguda. Poco después siento un liquido caliente llenar mi interior. Noto que sale de mi no sin antes darme una nalgada y yo apretar por impulso las sabanas.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2016 ⏰

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