Al fin a tu lado (rin x len) [PAUSADA]

Capítulo 10. Un nuevo hogar

-n-no...para...eh....hola pequeño... ¿porque...me despertaste?, ¿ocurre algo?. -dije despertando ya que el pequeño gatito había interrumpido mi sueño.

-pero y mi tía, ¿donde esta? -me percate de que no estaba en la sala de espera durmiendo.

-¿a donde habrá ido? -mire la hora en mi celular y me percate de que era aun de madrugada, todo estaba obscuro excepto una parte de el pasillo donde estábamos, mire a la ventana y al parecer estaba lloviendo.

-¿porque se fue mi tía?, habrá ido por comida para desayunar.

Mientras miraba por la ventana se escuchaban llantos que provenían de la otra sala de la del joven.

-miiiuuu -maullo el pequeño gatito.

-tranquilo no pasa nada -dije acariciando sus pequeñas orejas.

Entonces al fin la puerta se abrió y salia de allí un doctor acompañado de una joven peli-azul y otro chico también, ambos envueltos en lágrimas.

-esperemos que con el tiempo valla recuperandose, y lo hará primero dios, tiene unas enormes ganas de vivir, no creo que se de por vencido.

Podía escuchar las palabras del médico, yo observaba aquel hecho curiosa, la chica estaba llorando en el hombro de el otro joven, ese chico, recuerdo haberle visto en otro lado -pensaba, mmmm...es cierto son los chicos que vi el otro día en la cancha de tenis.

-s-si no dejare de visitarle. -dijo la chica peli-azul.

Los chicos se empezaban a ir del hospital y enseguida entro mi tía haku.

-Rin-san, perdón por hacerte esperar tanto e irme sin haberte avisado -dijo mi tía, al parecer estaba agotada pues venia corriendo.

-si, no importa haku-san

-esta bien, me fui porque tenia que traer el auto para len ya que le darán de alta ¿recuerdas?

-oh es cierto, y ¿vivirá con nosotros? -pregunté.

-claro, no me gustaría dejarle con otra familia, además nosotros ganamos bien y no se me hace justo no ayudarle.

-valla tía eres una persona muy amable con la gente.

-gracias, solo tenemos que esperar a que el doctor vuelva para ayudarle a len.

-si.

Nos sentamos a esperar a el doctor, mientras tanto el sol ya se estaba haciendo presente y el tiempo avanzaba hasta que dieron las 8:00 de la mañana al fin, entonces fue cuando el doctor llego al fin e hizo una seña de que pasaramos a la habitación.

-ohayo gozaimasu. -dimos los buenos días mutuamente.

-ohayo -asintió el médico.

Entramos a la habitación y el chico ya estaba despierto mirando hacia el techo, bajo la vista para mirar quien había entrado a la habitación.

-ohayo len ¿como amanesiste? -preguntó haku-san.

-bien, ya un poco mejor.-dijo.

-al parecer ya se ve mejor a como llegó ese día. -dijo el doctor.

-bien, ¿preparado para irnos? -dijo mi tía.

-s-si -asintió el joven.

-bien pues vamos a casa.

Ayudamos al joven a bajar de la camilla, podía notarse que estaba aun débil.

-vamos cielo con cuidado -lo ayudaba mi tía.

Al fin después de ayudarlo nos despedimos del doctor y bajamos de ese piso para por fin ir al auto, mi tía le trajo un abrigo muy acogedor y una bufanda, ya que debía cuidarse muy bien igual le ayudo al joven a subir al vehículo.