Capitulo 3

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Me despierto en la misma posición en la que recuerdo haberme quedado dormida mientras pensaba en los hoyuelos de Dan. Parece increíble que lo haya conocido ayer porque , sinceramente, aun que me avergüence decirlo, me estoy volviendo loca por el. Su actitud prepotente y tajante hace que desee saber mas de el, quiero saberlo todo...

Salgo de casa para reunirme con las chicas para ir caminando al instituto. Cuando llego al punto acordado todavía ninguna de las dos ha llegado y me pregunto donde estarán, así que me decido por llamarlas por teléfono para preguntárselo. Pero en el instante en el que voy a sacer mi Iphone del bolsillo trasero de mi vaquero negro, veo que Dan se acerca.

En ese mismo momento dejo de respirar, mis pulmones se cierran para no dejar pasar al aire, mi estómago se achica, por mi garganta baja un nudo, las piernas me tiemblan, el corazón me late tan fuerte que temo que me de un ataque y estoy nerviosa hasta tal punto, que noto como se dilatan mis pupilas por el contacto visual que sus ojos verde esmeralda entablan con los míos color avellana.

-Hola- digo cuando esta lo suficiente cerca como para oírme.

- ¿que hay?- dice Dan , rompiendo todos mis esquemas. No me puedo creer que me haya hablado, en el interior de mi subconsciente albergaba la esperanza de que me hablara pero pensé que lo fuera hacer. Entonces, me doy cuenta de que no le he respondido porque estaba inmersa en mis pensamientos.

- aah.. Bien¿Y tu?- le digo con la esperanza de que empecemos una conversación y pues resolver alguna de mis preguntas.

- Bien ¿Estas esperando a Iris y a la otra?- dice con un tono desinteresado que lo hace bastante interesante cosa que creo que le gusta.

- si, estoy esperando a Iris y a Clara- digo resaltando el nombre de Clara por el poco interés que ha mostrado.

- Perdona ajjajajaja, que repipi eres- dice entre risas marcando sus hoyuelos y me es casi imposible enfadarme por su comentario.

Ambos empezamos a reírnos y por un momento siento que algo entre nosotros encaja. Nuestras risas son sonoras pero crean una harmonía casi adorable, lo observo mientras se ríe y parece feliz verdaderamente. Y entonces empieza hablar con su perfecta voz, grave pero cálida a la vez.

-¿ y si vamos caminando nosotros? Porque paso de estar aquí esperando- dice sin apartar su mirada esmeralda de la mía.

- Ehh... Pues no se, es que si llegan y no me ven se pueden enfadar...- digo von la esperanza de que no sea el que se enfade.

- Pues ponles un mensaje diciendo que os veis en el instituto. Bueno a no ser que sea una excusa para no ir conmigo por que me tienes miedo...

-¿Qué? No te tengo miedo. Vena vamos- digo mientras me adelanto pasando por su lado con actitud prepotente muy típica de el.

Lo oigo reírse detrás mia.

- ¡Ey esperame! Que no tenemos tanta prisa - dice a la vez que me coje por el codo para frenarme. Me encanta.

- Por cierto, que guapa estas, esos pantalones te marcan el culazo de una forma increíble - dice mientras pasea su mirada por todo mi cuerpo de arriba a abajo.

Con solo oírlo me ruborizo, noto como su mirada se posa en mi y eso hace que todo el calor de mi cuerpo ascienda hasta mis mejillas haciendo que ardan de la vergüenza que siento.

- ¡callate idiota!- le digo a la vez que me muerdo el labio inferior con ansiedad intentando ocultar la sonrisa que amenaza con delatarme.

Se ríe a a vez que se hecha el pelo castaño oscuro hacia atrás lo que provoca pues volver a ver sus ojos esmeralda que ahora están brillantes. Mientras observo con expectación el brillo de sus ojos, el sigue riéndose y sin previo aviso coloca su brazo sobre mis hombros. Su iniciativa me sorprende tanto que no puedo evitar sonreír mientras me quedo mirando su mano encima de mi hombro.

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