Desperté lentamente, pero tan pronto como lo hice ya estaba totalmente despierta, de alguna manera sabía dónde estaba. Sólo que la ubicación no tenía mucho sentido.
"¿James?" Mi voz sonaba extraña.
"¿Sí?" él dijo.
"James, estoy en tu cama?" Pregunté. Porque sabía que lo estaba, de alguna extraña manera esta segura de eso. Algo sobre el olor de la habitación, la sensación de ella. Este era su territorio privado, su santuario. Y yo estaba en el. Estaba segura, sin embargo, no entendía por qué.
"Lo estas", dijo, como si fuera lo mas normal de el mundo.
No dije nada, sin saber qué decir o hacer. James seguía mirándome, mantuvo sus ojos verdes sobre mí, parecía que estaba esperado a que yo desapareciera en el aire.
Me preguntaba si esta era la oportunidad que había estado esperando, la oportunidad de conseguir un poco de tiempo con él. Sin embargo, tenia un poco de miedo de hacer algo más que sentarme. ¿Que tal si volvía al ser frío e indiferente cuando se diera cuenta de que ya no tenia dolor? Ya no me dolía nada. Me sentía viva, demasiado despierta.
"¿Puedo hacerte una pregunta?" Pregunté tentativamente.
"Puedes preguntar," James dijo, su voz sonaba débil. Como si estuviera muy distraído para mantener su perfecto acento inglés. "Pero no te garantizo una respuesta."
Respire profundamente, e intente pensar en una pregunta, aparte de las obvias que eran sobre porque era tan frío conmigo, que le había pasado. Y como estaba segura de que no iba a contestar esas, pensé en su acento, y como sabia hablar la lengua antigua.
"¿Cuando naciste?"
El se encogió de hombros. "Hace mucho"
"¿Hace cuanto?"
Encogió los hombros de nuevo. "Mis padres se encontraron hace trescientos años, yo nací en 1802, casi un siglo después. Suena extraño pero la pareja de un guerrero vive todo lo que la manada viva, eso sino esta herida. Usualmente viven mucho, otras se suicidan si su pareja muere. Comoquiera viven mucho, tu vivirás mucho." Paso su mano por su cabello. "Aunque debí haberte dicho esto antes de que te nos unieras. De todos modos, gracias a la larga vida de las mujeres en las manadas de guerreros, las manadas no son tan fértiles, por lo cual tomo tiempo que yo naciera."
Parpadeé, estaba sorprendida de todo lo que había compartido. El también se veía algo sorprendido. Tuve que tragarme la ráfaga de preguntas sobre como era posible que tuviera doscientos años. Parecía de veinte cinco, inclusive menos. Doscientos años..... era demasiado tiempo. Eso eran demasiadas mujeres, mucho mas hermosas, sofisticadas, mejores para el que yo. Tal vez por eso el era tan frío conmigo. El sabia que yo nunca seria así.
Asentí, "Bien." Me sente en la cama mas cerca a su silla. El no se movió. "¿Quieres preguntarme algo? Podemos, este..., tomar turnos?" Me sonrojé, como si el quisiera jugar veinte preguntas conmigo.
Paso su mano por su cabello y asintió. "¿Te duele algo?¿En este momento?"
No era la pregunta mas intima de el muno. No era sobre mis sueños o gustos. Pero al menos estaba mostrando interés. "No, nada."
"Eso es bueno," dijo. No se movía, solo me miraba.
"¿Porqué dolió?" Pregunte. "Nunca pareció que dolía cuando lo hacían en mi manada. ¿Fue porque eres un guerrero?"
"En parte. Pudo haber sido el shock de el poder de un Alfa. No lo se. Es posible que haya algún tipo de sobrecarga. Pero ahora eres como yo en rango. Nadie puede desafiar tus órdenes, que sólo son superadas por las mías.
"¿Enserio?" Pregunte algo sorprendida, aunque no había rasos para estarlo. En todas las manadas las mujeres toman el rango de su pareja. Pensaba que tal vez era diferente en manadas de guerreros. Como con la realeza, por lo que sabia, ahí las mujeres eran mas una posesión que una pareja.
Antes de encontrar a tu compañero las mujeres tienen un rango basado en el de sus padres, pero un poco mas bajo. Aunque todas tenían que obedecer a los hombres. Eso de que los hombres y las mujeres eran iguales, no formaba parte de la comunidad de hombres lobo.
"Si, puedes darles ordenes." Se acerco un poco. "Preso quise esperar para llevarte a las áreas publicas, para ordenarles que se fueran o que no te observaran, si no estoy ahí contigo. Si te hacían sentir incomoda o intentaran algo."
Alce una ceja, "¿Crees que me harían algo?"
"Son guerreros, no hay mujeres en el territorio, no hay mujeres en la manada." Dijo, y se acerco mas. La otra manada por este territorio no es muy amable con nosotros. Mis guerreros claro que pueden llevarse humanas a la cama, pero algunos de ellos no creen que las humanas valgan la pena. Otros temen hacerles daño con su fuerza. Ellos no te lastimarían, pero son guerreros, y los guerreros no son algo a lo que estés acostumbrada."
Fruncí el ceño. Estaba siendo sobre protector supongo. "Creo que entendí, pero hay una niña aquí, yo la ví."
James pareció confundido un momento, después su expresión cambió. "Lucy."
"¿Huh?"
"Ese es su nombre, el de la niña salvaje. No tiene suficiente edad, aún es una niña. No se cuenta como una mujer. Aparte no esta en la manada." James dijo, desinteresadamente.
"¿No pertenece a alguna parte? ¿Dónde están sus padres?" Le pregunté. Estaba totalmente segura de que no dejaría a mi hija en compañía de docenas de guerreros, y tal vez Lucy no tenia dieciséis, pero yo no la llamaría niña. Probablemente era una adolescente, por lo que recordaba de ella.
"Sus padres murieron. La trajimos aquí para mantenerla segura, esperando a que ella nos ayudara a encontrar a su manada," Sonrió vagamente. "Pero ella no habla, Tommy la alimenta, la viste, e intenta que hable. El es una buena persona."
Abri mi boca para preguntar algo pero el lejano su mano, deteniendo.
"Creo que es mi turno, ¿Verdad?" Asentí. "¿Porque quieres desesperadamente que alguien te amé?"
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Gracias por leer y votar.
Autora -> Alyssabrandon
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The Hard Mate (Incompleta)
WerewolfCompañero - de la palabra alma gemela - persona que es ideal para ti. Tu pareja perfecta. El que está destinado a estar contigo. Tu único y verdadero amor. El que no puede vivir sin ti. Sólo lo que sucede cuando el lobo estás destinado a estar con r...