7. Felicidad.

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Felicidad.

– ¿A quién esperamos?– preguntó Yuu mientras jugaba con el balón de fútbol. Suspiré.

–A Hana, ¿cuántas veces te lo tengo que repetir?– pregunté mientras empezaba a reírme.

Yuu estaba botando la pelota con su cabeza, le miré con interés.

– ¿Qué vas a hacer cuando termines el instituto?– pregunté por curiosidad.

Yuu sonrió y pasó a botar la pelota con los pies.

– ¿No es obvio? Voy a ser futbolista– respondió cogiendo el balón entre sus manos, se paró y me miró.

– ¡Oooh! Ahí está Hana– dijo de repente, levantó la mano y la agitó.

Me di la vuelta y vi a Hana con su andar calmado y torpe.

–Siento la tardanza– dijo nada más estar cerca de nosotros.

–No pasa nada Hana– respondí mientras le dedicaba una sonrisa.

Empezamos a andar.

Al principio el silencio que se formó era algo incómodo, lo cual me extrañó puesto que yo amo que todo esté en silencio.

Bajé mi mirada y vi mis zapatos.

– ¿Y qué vais a hacer juntos?– preguntó de repente Yuu. Levanté la mirada y vi al frente.

–Hana me va a ayudar con las matemáticas– vi a Yuu.

–Ya claro, ayudar– dijo mientras me daba un codazo y me miraba con perversión.

– ¡Yuu!– exclamé sonrojado.

El de pelo negro se puso delante de nosotros mientras nos miraba y caminaba hacia atrás.

– ¿De verdad crees que te dejaría a solas con mi Hana?– preguntó Yuu, luego se puso entre Hana y yo y la abrazó. – ¿Verdad Hana?

–Por favor Yuu-san no haga esas bromas– respondió Hana con la mirada bajada.

–Aaay de verdad, los dos sois igualitos, no soportáis ninguna broma– Yuu fingió estar enfadado y apresuró el paso dejándome solo con Hana.

Me acerqué con disimulo a Hana.

– ¿Siempre es así?– pregunté en un susurró.

Hana levantó la mirada y sonrió viendo hacia Yuu. No dijo nada, solo asintió y esa sacudida de cabeza en signo de afirmación me pareció realmente hermosa.

Veinte minutos después llegamos a la casa de Yuu.

–Yo me despido de vosotros, espero que no hagáis cosas raras– dijo mientras abría la puerta.

–Si cuando dices cosas raras te refieres a ecuaciones, da la casualidad que eso mismo haremos– respondí.

–Ya claro– dijo riéndose. – Adiós, os veo mañana.

–Adiós Yuu.

–Adiós Yuu-san.

Caminamos calle abajo y entramos en la casa de Hana.

–Ya estoy en casa– dijo Hana en alto, pero nadie respondió.

– ¿No están tus padres en casa?– pregunté mientras me quitaba los zapatos.

–Mi madre está trabajando, dentro de nada tiene que llegar– respondió mientras esperaba a que yo estuviera listo.

– ¿Y tu padre?– Hana bajó la mirada, entonces me di cuenta del error que hice. – Perdona, no quería incomodarte.

Hana levantó la mirada y me vio.

–No pasa nada– respondió con una sonrisa incómoda.

¿Y este cambio de actitud?

Me pregunté mientras la seguía a su habitación.

Cuando entramos Hana se sentó en la cama.

–Siéntate donde quieras, voy a la cocina y ahora vuelvo– dijo mientras se levantaba.

Me quedé a solas, pude ver la enorme librería que tenía Hana, repleto de libros. Me levanté y me acerqué con curiosidad a ver los libros.

Cogí uno de lomo rojo.

En ese mismo momento entró Hana con una bandeja entre las manos.

Dejó la bandeja en la mesa y se acercó a mí.

–Es mi libro favorito, si quieres te lo presto– dijo sonriendo. Asentí y lo guardé en mi cartera.

– ¿Por qué eres tan diferente?– pregunté, Hana se sentó en la silla de su escritorio y me dijo con la mirada que me sentara en la otra.

–Porque en el instituto me vigilan y tengo miedo de ser como en realidad soy– me sorprendió esa confesión.

Me senté en la silla.

–Bueno, conmigo en el instituto puedes ser como tú eres en realidad, no te voy a juzgar por ello.

Hana sonrió y asintió.

Esa fue la primera vez que la vi sonreír de felicidad.

Siento la tardanza, pero no tenía ánimos para escribir nada.

Pero ya estoy mejor así que he vuelto. (Aunque tampoco he tardado tanto ¿no?)

Espero que os haya gustado.

With love:

Michelle-Taisho14

La primera de muchas veces [the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora