;Desafortunadas Mariposas

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→Título: Desafortunadas Mariposas
→ Autor: Hanon Gosal
→ Fecha de Creación: ----
→ Hora de Creación: ----
→ Fecha de Publicación: 13/01/2018
→ Canción Inspiradora: Faded
→ Lugar de Escritura: En algún estudio
→ Sonidos de Fondo: Lágrimas cayendo
→ Género: Drama

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Lo había planeado desde hace más de una semana, su madre saldría de viaje de negocios otra vez y la señora Olivia se iría cuando el reloj marcará las 6

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Lo había planeado desde hace más de una semana, su madre saldría de viaje de negocios otra vez y la señora Olivia se iría cuando el reloj marcará las 6.00 de la tarde. Después de que el robusto cuerpo de la vecina saliera con pasos pesados de la puerta de su hogar, Lana podía finalmente percibir el silencio absoluto de la soledad.

Podía escuchar como la madera crujía por su antigüedad o como las gotas de agua salían del lavamanos roto que aún conserva los desechos de la cena, la chica adoraba el sonido de la nada. El lugar donde podría estar segura de lo que pasaría y sus sentimientos podrían ser liberados después de un tormentoso día. Aun así una parte de Lana odiaba ese sitio, porque el silencio era acompañado de la ignorancia. Estaba sola, sola y libre de los demás, nunca había sido realmente buena para conversar con los demás niños de la escuela. Esto se complicaba más cuando las niñas mayores empezaron a verla como un juguete, Lana caía a la perfección en tipo de presa que ellas buscaban.

Cuando dejó de escuchar los pasos de la señora Olivia, se dejó caer en el frío suelo de mármol. Su cabeza se escondió entre sus piernas que aún tenía moretones púrpuras, y dejó que sus lágrimas cayeran sobre su rostro que no mostraba ningún gesto.

Estaba sola, y en lo más profundo de su ser deseaba ser salvada. Pero no podía interrumpir la vida de su madre, los sueños de ella se están haciendo y no podía ser un peso para su vuelo. Después de la muerte de papá, Bianca deshizo sus penas en trabajo y en viajes hacia países con nombres difíciles de pronunciar mientras que Lana lo hacía en su comedor observando la silla vacía de su padre.

Era el día que tomaría su decisión final, todo estaba hecho. Se paró y sus ojos cafés inundados aún con lágrimas observaron la puerta del baño que atravesaba el pasillo, mordió su labio con rabia y corrió dentro de él. Dejó que el agua caliente de la regadera llenara la tina mientras que escribía una nota que dejó en la mesa del comedor. Eran tres palabras.

«Vuela por mi»

Cerró la llave de la regadera y se quedó contemplando su reflejo en el agua, tenía miedo de hacerlo pero pensaba que era lo mejor. Solo faltaba una cosa, abrió el cajón y quedo sin palabras. No estaba, no estaba ahí, no estaba la secadora, no estaba el último ingrediente para morir. Saco todo lo que estaba adentro pero no había pista de la secadora.

Volvió a morderse el labio, otra vez había fallado. Tiró el mueble con una patada y se miró al espejo con desprecio. Sus ojos aún estaban rojos por sus lágrimas y su largo cabello dorado caía como cascada en sus hombros y espalda, entonces fijó su vista a la esquina de su reflejo.

Fragmentos de Cuentos Olvidados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora