Una travesura o dos

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"Una vez que un dragón en su mayoría de edad elige a una pareja se vuelve posesivo de ella, una marca del color de las escamas del dragón aparecerá en el cuello de el o la elegida y durante el primer año no permitirá que otros dragones se le acerquen, este aire de posesividad puede manifestarse antes de la mayoría de edad hacia una potencial pareja", estas fueron las palabras de los dragones a sus hijos mientras rezaban por que sus necias cabezas entendieran lo que querían decirles.

Fuego y rayo se acumulaban alrededor de los dos dragones y la tensión entre ellos crecía segundo a segundo. Disfrutando del espectáculo, Liz se sienta en la barra mientras desayuna, si Natsu podía resistir el primer ataque de Laxus entonces las cosas se pondrían interesantes de verdad, si no, acabaría noqueado de un golpe igual que todas las veces anteriores.

- ¿Cuál es el problema con que Elizabeth venga conmigo? No sería la primera vez -
La sonrisa orgullosa de Laxus sólo hacia que su apariencia de chico malo tuviera puntos extra a ojos de la pelinegra pero para Natsu no es más que una provocación.
- El problema es que el día de hoy ella iba y VA a estar conmigo -
La sola imagen de volver a verla entre los brazos de Laxus hacia que se le revolviera el estómago... Pero seguía sin saber por qué.
- Ella lo acaba de decir, prefiere pasar el día conmigo~ -
Esa es la gota que derrama el vaso ¿Por qué ella había elegido a Laxus? ¿Qué tenía de especial pasar el día con él? Aprieta los dientes con fuerza antes de lanzarse puños primero hacia Laxus, las llamas envolviendo sus brazos crecen con cada paso que se acerca a su objetivo, el silencio expectante del resto del gremio rodea la escena...

Y Natsu cae al suelo inconsciente de un sólo golpe como siempre; aún después de haber derrotado a Laxus cuando trató de tomar el liderazgo del gremio por la fuerza no había podido volver a tocarlo siquiera después de los Grandes Juegos Mágicos.
- Aahh... Tan rápido como siempre, el día que logre estar más de tres minutos consciente habrá que celebrar-
Liz suelta un suspiro decepcionado mientras el equipo de Natsu se encarga de llevarlo a la enfermería y Laxus se acerca con una sonrisa triunfante en el rostro.
- No te creas tanto, Laxus, eso difícilmente fue una pelea -
Y el rubio lo sabía, sabía que a un encuentro de menos de tres horas no podía llamarsele pelea pero eso no le restaba satisfacción a su pequeña victoria.
- Creí que lo habías disfrutado, sé que te gusta hacernos pelear -
Esta vez quién sonríe es Elizabeth, no con una sonrisa dulce como las que las demás chicas del gremio repartían por el mundo, nah, esta era una sonrisa cruel, Laxus conocía sus pequeños caprichos y a ella le gustaba que los conociera.
- Bueno ¿Qué vamos a hacer hoy, señor mago de clase S? -
El cambio abrupto de tema le decía a Laxus que había dado en el clavo y eso solo ensancha su sonrisa. Cuando está a punto de sugerir un encuentro más personal en su departamento la joven se levanta de un brinco camino al tablero de peticiones.
- Oh cierto, necesito dinero para pagar la renta de este mes~ No te molestará ayudarme ¿o sí? -
Lo mira de reojo y contiene una risilla cuando ve sus intenciones frustradas, después de todo no mantenías el interés de uno de los magos más fuertes siendo complaciente con él.

Laxus chasquea la lengua rascándose la nuca antes de encogerse de hombros y seguirla al tablero, si utilizaba de manera correcta sus dotes seductores podría tener un poco de placer aún estando en una misión.

Liz al igual que él vivía en departamento propio y no en los dormitorios del gremio, les gustaba contar con privacidad y calma de vez en cuando pues hasta en los dormitorios sus compañeros eran revoltosos. Vivir solos además les daba ventajas cuando deseaban pasar un "tiempo a solas", no tenían que darle explicaciones a nadie y tampoco preocuparse por recibir visitantes inesperados, por supuesto eso incluía la intimidad sobre quienes entraban a sus habitaciones y quienes no.

-No tomaré peticiones aburridas, déjame decirte de una vez... -
La joven de cabello negro sonríe y asiente, conocía de antemano los gustos del dragon slayer del rayo, no era la primera vez que tomaba una misión con él como su compañero después de todo y también sabía que siendo de clase S no se conformaría con una simple misión de bandidos, el problema radicaba en que ella no compartía el nivel de Laxus, al menos en cuanto a título se refería. Controlar los elementos ya era en sí una ventaja prominente sobre sus oponentes, ser una dragon slayer le otorgaba además esos repentinos estallidos de determinación y poder que parecían caracterizar a los de su "especie", sumado a ello podía consumir la magia de sus compañeros dragones exceptuando a Cobra pues el veneno no estaba dentro de sus posibilidades de digestión. Liz se sabía fuerte dentro del gremio y fuera de él, pero ya que la fortaleza de su magia venía de sus emociones al igual que Natsu no era una fuerza constante.
- ¿Qué te parece esta? -
De entre los muchos papeles que cubrían el tablero de peticiones toma uno que pone directamente frente al rostro de Laxus, incapaz de contener su risa al sentir el rostro del rubio estrellarse contra el papel; con un bufido molesto el hombre aparta el papel antes de leer las especificaciones de la misión:
"Se busca mago poderoso que pueda exterminar a la criatura emergida del mar, la bestia ya ha devorado a un número alto de magos y tememos por nuestro pueblo"
- ¿Devorado? -
Laxus enarca una ceja mirando a la joven delante de él, eran raras las veces que los monstruos devoraban a la gente además de causar grandes estragos, Liz por otro lado se encoge de hombros con una sonrisa burlona en el rostro.
- Ey, no me mires a mí, no es como que yo lo hubiera llamado. Además si te come yo no podría recriminarle nada, por el contrario, que buen gusto de su parte~ -
La coquetería nunca sobraba entre ellos y esa frase revive las esperanzas de Laxus de compartir sábanas con la chica a lo largo de la misión.
- ¿No preferirías ser tú quien me "devorara"? -
- Todo a su tiempo, niño impaciente~ -

Sin esperar una respuesta la joven le quita la petición y la lleva con Mirajane para que la apruebe, la recompensa sobraba para pagar la renta de ambos y un poco más, pero era el otro incentivo lo que hacía que a la joven le escociera la piel de emoción...

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2016 ⏰

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