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Parte I.

16 de junio, 2016.

1:54 p.m.

"Así que, ¿cuándo vendrás a casa?"

Es gracioso. Saber la respuesta no lo hace menos doloroso. O tal vez, es bastante doloroso. Como cuando tu pie se queda dormido y, después de haber pisado con él y haberlo sacudido, todavía no se siente del todo bien.

La mamá de Louis tiene esa manera de provocar esas cosas en él. De decir cosas y hacer que duelan.

Se aleja de Niall y Ed, esquivando una papa frita que uno de ellos ha tirado sobre la mesa, y dice la siguiente palabra en voz baja.

"Pronto."

Ella no le cree. Antes de que hable, él lo sabe. Y en realidad, no debería. Le dijo lo mismo hace una semana y hace un mes. Louis está yendo a casa "pronto" por casi un año.

La incredulidad es clara en su suspiro y la pregunta que realiza después. "¿Has comprado un boleto?"

"Todavía no." Dice. "No tengo mucho dinero ahora. Pero, pronto."

Su madre está callada por lo que se siente como una eternidad. Tamborilea los dedos sobre la mesa de café de madera, mirando a un autobús de un azul brillante pasar por la ventana y la calle. Niall sigue robando papas de su plato y Louis casi le dice que deje de hacerlo. Pero, de nuevo, conoce a su madre. Sabe lo que viene a continuación y que querrá toda su atención puesta en ello.

"Él no tiene mucho tiempo, Lou." Ella dice. Louis aprieta la mandíbula, pero sigue escuchando. Ella no habrá terminado hasta que lo haga sentir profundamente culpable. "Sé que esto es difícil para ti, amor. Pero tienes que volver a casa. Y pronto no es suficiente. Tienes que venir a casa ahora. Porque se reduce a semanas. Tal vez, incluso días."

Su voz se quiebra y el corazón de Louis también lo hace. Escuchando las lágrimas. (De su mamá, al menos)

"Tal vez no sientas ganas de despedirte," ella dice, entre lágrimas. "Pero, deberías. Porque si no lo haces, creo que lo lamentarás. Realmente lo creo."

Niall y Ed han dejado de luchar con sus alimentos. No porque hayan llegado alguna tregua, sino porque pueden ver la tensión en la firme línea de la boca de Louis. Tal vez, incluso, pueden escuchar a su madre llorar.

Louis decide dar por finalizada la llamada. Los chicos están buscando algo en él, con algo que luce alarmantemente como piedad y no puede soportarlo. Cuando la gente se compadece, siguen preguntas como "¿estás bien?" y "¿qué está mal?" y "¿cómo puedo ayudarte?" Pero la respuesta es siempre no, sólo no. No, no estoy bien. No, no te diré qué está mal. No, no puedes ayudar. Sólo no.

"Mamá, está bien. Te escuché. Prometo que iré a casa."

"¿Cuándo?" Pregunta de nuevo.

No dice pronto. Eso no va a ser suficiente esta vez.

"Reservaré un vuelo al final del día. Trataré de estar en casa la próxima semana," responde.

Ella suspira, como si fuera si respirara por primera vez en un largo tiempo. "Está bien," dice. "Eso suena bien, amor. Avísame cuando vengas. Enviaré a Lottie para que te recoja del aeropuerto."

"Claro, te llamaré después con más detalles," Louis dice, masticando una de las papas de su plato. Están empezando a enfriarse, pero sigue comiendo. Ya es bastante miserable. Duda que una papa fría empeorará algo más.

Finding Lou [Larry Stylinson] [AU/Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora