serendipia

2K 326 18
                                    

Gris.

Para Hansol todo era gris ese día.

Su madre había recibido una llamada temprano. En ella indicaban que el padre de Hansol, un militar de alto rango en el ejército, había recibido una bala en la cabeza mientras cumplía con sus tareas administrativas. Al parecer un terrorista lo había reconocido y decidió terminar con su vida en la noche y el cadáver fue descubierto apenas hace unas horas debido al olor.

Hansol sintió cómo su corazón se rompía al ver a su madre llorar luego de recibir la noticia, sintiéndose tan débil e impotente que sólo pudo correr a abrazarla mientras él y su hermana -aún muy pequeña para entenderlo todo- rompían en llanto.

¿Hay algo peor que esto?, se preguntaba.

Su padre literalmente había dado todo por ellos y ahora... ahora sólo les quedaba esperar a ver sus restos en el cajón y tener que soportar a extraños diciendo cuánto lo sentían. No tenían idea de lo que se sentía, se dijo, pero él tampoco estaba muy seguro de ello.

Ese día se fue a dormir con su hermana, contándole alguna historia para hacerla dormir y sin él mismo poder hacerlo por estar imaginándose la escena del crimen. Miles de posibles escenarios pasaban por su mente, él quería haber irrumpido en ellas, haber cambiado la dirección de la bala, haber salvado a su padre gracias a algún tipo de poder sobrehumano...

Lamentablemente no pudo hacer nada.

Al otro día ni siquiera podía mantenerse de pie. Sus ojos se cerraban por completo, sumándole a ello el dolor en su pecho que le impedía dejar de llorar.

"Madre dice que te ves muy triste y debería venir a hablar contigo para distraerte o algo." habló un chico de grandes mejillas, un poco más bajo que él; Hansol le fulminó con la mirada, con muchos sentimientos diferentes floreciendo en su pecho. "Mi nombre es Boo Seungkwan, mi padre era amigo del tuyo y... no me mires con esa cara, por Dios. Quiero ayudarte, no te voy a matar ni nada."

"No... no necesito tu ayuda," dijo luego de una pausa. "soy Choi Hansol... supongo que es un gusto, Boo Seungkwan."

El mayor sonrió mostrando los dientes, al menos había logrado que el castaño dejara de llorar.

Siguieron mirandose unos minutos -que a Hansol le parecieron eternos- y el castaño se volvió hacia su madre. Al parecer le estaba hablando hacía un rato.

"Necesito que cargues a Sophia, ¿si? Tengo que ir a... atender algunos asuntos. La madre de Seungkwan dijo que podría llevarte a su casa así que..." Ella mordió su labio mientras le entregaba a la niña. Hansol la acunó entre sus brazos, su cabeza pegada al pecho del castaño.

Su madre besó su frente y la de su hermana con mucho cuidado y cariño.

¿Por qué Hansol sentía que no la iba a volver a ver? Rezó a todos los Dioses que conocía porque de verdad no fuera así, pero al verla alejarse de esa manera...

Rompió en llanto otra vez.

Los brazos de Seungkwan se engancharon en su cuello, estaba abrazándole con sumo cuidado para no aplastar a la niña. Hansol se dejó abrazar y no opuso resistencia.

Se quería morir ahí mismo.

serendipity ➧ verkwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora