About me

Capitulo 4

Nos dentamos en la hierva verde que cubre todo el parque, llevamos vente minutos aquí parados en silencio. Pero a pesar de no estar hablando, no es incómodo, es un silencio agradable en compañía.

Estamos sentados con las rodillas dobladas y el tiene su mano apoyada en mi muslo, es increíble como tan solo el roce entre su piel y la mía hace que se me erice el vello. Es como si mi cuerpo reaccionase de una diferente cuando es el quien me toca, es un tacto cálido y agradable.

De repente saca su mano de mi muslo pero no para irse, sino para tumbarse sobre la hierva y atraer mi cuerpo hacia el suyo.

- Ven Emery, túmbate aquí conmigo- dice tumbado con los ojos cerrados mientras tira de mi.

- No me quiero manchar el pelo- digo en tono seco

Entonces abre un ojo y se ríe de lado, yo pongo morritos como si fuera una niña pequeña castigada sin caramelos. Entonces empieza a hacerme cosquillas y no puedo evitar hacerle cosquillas a el. Nos rebozamos por todo el césped uno encima del otro y cuando decidimos que ya basta de cosquillas, me coje en brazos para tumbarnos. Pero consciente de que no quiero mancharme el pelo, me coje la cabeza y la apoya en su abdomen. De forma que el esta tumbado en la hierva y yo con la cabeza encima de su tripa y con las piernas estiradas sobre el césped. Es la mejor forma en la que se me ocurre estar, junto a el, siempre junto a el.

- Así esta mas cómoda señora Emery- bromea

- señorita Emery, todavía no estoy casada- le contesto sonriendo a la vez que le enseño mi mano desnuda de alianza.

- Eso tiene fácil solución...- dice entre dientes en un tono casi inaudible y por el rojo avergonzado que cubre sus mejillas, decido hacer como si no lo hubiera escuchado.

Empezamos hablar de cosas sin importancia de la vida como si soy rubia natural, porque las nubes tienen formas... Aunque lo que me apetece preguntarle de verdad es sobre su historia, sobre du vida, su familia, sus tatuajes pero temo que su inestable humor ponga fin a esta tranquila mañana en el parque.

Entonces me doy la vuelta y me coloco tumbada boca abajo con la cabeza apoyada en las manos y las rodillas flexionadas con los pies levantados y me quedo observándolo. Se da cuenta de que estoy recorriendo todo su cuerpo con los ojos.

- ¿Que pasa Emery?- Adoro la forma en la que enarca una ceja y pronuncia mi nombre.

- No nada..- digo- Bueno, en realidad me preguntaba por tus tatuajes- decido ser valiente y tentar al destino, o mas bien, tentar al demonio que se esconde dentro de mi chico.

-¿Mis tatuajes?- dice con curiosidad, supongo que no estará acostumbrado a que la gente tenga el valor de preguntarle por algo tan intimo precisamente a el.

- Si, quiero verlos y saber porque te los hiciste...- digo, esta vez con menos decisión que la anterior.

-Vale- dice, y su respuesta me desconcierta tanto que una sonrisa ingenua ilustra mi rostro.

Se quita la camiseta y no puedo evita que mi mirada vaya directa a sus abdominales perfectamente definidos en su piel bronceada y turgente. Está tan musculado y definido que parece un modelo de colonia como "invictus". Entonces me doy cuenta de que no he apartado de la vista de su cuerpo escultural y no puedo evitar ruborizarme y sonrojarme avergonzada. El sonríe y detecto picardía en su mirada y en su manera de sonreír, es adorable.

- A ver, pues estes dos de aquí me los hice con quince años- dice a la vez que señala un tatuaje que le cubre el hombro izquierdo y una rosa con espinas que tiene en la parte de dentro de la muñeca- el del hombro no tiene ningún significado, solo me lo hice porque me salió de los huevos y las dos rosas me las hice cuando murieron mi abuela y mi abuelo por parte de madre.