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[..] me agarró del rostro y tiro de mí para fundirme en un beso maestro, pronto mis manos fueron a parar a su cintura, mis labios actuaban de una forma inesperada ante los suyos, este hombre me podía, con todas las letras, a estos pasos ya era difícil que yo quiera dejarlo ir, debía de conseguir la manera más urgente de que se quede de mi lado, por un buen tiempo.

Kellin
El día habia pasado tan rápido que ni cuenta me había dado de lo que había hecho, la tarde también llegaba a su fin, Víctor me había dicho que quería ir al lugar en donde vivía, necesitaba traer mis cosas, mudas de ropa, y lo poco que tenía en ese agujero que me había traído tantos sentimientos, no todos eran negativos y malos, mi vida entera se veía reflejada en ese lugar.
Nos alistamos para irnos, Vic se veía bastante sexy con ese look que, aunque lo conocía poco aún, le sentaba demasiado bien, sus jeans ajustados y una playera sin mangas, no se la razón por la cual esto me parecía interesante, digo, soy heterosexual (al menos eso creía) pero Vic tenía un porte sin igual, era desinhibido y me gustaba la forma en que afrontaba la mayoría de los problemas.

-¿Estas listo? -Una voz me había sacado de mis pensamientos, levante la mirada y era Vic anunciando que ya nos íbamos-.

-Lo estoy.

Asintió para luego cada uno subir a su Audi Q7, me sorprendía la cantidad de móviles que portaban estos dos hermanos, nunca había visto algo igual en mi vida, bueno, nunca tuve la posibilidad tampoco.

-Kellin, dime, ¿te sientes bien viviendo con nosotros en la casa? -Dijo Vic en un tono entumecedor, había bloqueado totalmente mis pensamientos, era una pregunta que no me había hecho aún-.

-Vic, no existen palabras que me sirvan para agradecer todo lo que estás haciendo por mi, tu hermano y tu están siendo mi segunda familia, los..hermanos que nunca tuve..

Maldición. ¿Qué rayos había dicho? ¿Los hermanos que nunca tuve? ¿A un hermano se lo veía de la forma en que yo lo hacía con Víctor?

-¿Solo me ves como un hermano? -Volvió a concluir, la frente me sudaba a pesar del aire acondicionado, mis manos temblaban, de nuevo me había agarrado desprevenido y despavorido-.

-Vic...yo

-No balbucees -Rió mientras fijaba su mirada en la carretera-. No te pongas nervioso.

¿Como no?

-Vic -Tome un leve suspiro y actué inclusivamente-. Prefiero no hablar de eso, realmente es muy incómodo para mí.

-Esta bien -Sus palabras sonaron algo inquisitivas-. Sé que más adelante serás capaz de hablarlo libremente, me encantará escucharte.

S a n t a  M i e r d a, lo que había escuchado, lo que había sentido, agobiaba mi ser ahora mismo, lo había tragado completamente, tratando de que Vic no se diera cuenta que la asimilación que acompañaba a sus expresiones, porque en verdad comenzaba a sentir cosas anormales ante su presencia, esto se sentía raro.

-Anda, ya entramos a tu zona, no? -Dijo Vic-.

-Así es, tienes algo de miedo?

-¿Miedo? -Dijo entre risas-. No, Kellin. Esto no es ni lo más mínimo por lo que he atravesado.

De nuevo sus palabras formaron una incógnita en mi cabeza, no es ni lo más mínimo, me estaba dando a entender algo? La razón de su carácter? Quizás si, quizás no.
Habíamos llegado a la zona roja, al peligro, luego del accidente por el que había atravesado, me era difícil volver a mirar este lugar, todo me parecía tan malévolo, más de lo normal, las calles estaban sucias, dejadas.

-Anda Kellin, te espero aquí dentro.

Asentí y me adentré a lo que anteriormente era mi casa, las cosas seguían exactamente como las había dejado, había preparado un bolso para acomodar mis cosas, prendas interiores, jeans y playeras, no podía tardar tanto ya que Vic estaba esperándome, ya listo para volver junto a él, encontré un retrato de Liz y yo, era mi ex novia, fue la única a decir verdad, ya no causaba nada en mi, pero me había sorprendido esta vez ver aquel retrato, en donde la sonrisa era participe en ambos, pero por cosas del destino hoy ya no estaba aquí, y si lo estuviera capaz ya ni se lo mismo. Cuando apague las luces, volví a mirar por última vez el lugar en donde mi vida había cambiado por completo, antes y hoy, porque gracias a ello, y gracias a lo que pudo haber pasado, Vic estaba hoy, salvándome de un mundo casi perdido.

-¡Kellin! -Una voz resonó en la entrada, una voz familiar y totalmente conocida, Liz-.

-Liz.. -Dije sin mucha expresión-.

-Cuánto te extraño. Por Dios, ¡te amo!

No pude recordar mucho de ese beso, pero algo que era incapaz de borrarse ante mí era la expresión de Víctor ante el asalto de mi ex novia, estupefacto e inmóvil, y yo no estaba haciendo nada para que esta criatura salga de mi, notaba como Vic maldecía por debajo, sus palabras eran inaudibles pero sabía que estaba maldiciendo el momento, sin saber cómo, mis manos reaccionaron y sacaron a la morena de mi lado, ella me miró sin entender mi reacción, Víctor estaba dentro del auto, esperando que yo suba.

-¿ESTÁS LOCA? -Logré gritar, con mucha ira, fui corriendo a donde me esperaba un serio Vic, lanzando llamas por los ojos-.

-Vic..

-No digas absolutamente nada.

Maldición.

inesperado 》KellicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora