Kim MinSeok era Xiumin. Era un bailarín. Era un cantante. Era una preciosa sonrisa de roedor. Era un juego de abdominales perfectos e infartantes. Era el sueño de cada adolescente hormonal que conociera a Exo. Kim MinSeok era una fantasía, un idilio de imágenes difusas que se perdían en vuelos y llamadas ignoradas, en deseos y discusiones abandonadas por sus participantes. Kim MinSeok era una mentira y, tal vez, ni siquiera existía.
Luhan, por otra parte, era ojos brillantes y una voz celestial capaz de callar a los ángeles. Las risas de la inocencia en un cuerpo adulto hecho para el pecado, específicamente para el pecado de Kim MinSeok, quien tardó años en ser apresado por ese cazador furtivo que fingía inocencia con ojos de ciervo.
No había mejor forma de describir su relación que una caza de dos años sin descanso. O tal vez fue más tiempo, o menos. MinSeok nunca podría decir cuánto tiempo fue que jugaron aquel juego cruel que terminó metiéndosele bajo la piel, porque nunca tuvo la más remota idea de cuándo comenzó a sentirse de forma diferente... de cuándo Luhan lo hizo sentir de forma diferente.
Tal vez nunca debió pedirle a Luhan que lo ayudara con sus habilidades vocales. Tal vez nunca se debió permitir el ayudarle con su baile. Tal vez nunca debieron compartir habitación, ni una conversación o el aire, porque todo acabó mutando a otros tipo de habilidades vocales, a otros tipos de bailes y, definitivamente, a otra forma de compartir el aire.
No, Kim MinSeok no sentía nada por Luhan, así como Luhan no sentía nada por él, al menos eso se repetía cada noche, cuando envolvía al menor entre sus brazos y lo estrujaba contra su cuerpo para no permitirle escapar, porque no soportaba la idea de que esa parte de sí mismo que siempre estuvo dormida, despertara y lo destruyera.
Es que el amor para MinSseok era una fantasía, la trama de una película estúpida y un juego infantil sin sentido. Un juego, únicamente, uno donde él era tanto la presa como el cazador. Un juego donde no pudo ver las trampas de su contrincante. Un juego que perdió como el animal que corre directo a la trampa y acaba enjaulado en una prisión de la que no podía escapar... o tal vez no quería escapar.
Porque Kim MinSeok se había enamorado y era, tal vez, un poco tarde para decirlo en voz alta.
Porque darse cuenta de que estaba enamorado fue una proeza de magnitud titánica. Darse cuenta de que esas cosquillas incómodas, el vacío en el pecho y los nudos en la garganta eran parte de eso que la gente solía llamar, de forma vulgar, amor, fue casi como ir en contra de su propia naturaleza.
¿Qué sabía él del amor antes de sentirlo? Sí, cantaba canciones. Sí, leía libros. Y sí, veía películas cuyo tema central era eso, pero no lo entendía, porque sus canciones eran emotivas y dulces, relataban historias hermosas sobre personas entregándose en cuerpo y alma. Y todo eso que él estaba sintiendo no se asemejaba en lo más mínimo a toda esa basura.
Porque no era bonito, no sabía dulce como el chocolate. No era cálido, ni siquiera un poco agradable. Era duro y sucio, obsceno y doloroso. Era un anhelo que se instalaba en su garganta cada vez que encendía el televisor y las noticias se repetían una y otra vez. Era abandono. Era dolor.
Y Kim MinSeok no tenía idea de que el amor podía doler tanto. O que podía volverse odio u obsesión. O que nunca acabaría y lo consumiría hasta dejarlo en los huesos, hasta verlo rogar por eso que él mismo, con tanta vehemencia, se negó.
Pero no era adivino, ¿cómo se suponía que debía saber que amaba a Luhan? ¿Qué tenía el ciervo de especial, después de todo? ¿Fue por sus ojos brillantes? ¿Su piel suave y cálida? ¿Su dulce aroma a menta que nunca fue realmente dulce? Luhan no había sido diferente al resto de personas en su vida, era solo una fanática loca más, una que se le había metido entre los huesos y los órganos. Luhan luchó tanto por él que, cuando lo tuvo, se aseguró de nunca permitirle marcharse, ¿debía llorar por eso o sentirse orgulloso del chino y su efectiva insistencia?
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Amour [XiuHan]
FanficOne Shot "- ¿Qué crees que es el amor, hyung? -preguntó Luhan mientras se estaban preparando para volver con Overdose y todos se cuestionaban por qué las canciones siempre debían tratarse de amor, si ninguno de ellos estaba enamorado. - El amor es...