Said

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Said.

No era la primera vez que mi padre me devolvía a la vida.
Ni la segunda.

La primera vez que morí fue a causa de una bala perdida; estaba en medio de un tiroteo, eran mis hombres contra los de un tipo que se creía lo suficientemente duro como para desafiar a mi padre, así que quiso tendernos una trampa. Se trataba de una simple entrega, era dinero lavado a cambio de mercancía, narcóticos, que ellos venderían a un muy alto precio en lugares que a nosotros poco nos importaba. Fue una emboscada, una masacre para mis hombres, no quedó ninguno. La bala entró por mi ojo y se quedó atorada en la parte interna de mi cráneo pero lo más patético de la historia es que esa bala era de uno de mis hombres; tan mal estuvo la situación que nadie pudo ver para donde dirigía sus balas.
Mi padre fue a recoger mi cuerpo para después hacer su ritual de resurrección; en lo que antes tenía un bello ojo humano ahora había uno de alguna maldita serpiente, sí, veía mejor, pero dañaba mucho mi maldita imagen. Era un fenómeno, y uno no puede implantar miedo siendo un fenómeno, por ello necesitaba algo más, y mi padre lo sabía. decidió que no había problema con otorgarme algo especial, en fin, yo era su único hijo y si único hombre que nunca lo traicionaría; lo que me dio fue el poder de tele-transportarme, con ello podría implantar todo el miedo del mundo en cualquiera que quisiera revelarse contra mi padre.
Con ello mataría a Rohsck.
He trabajado para mi padre desde siempre, sin importar el puesto o el trato que recibiera, siempre le he sido y le seré fiel, no hay nada que pueda cambiar eso, ni siquiera hacer que yo lo piense por un momento. Soy hijo de una prostituta y él, un bastardo, pero aún así el dice quererme, dice que soy el único ser en quien confía. Aunque algunas veces he escuchado a otras personas decir que solo soy un arma para él, porque, teniéndome a mí, él no tiene que ensuciarse las manos con la sangre de nadie, pero eso lo dicen por pura envidia.

Cuando me enfrenté a Rohsck en verdad creí tener la pelea ganada, el tipo estaba realmente muerto, pero, de un momento a otro, había recuperado toda su fuerza y más; solo así porque sí. En verdad fue molesto. Él maldito me destrozó totalmente y mi padre no encontró otra manera de rehacerme más que usando más partes de cuerpos animales y humanos. Una autentica bestia, diría yo

El maldito jefe Reah fue fácil de vencer, pero tenía demasiados amigos que le ayudaron a derrotarme, los malditos me decapitaron y después dejaron mi cabeza en un congelador.
Un gran error.
Mi padre, Seth, me encontró sin mucho problema, pues resultaron ser bastante predecibles. De nuevo me revivió.

Luego de que me dio aquél cuerpo que tenía piernas de toro se propuso a reconstruir mi antiguo cuerpo, que si era humano. Dice que no fue fácil, Rohsck había hecho que mis huesos se salieran de mi piel, desagarrando su consistencia, pero eso no era lo difícil, unas cuantas costuras y estaría todo listo. Lo único que no tenía remedio era mi cabeza, que se tubo que quedar con esa mitad de pantera.
Que asco...
De nuevo tengo la habilidad de tele-transportarme de un lugar a otro en segundos, y mi cuerpo, como ya no está nada vivo, ahora presentará mucha más resistencia; antes de que caiga tendrán que partirme en dos, y aún así seguiré vivo, básicamente, porque solo soy un cuerpo muerto con voluntad propia.
Seré una verdadera molestia.

Seth me dijo que Rohsck había escapado, durante el día, junto a la chica, la que yo mandé secuestrar el mismo día, antes de que él me matase, es un maldito. Ahora lo busco a él y a Zack Reah junto con sus amigos que se creen héroes, o lo que quede de ellos.

Los destrozaré a todos.

Sin HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora