CAPITULO 29. LUCHANDO

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Nota aclaratoria: Acordaros que es un borrador, que se volverá a revisar cuando se publique la novela completa.

ADVERTENCIA: En esta novela aparecen escenas sexuales explícitas H/H. El libro es SOLO para adultos. Puede vulnerar la sensibilidad de algunos lectores. Los que no estén dentro de estas normas, abstenerse de seguir leyendo. Gracias.


Todos los derechos reservados. All rights reserved.


He tenido tres episodios de abstinencia por las drogas, una de ellas fue realmente mala y Ryan me encontró en la habitación de hotel estirado al lado de la cama, inconsciente. Me ayudó y me llevó al hospital. Su primera llamada fue para Evan. Sé que entre ellos se está estableciendo una relación de amistad pero estoy celoso como el infierno. Tal vez no debería sentirme así pero no puedo evitarlo. Todavía no hemos preparado los documentos para su adopción pero, ¿y si al final no quiere que sea su padre y prefiere a su padre biológico? En el fondo lo entiendo, pero mi corazón no quiere entender. Evan ha querido hablar conmigo varias veces, pero no le he dejado. Un día me encontré con él por la calle, pero lo esquivé diciéndole que llegaba tarde a una cita. ¿Qué cita? Era una visita con el médico.

En cuanto a Sam, me ha dejado tranquilo. Desde que me dejó en la habitación de hotel, no le he vuelto a ver. Ryan me ha dicho que sí lo ha visto, y que le comunicó que iba a seguir con su vida, porque no quería encontrarse así como estaba. Anne también me dijo que lo había visto salir de una discoteca. En un principio me enfadé porque me dije que no tenía derecho a divertirse estando yo todavía así, pero luego me di cuenta que no tenía sentido que pensara así, ya que yo le había expulsado de mi vida, por tanto, podía hacer lo que quisiera.

Y Ryan está muy raro. Cada vez viene menos a verme, y en cuanto le pregunto qué es lo que hace, me dice que "está por ahí con sus amigos". Le pregunté por Jim pero se quedó pensativo y esquivó la pregunta.

Ahora estoy paseando por la ciudad, mirando las luces que han puesto para la llegada de la Navidad. Estoy triste por las fechas, por todo. Creo que diviso a Ryan desde lejos. ¿Es él? Pues se está dando un chupetón en toda la boca con alguien. Me paro delante de un escaparate porque si continuo, le voy a alcanzar y no quiero que piense que le estoy vigilando. ¿Desde cuándo se ve con alguien? ¿Y por qué no me lo ha dicho?

Entonces me paralizo cuando logro divisar de quién se trata. Voy hacia allí guiado por mis pies que son imposibles de parar y los separo de un manotazo.

- ¿Qué cojones estás haciendo? -Le grito a Ryan.

- Papá... - dice todo sorprendido.

- ¿Sabes quién es este? ¿Lo sabes? - Le pregunto todavía gritando-. Te vas para casa ya.

Entonces me mira con odio y se acerca a mí hasta encararse.

- ¿Qué casa? ¿Eh, qué casa? - Me pregunta.

- Vete al centro, ya -le digo con rabia.

- Perdone, pero Ryan y yo estamos enamorados - oigo una voz al lado de Ryan. No me he dado cuenta de que el tío aquel todavía estaba allí.

- ¿Enamorados? ¿Enamorados? ¡Ja! ¿Le has dicho que eres uno de los hombres de Johnson? ¿Se lo has dicho? ¿Le has dicho que eres un cabrón, que da palizas, un violador? ¿Se lo has dicho? -le digo enfrentándome a él.

- ¡Yo no soy nada de eso! -me grita en la cara.

- Dile, dile, que no estabas con Johnson -le digo otra vez.

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