What The Bullying Began {Leondre Devries}

~2.Devries, Leondre Devries~

Me levanté e hice la rutina de siempre (ducharme, vestirme ⬇ y bajar a desayunar)

Tras comerme las tortitas que mi padre preparó salí con el skate.
Al llegar fue la misma rutina aburrida, hasta el descanso.
-¡Hey enano!-llamó Ben al chico-¡Ven!
Él se acercó despacio, no me había echo caso en lo de esconderse.
Los amigos de Ben lo levantaron por los brazos, Jordyn le puso el ojo morado y Ben le partió el labio.
-Vamos, te toca-me dijo Ben.
-No-negué.
-¿Cómo?-preguntó Jordyn.
-¡Que no, ya estoy harta de que le vayáis pegando a la gente!-exclamé, la cagué.
Me empezaron a pegar hasta dejarme sangrando en el suelo.
-¡Te dije que esta zorra no era de fiar!-gritó Ben escupiéndome en la cara.
-¡Puta! Pensar que eras mi mejor amiga...-se entristeció Jordyn.
Se fueron y el "enano", como todos lo llamaban me ayudó a levantarme, sonó el timbre de vuelta a clase y fuimos a la enfermería.
Allí le curé la herida del labio y le puse hielo en el ojo, él me ayudó a curarme las heridas de la rodilla y los brazos.
La enfermera nos dio un permiso para volver a casa, cogí mi skate y él el suyo y fuimos andando. No apetecía patinar.
-Y...¿cómo te llamas?-preguntó.
-_____ ______(ta)-contesté-¿Y tu?
-Devries, Leondre Devries, también conocido como el enano-respondió haciendo gestos con las manos.
Seguimos caminando y hablando, riéndonos de cualquier cosa.
-¿Por qué ese cambio tan brusco?-preguntó.
-¿Qué?-le miré confundida.
-Digo, tu eres del grupo de Ben y que de pronto te peguen por un comentario...-murmuró.
-A mi también me hacían bullying, me ofrecieron dejarme en paz si hacía bullying con ellos pero ya no lo soportaba-me sinceré.
-Oh-dijo-bueno, hemos llegado a mi casa.
-¿Vives aquí?-pregunte.
-Si-afirmó.
-Yo vivo ahí-señalé tres casas más allá. -¡Guay, así tendré más cerca a una... ¿amiga?-se alegró.
-Y de las buenas-dije yo, haciendo que se le iluminara la cara.
Me abrazó y me dio las gracias por ayudarlo.
Entré en casa y otra vez se me abalanzó la pequeña de la casa.
-¡Au!-me quejé por las heridas.
-¿Que te ha pasado?-preguntó mi hermana horrorizada.
-Me caí-mentí.
-¿Te han vuelto a pegar?-ella era la única que lo sabía.
No dije nada, ella me abrazó.
-¡Odio el instituto!-grité llorando, lo odio.
-¿Te parece si vamos a comer fuera y luego vamos al parque?-ofreció mi hermana-Así te despejas un poco.
-Vale-dije sonriendo, por esto la adoraba.
Cogí mi skate pero fuimos andando, comimos en un restaurante de comida rápida al lado del parque.
Después de pelearnos por una patata gigante y de pedirnos dos helados enormes, fuimos al parque.
Mientras hacía trucos con el skate, April se fue a los columpios.
Paré porque me dolía la rodilla y me senté a ver como jugaba April con otra niña, absorta en mis pensamientos.
-Hola-dijo alguien que se sentó a mi lado, esa voz...
-¡Leo!-exclamé-¿cómo va tu labio?
-Bueno...-miré la herida, aún tenía algo de sangre seca.
-¿Qué haces aquí?-le pregunté.
-Vine con mi hermanita-señaló el parque.
-Vaya, no sabía que tenias una hermana-dije interesada.
-Si, una de 10 años-suspiró-está echa un diablillo.
-¡Yo también tengo una hermana de 10 años!-exclamé.
Vi a April correr hacia nosotros con otra niña.
-¡Mira he hecho una amiga!-me dijo alegremente-Se llama Matilda Devries.
En ese momento miré a Leo, el cual me miraba a mi y nos echamos a reír.
-April, este es mi amigo, Leondre Devries-se lo presenté.
-Oh vaya-dijeron ella y Matilda a la vez.
-Tu debes de ser _____-dice Matilda poniéndose delante mío-Encantada, Leo me habló de ti hoy, igual que April.
-¡Matilda!-chilló Leo.
No pude contener una risita.
-¿Vamos a tomar un helado los cuatro?-pregunté.
-¡Siiii!-gritaron April y Matilda.
-Venga, vale-suspiró Leo.
Fuimos a una heladería cercana, April pidió uno de menta, Matilda de chocolate y nata y Leo de no sé muy bien lo que porque era una mezcla extraña de sabores.
Yo me pedí uno de chocolate con oreo (⬇).

-¡Gorda!-me dice Leo.
-¡Mira quién fue a hablar!-le respondo con tono de niña pequeña.
-¿¡Yo!?-pregunta "ofendido".
-Si tú, gordo.
-Fea.
-Estúpido.
-Idiota-me pone helado en la nariz con el dedo.
-Oye, seguimos aquí-dice Matilda haciendo gestos con los brazos.
-Eso, dejad vuestra estúpida pelea de pareja-añade April.
Leo se sonroja y puedo notar que yo también, Matilda y April se parten de la risa.
Me limpio el helado de la nariz y hablo con Leo.
-Vale, pues aquí os quedáis-le digo a las niñas.
Leo y yo nos subimos a los skates y nos vamos la patinando.
Las niñas vienen corriendo detrás.
-¡Eh esperad!-grita Matilda.
-¡No nos dejéis aquí!-chilla mi hermana.
-Dulce venganza-le digo a Leo-. Paremos ya, me dan pena.
Paramos y las niñas vienen agotadas, sin respiración.
-Estúpidos-murmura Matilda.
-¡Tilly ese lenguaje!-la regaña Leo.
Río ante esa escena.
Caminamos hasta la casa de los Devries.
-¿Queréis pasar?-preguntó Leo ¿nervioso?
-No, no queremos ser un...-hablé pero fui interrumpida por Matilda y April.
-Por favor-dijeron haciendo un puchero.
Suspiré.
Leo, April y Matilda levantaron los brazos.
Entramos y se escuchó una voz desde una sala.
-¿Ya habéis llegado?-una mujer se asomó por la puerta de lo que parecía ser la cocina-No sabía que teníamos visita.
Se acercó a nosotras.
-Encantada, soy Victoria, madre de estos dos monstruos-se presentó riéndose.
-¡Oye!-dijeron Leo y Tilly a la vez.
-Un placer señora, soy _____, amiga de Leo y ella es mi hermanita April, amiga de Matilda-me presenté.
April y Tilly subieron a jugar, yo fui con Leo a su cuarto (7w7).
-¿Jugamos unas partidas al Fifa?-preguntó Leo.
-Claro-asentí cogiendo el mando que me daba.
Estuvimos 2 horas jugando.
-Bueno nosotras nos vamos que nuestro padre se va a preocupar-le dije a Leo.
Fui a por April y nos despedimos de Victoria.
Llegamos a casa y cenamos con nuestro padre, fui a arropar a April como hago siempre.
-Me lo he pasado muy bien hoy-dijo, sentada en la cama.
-Si, la familia Devries es muy maja.
-Sobre todo...-hizo una pausa-LEO-canturreó.
-¿Qué dices?-le miré confundida.
-Lo que oyes guapa, Tilly y yo hemos llegado a la conclusión de que vais a acabar juntos-explicó seriamente.
-¿Qué?-me reí-Eso es imposible.
-Ya veremos-murmuró April.
-Ahora a dormir-besé su frente.
Salí de allí, me puse mi pijama y me metí en cama.
Me dormí pensando en lo que dijo April. ¿Leo y yo juntos? ¡Jamás!