Finding Lou [Larry Stylinson] [AU/Español]

1.4

Parte II.

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18 de junio, 2016.

8:22 am.

La primera respiración que Harry toma por la mañana, llena sus pulmones directamente. Es profundo y satisfactorio. Su pecho se hinca con ello, y todos los sentimientos del día anterior se apresuran en llenar ese aire. Su primer pensamiento es Louis y se segundo pensamiento también. El tercero, es darse la vuelta y mirar el sol derramándose sobre la cara de Louis.

Pero se ha detenido en el cuarto pensamiento: que falta el calor del cuerpo de Louis contra su espalda.

Se sienta derecho y mira a el espacio a su lado, ahora está vacío. Mira hacia arriba, alrededor del departamento, pero ni siquiera es tanto el hecho de que parece que está vacío. Se siente vacío. Antes de que incluso se levante y se pasee por los alrededores, sabe que es el único que está ahí.

Busca en la habitación de todas maneras y en el baño. Revisa hasta el maldito armario.

"¿Qué mierda?" Respira, sacándose el cabello de la frente. Se lo ordena, colocándoselo en un moño desordenado y se coloca un par de calzoncillos. Encuentra el teléfono enterrado entre la pila de ropa y lo revisa, pasando mensaje de sus amigos, pero por supuesto, no hay nada ahí que pueda ayudarlo. Louis y él nunca intercambiaron números.

Su mirada capta algo, más allá del teléfono en su mano. Algo en el sofá donde estaba acostado. Se acerca y tira del cuaderno de cuero de Louis.

"¿Qué mierda?" Dice, de nuevo.

Mientras se coloca ropa, e ignora el pánico y el temor que se reproduce en su cabeza. Se dirige por el pasillo, golpeando la puerta del departamento de Ed, rebotando su pierna mientras espera. La puerta de abre de golpe. Ed está parado ahí con su cabello salvaje, y a pecho descubierto.

"Hola, siento despertarte," Harry dice.

"Sí, no hay problema. ¿Estás bien?" Pregunta Ed. Harry debe verse loco.

"Sí. ¿Está Louis aquí?"

Ed alza las cejas. Sonriendo confundido. "Pensé que estaba contigo..."

"Lo estaba," Harry dice, su estómago revolotea con los recuerdos. Piensa en ellos en la cama y su piel se calienta. "No está aquí ahora. Tampoco sus zapatos. Dejó su cuaderno, pero... ¿tienes su número?"

"No," Ed dice, tristemente. "Nunca me dio su número. Su teléfono estaba muerto casi siempre."

Harry suspira. "Bien. Si sabes de él, ¿puedes decirle que me pase a ver? ¿Puedes pedirle el número?"

"Sí, claro," Harry empieza a ir hacia su departamento. Ed le dice: "Por cierto, ¿cómo estuvo lo de anoche?"

"Perfecto," Harry responde sin vacilar. Tal vez fue tan perfecto que lo soñó. Tal vez, todavía está soñando y Louis ni siquiera es real.

Se toma un momento en su departamento para tomar una respiración profunda. Necesita muchas más antes de que se pueda mover de nuevo. Se hace una taza de té y la olvida en el mostrador para ordenar el lugar. Tira toda la ropa sucia en la lavadora y limpia el cenicero. Pasa un trapeador por el piso, y esponja los cojines antes de rociarlos con aromatizante.

Acuna su taza de té por treinta segundos y la vuelve a calentar.

Se siente igual de nauseabundo. Pero su corazón ha dejado de latir y eso, al menos, es suficiente por ahora.

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Abre la tienda tarde ese día y, para el momento en el que llega ahí, algunas personas han hecho una fila afuera de la puerta, mirándolo con ojos juzgadores y filosos. Sonríe, disculpándose, hurgando por sus llaves. Mantiene la puerta abierta para que ellos puedan pasar.