capítulo 9

6 2 0
                                    

No sabia el porque lo había traído hasta aqui, ni siquiera a mi me atraen mucho estos lugares, sin embargo, no me arrepiento, debe relajarse más, se nota a kilómetros que tiene años de no venir a un lugar como este; donde el olor a alcohol inunda tus fosas nasales, chicas de todo tipo están dispuestas a darse un buen polvo con los chicos con él, todas las drogas habidas y por haber se encuentran en este lugar; pero una cosa me queda clara, no dejare que consuma droga. Roxy se pondría furiosa se da cuenta que voy a lugares como este sin ella; pero en este momento no me importa.
Nos abrimos lugar, apartando a toda costa los cuerpos sudados que se encuentran bloquiando la pasada del bar.
        Una mano se posa en mi muñeca impidiendome avanzar más. Me volteo con brusquedad para encarar al idiota que quiera propasarse.

-No camines tan rápido.- el chico de ojos verdes y nombre desconocido habla con la respiración acelerada.

Seguimos nuestro camino hasta la barra para pedir unas bebidas; estoy tentada a pedir leche o una limonada ya que yo no bebo, pero me detengo a pensar de que si pido un vaso de leche, voy a parecer una niña de mami, sin embargo, si pido la limonada, también voy a preces estúpida por venir a un bar, solo por una limonada.
Mi acompañante no a pronunciado palabra alguna desde que me tomo por la muñeca; eso me preocupa, ya que desde que salimos del instituto, no paraba de hablar, pero ahora, es todo lo contrario. Sus ojos están puestos en un punto que no soy capaz de ver con claridad, su ceño esta ligeramente fruncido, y su cuerpo está tenso.

- ¿te encuentras bien?.- lo jalo sin agresividad por el antebrazo.

- si..... es solo que.- el mismo se interrumpe y se queda pensando .- no vengo muy seguido a estos lugares.- miente, se que esta mintiendo por la forma en que su mirada pasa de mi a un lugar a mis espaldas. Pero decido pasarlo por alto. Sigo mi camino decidida para llegar a la barra, sin importarme saber si el chico ojiverde viene detrás; mi mirada viajaba de un lugar a otro, sin darme cuenta que enfrente tenia a una chica observandome detenidamente. Creo que era a mí, o al chico que se encontraba atrás. Era muy bonita, debo admitir. Pero era demasiado plástica: Sus pechos parecían dos globos a punto de explotar, su pelo teñido de rubio y planchado daba la impresión de ser una peluca, sus piernas demasiado bronceadas, y el maquillaje en exceso la hacia ver como alguien que necesitaba un circo para trabajar.

-¿se te perdió algo?.- no pude evitar sonar fastidiada, ya que ese era mi tono habitual.

-No estoy aqui por tí, niña rara.- dijo no sin antes darme una mirada cargada de asco.- estoy aqui por él.- dirijo mi mirada hacia donde sea que esta apuntando con su dedo índice. Mis puños se cierran fuertemente y contengo las ganas de arrastrarla lejos.

- Viene conmigo.- digo casi de inmediato.

Su sonrisa sarcástica me hace más difícil poder controlarme, se está burlando me mi. Piensa que un chico como el nunca vendría con alguien como yo; y eso, en cierta parte hace que me sienta melancólica. Sé que no soy una chica perfecta, pero vamos!, yo sé que tengo lo mio, no necesito que una chica plástica venga a burlarse de mi forma de vestir o peinar. Quiero gritarle que por lo menos, yo no necesito hacerme cirugías para sentirme bien conmigo misma, porque para mi, las chicas que se ponen implantes, eso es lo que buscan, sentirse bien con ellas mismas.
      Siento que está escena ya la he vivido, y creo que esa es la razón por la cual estoy tan furiosa. Esto me hace recordar al chico del que alguna vez me enamore perdidamente, y que resulto, ser todo un engaño. Las personas nos miraban como que no lo pudieran creer, un chico tan guapo con él con alguien como yo; pues no los culpo, yo tampoco lo entendía, hasta que un día se me acerco un chico y me dijo que todo eso, el lo hacía por dinero. Esa fue la gota que derramó el vaso, pues estalle de la furia y fui hacia él para estrellarle una botella de Vodka en la cabeza; ¿De donde había salido la botella? No lo sé, simplemente se que se la estrelle y luego patie sus bolas, tan duro que fue a parar al hospital.

VanessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora