3. La azotea.

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La azotea.

Para mi mala suerte el primer día me tocaba educación física, asignatura que odiaba con todo mi corazón.

Cansado salí de clase, delante de mí iban todos los demás compañeros con sus grupos de amigos.

–Es la preferida de clase, un día de estos te juro que haré que se calle para siempre– unas risas aprobaron la futura macabra acción.

–No, pero ya enserio Hana es una idiota– dijo otra chica.

–Sí, con su sonrisa de inocente y sus dulces palabras– la chica de pelo negro se puso delante de las otras chicas y las paró.

–Miradme soy Hana y soy una idiota que solo sabe chuparle las pelotas a los profesores– las miré asqueado.

¿Qué ha hecho ella para que la insulten así?

Suspiré mientras me paraba un momento, no tenía ninguna gana de ir hacia una clase donde se encontraba esas cosas. Sí, cosas, no se les pueden llamar personas a cosas como esas.

Miré hacia atrás y vi a Hana. Sí, se llama Hana, Hana Tachibana. No parecía afectada por las palabras que decían esas víboras disfrazadas de personas.

Pasó por mi lado sin ni siquiera mirarme. Después de unos segundos volví a andar para ir a la sala de educación física.

Espera, eso dónde se encontraba.

Me maldije internamente por no seguir a alguien del grupo de clase. Cuando ya tenía las esperanzas por los suelos vi a Hana. Decidí seguirla.

Subimos las escaleras y pasamos por pasillos, para luego volver a subir escaleras.

Empiezo a pensar que no se dirige al gimnasio.

Pensé al ver como abrí una puerta metálica de color verde. Me encogí de hombros.

De todas formas no quiero ir a educación física.

Pensé traspasando la puerta.

El aire de la azotea me golpeó la cara muy suavemente. Caminé con una sonrisa en mi rostro hasta llegar a la barandilla.

Os echo de menos chicos.

–Takanori-san, ¿qué hace aquí?– me di la vuelta. Hana estaba sentada, en sus piernas había un libro de portada verde.

–Me perdí, te seguí y llegué aquí– ella se levantó rápidamente.

–S-si quiere le lle...–

–No hace falta, de todas formas no me apetece dar clases de educación física– ella bajó la mirada y sonrió. Se volvió a sentar y continuó con su lectura.

Con curiosidad me acerqué a ella. Me senté a su lado. No parecía tener ganas de hablar, pero yo sí. Desde hacía horas quería hablar con alguien, y ella tenía algo que me hacia querer hablarla.

– ¿Te gusta leer?

Muy bien Takanori, que pregunta más estúpida.

Me golpeé internamente por mi pregunta, pero no pareció importarle lo estúpido que esta fuera. Ella solo asintió.

– ¿No tienes amigas?– pregunté como si fuera algo de lo más normal.

Esta vez ella no me dijo nada, solo siguió con su lectura y decidió ignorarme.

–Si te he molestado dímelo, solo quiero hablar con alguien– ella suspiró y asintió.

Un silencio incómodo apareció, o por lo menos para mí era incómodo.

– ¿No te molesta que te insulten?

Hana cerró el libro con fuerza y se levantó, no dijo nada y se fue.

Esa fue la primera vez que la enfadé, o esa fue la impresión que a mí me dio.

Espero que os haya gustado.

Saludos.

With love:

Michelle-Taisho14 

La primera de muchas veces [the GazettE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora