Mil. Diez mil. Cien mil. ¿Cuántas personas han sido olvidadas desde el principio de los tiempos? Diez mil. O tal vez la suma es un número tan grande que no existe. Un infinito. Aunque creo que, citando a John Green: "hay infinitos más grandes que otros infinitos". Es decir, el número de personas olvidadas es un infinito, pero, por ejemplo, el número de moléculas existentes en el mundo es un número más grande. Un infinito más grande. Pero volvamos con las personas olvidadas. De qué sirve vivir si dentro de cien, trecientos o tal vez mil años seremos olvidados para siempre, nuestra marca en la tierra se habrá borrado con el paso del tiempo. El tiempo es un factor inevitable en la vida, como la muerte. Aunque, en mi opinión, el olvido es peor que la muerte.
Las personas anhelan que, aún después de la muerte, alguien los recuerde. La lucha por quedar en la historia ha llevado a los seres humanos a sacrificar su vida o sentenciarse a la muerte. Es decir, prefieren morir y ser recordados (aunque en algún momento van a ser olvidados por todo ser existencial) que vivir sin dejar una huella. Un ejemplo son los asesinos seriales. Son meticulosos, elocuentes, fríos y calculadores, demasiado inteligentes para ser descubiertos, entonces ¿por qué los descubren? Estos suelen dejar pistas de su verdadera identidad en las escenas del crimen para que los descubran y así pasar a la historia. En otras palabras, se sabotean a ellos mismos para que no los olviden. Esto se debe a que tenemos la presión inconsciente de realizar un acto que nos haga "inmortales". Es más fuerte el impulso de vivir aun cuando estemos muertos, que el impulso de vivir cuando estamos vivos, ya que eso implica desafiar lo inevitable. Y nosotros, como raza humana, no tenemos una mayor tentación que esa.
¿Conocen a León Trotsky? ¿Joseph Goebbels? ¿Fidel Castro? Estos son unos de los muchos que han sido "borrados" de la historia por diversas razones. La fuerza de los medios de comunicación es inigualable, te puede hacer pertenecer a los dos grupos que estamos comparando: los olvidados o los recordados. Trotsky no es recordado, pero Stalin sí; Goebbels no es recordado, pero Hitler sí. Stalin quería que olviden a los diversos dirigentes de la URSS a lo largo del tiempo y ser él el único recordado, por lo que borró de las imágenes a Trotsky; Hitler eliminó a Goebbels, su mejor amigo y mano derecha, para poder gozar de su fama solitariamente. Puedo afirmar que la historia es cruel, tal vez más cruel que la muerte. Ya que, junto al tiempo, concretan lo inevitable. Tal vez, solo tal vez, Hitler pensó en esto: los factores inevitables y los grupos que se recuerdan o los que se olvidan. Tal vez, quiso formar parte del grupo que solo el tiempo puede degradar, haciendo evitable lo inevitable solo por un tiempo. Pero esto nunca lo sabremos debido a nuestra querida amiga la muerte.
Por último, decir que examino dos grupos, (los olvidados y los recordados) no significa que a uno en particular pertenezcan los vivos y a otro los muertos. No me malinterpreten. Los vivos pueden estar en ambos grupos y los muertos también, pero lo que determina a qué grupo perteneces es qué factores inevitables afectan a tu persona. En la historia, no hay ni buenos ni malos, ni psicópatas ni héroes, si no los que no son olvidados.
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Thoughts
Ficțiune adolescențiPensamientos de un adolescente común y corriente. Una perspectiva diferente sobre la vida. Las cosas cotidianas en profundidad.