Capítulo 3

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JongIn salió de la universidad ya muy de noche y muy cansado, pero por lo menos ya había terminado su trabajo y se lo había enviado al profesor Choi.

ChanYeol lo acompañó hasta el paradero, para asegurarse de que no le pasara nada malo.

-Te me cuídas, me avisas cuando estés en tu casa.

JongIn rodó los ojos divertido.- , papá.

-Yah, sólo me preocupo por ti.

-Lo , gracias, ChanYeol.- El más bajo se acercó y lo rodeó con sus brazos.- Muchas gracias...adiós, nos vemos el lunes.

-¿ah? ...adiós, Nini.- Gritó agitando su mano cuando el menor ya estaba en el bus.

JongIn le sonrió y se despidió igual con la mano.

✴❇✴❇✴❇

El menor abrió la puerta sigilosamente, rogando que KyungSoo no estuviera en casa. La cerró lo más despacio posible y se volteó, recargando su peso en la puerta. Suspiró aliviado, las luces estaban apagadas, lo que significaba que el mayor todavía no había llegado a la casa. La suerte estaba de su lado.

Se dirigió a su habitación y se desvistió, para luego ponerse su cómoda pijama. Fue a la cocina para prepararse algo de comer, ya que moría de hambre y no había comido nada en casi todo el día.

Puso agua en una olla a calentar y esperó a que hirviera para luego finalmente meter los fideos. Se sentó en las sillas de la mesa a esperar a que los fideos estuvieran listos, de repente se sobresaltó al recordar que no le había avisado a ChanYeol que ya había llegado a su casa.

"De seguro está preocupado" Se dijo JongIn. Se dirigió a su habitación en busca de su celular y regresó otra vez a la cocina.

Para: ChanYeol Hyung

↪Querido papá, le comunico que ya llegué a casa. Sano y salvo como esperaba. Ya no te preocupes que se te va a caer el cabello.

JongIn rió por el mensaje que le había enviado y bloqueo su celular, ya que el agua empezó a salir de la pequeña olla. Apagó la cocina lo antes posible y coló los fideos. Se sirvió una pequeña porción, guardando un poco para KyungSoo por si llegaba con hambre y le agregó un poco de mantequilla, que se derritió por lo caliente que estaban los tallarines.

Se sentó otra vez y probó el primer bocado de su comida, quedando satisfecho del resultado. Y así sucesivamente hasta que el ruido de la puerta siendo cerrada fuertemente lo sobresaltó, interrumpiendo su comida.

MaltrataD.Or.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora