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Hola pequeñas criaturas! :D

Primero que nada me disculpo por tardar tanto en actualizar, no tenía mucha inspiración u_u afortunadamente volvió y con eso les traigo una sorpresa: debido a la extensión de la última parte volví a dividir la historia en cuatro, quedando una parte extra ^_^ (No se preocupen, la actualizaré en unas horas más, por ahora disfruten la lectura)



-Cómo tú gustes, dulzura- Dijo Yoongi, quien continuaba trazando un camino de besos por todo el cuello del pelinegro hasta llegar a sus clavículas, se separó despacio no sin antes dar una certera mordida sobre la piel del menor, haciendo que este gimiera entre el dolor y placer que esa punzada provocaba.

Jimin se acercó a la mesa y buscó con la mirada su próximo postre; el clima dentro de la casa era fresco por lo que el helado aún mantenía su textura "Debería probar esto antes de que la temperatura se 'caliente' más" pensó el chico perversamente. Tomó el recipiente con sus manos y lo trajo consigo sosteniendo de nuevo la cuchara.

-Menta... - Dijo el menor tras deleitar su nariz con el olor tan característico de ese sabor. "Es perfecto" contempló al tiempo que imaginaba su próxima jugada, tomó un poco del helado con la cucharilla y le ofreció al contrario, quien lo miraba curioso- Abre la boca, hyung.

-Pensé que eras tú quien quería probarlo- Musitó el mayor alzando una ceja extrañado, al tiempo que se acercaba abriendo la boca, esperando entender los planes del menor.

- Quiero probarlo, pero tengo mi propia manera de hacerlo- Dijo el pelinegro ligeramente ruborizado mientras acercaba sus labios al chico de cabellos grises, dejó el recipiente sobre la mesa y comenzó a jugar con la boca del mayor nuevamente, disfrutando el nuevo sabor que había adquirido mediante el roce de sus lenguas. Sus manos se fueron colando por el pecho del contrario y fue desbrochando cada uno de los botones de su camisa sin interrumpir el beso.

-Minie, ¿Qué haces?- alcanzó a decir Yoongi cuando se separaron por falta de aire. El menor había desabrochado su camisa por completo dándole una seductora vista.

-Sólo... déjate llevar...- Susurró Jimin al tiempo que tomaba otra porción de helado y lo llevaba a su boca. Sus carnosos labios atrapando la cucharilla creaban una imagen que sólo provocaba escalofríos en su novio. Volvió a colocar el helado en su lugar y movió ambos lados de la camisa dejando el pecho de su amado totalmente descubierto-

-¿Qué estás hacien.... ¡Agh!- Gimió el mayor cuando la lengua del más joven se pasó por su pezón derecho, el frío del helado y la frescura de la menta se combinaban creando una sensación extremadamente placentera sobre la piel del contrario, dejándolo más sensible que de costumbre.

-¿Te gusta?- Preguntó el menor con una pícara sonrisa mientras se separaba para comer otra porción de helado.

-Me encanta... ¡agh! Jiminie, no hagas eso- Gimió Yoongi al sentir la húmeda boca de su novio morder su otro pezón, mientras que con su mano comenzaba a estimular el otro.

-Me pides que no lo haga pero tus gemidos y tu cuerpo me piden que siga, hyung- Comentó el pelinegro burlonamente mientras pellizcaba los botones del contrario. La habitación comenzó a inundarse en gemidos y suspiros cuando Jimin comenzó a repartir besos por el pecho y abdomen del mayor, deteniéndose poco antes de llegar al borde de sus pantalones. Pensaba continuar pero las manos de Suga lo detuvieron evitando que hiciera cualquier movimiento. El menor sonrió sabiendo lo que vendría a continuación.

-Desnúdate- Sentenció el mayor, quien se recuperaba poco a poco del placer que antes le había brindado el más joven. Ahora él comenzaría a tener el control.

El rostro de Jimin dibujó una sonrisa que hacía desaparecer sus ojos. Cuando Yoongi le ordenaba que se desnudara su cuerpo se calentaba repentinamente; el peli-gris se recargó sobre el sofá contemplando la excitante vista que el menor le estaba ofreciendo. Poco a poco desabrochó cada botón de su camisa y se despojó de aquella prenda, haciendo suspirar a su novio que lo contemplaba en silencio.

Se sentó sobre el sofá para desanudar sus zapatos y tirarlos en el suelo junto con los calcetines y acomodó su cuerpo a horcajadas sobre el contrario, quien había comenzado a acariciar su entrepierna sobre la ropa. Jimin arqueó su cuerpo rozando su entrepierna con la del mayor, sabía perfectamente que esos movimientos de cadera volvían loco a su novio.

-¿Quieres terminar de desnudarme tú, o lo hago yo?- Susurró el chico de cabello negro lamiendo el lóbulo de la oreja del contrario al mismo tiempo que volvía a rozar sus entrepiernas, provocando un gemido por parte de su acompañante.

-Lo haré yo, pero necesito que me ayudes con mi molesta ropa- Comentó Yoongi con el mismo tono seductor que su amante. Ambos se levantaron y desabrocharon el pantalón del contrario bajándolo lentamente, sus miembros erectos sobresalían de la tela de sus boxers, deseosos de más contacto.

Unieron sus bocas en un profundo y húmedo beso mientras volvían a sentarse, el mayor se quitó los calcetines y los zapatos mientras que Jimin lo despojaba de su camisa besándolo en el cuello. Sólo quedaba una prenda por quitar.

-¿Quieres estar arriba o abajo, amor?- Preguntó el chico de cabello gris quien juguetonamente bajaba la ropa interior de su novio hasta dejarlo totalmente desnudo mientras pensaba su respuesta.

- Has planeado todo esto para mí, Suga, no encuentro mejor manera de compensarte que dejar que me domines esta vez- Dijo Jimin morbosamente mientras imitaba al mayor hasta dejarlo totalmente desnudo. El contrario sonrió y miró la mesa con postres buscando algo en particular, claramente tenía una nueva idea.

- Ponte en cuatro dulzura, te voy a preparar de una forma diferente esta vez.- Comentó Yoongi sin dar más detalles al respecto. El menor únicamente obedeció apoyando sus manos sobre la recargadera del mueble y alzando su trasero a la vista de su novio.

El pálido chico busco con la mirada un postre en particular y cuando lo encontró, sus ojos brillaron. Con sumo cuidado tomó de la mesa un pastelillo cubierto de crema y lo atrajo cerca de ellos. Jimin veía con el rabillo del ojo y se mordió el labio imaginando lo que le esperaba. El mayor tomo la crema entre sus dedos y con suma delicadeza comenzó a untarla sobre la entrada del pelinegro, el cual comenzó a quejarse al sentirla fría sobre su intimidad.



 Continuará...


Besos con sabor a chocolate (YoonMin lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora