Demonio Carmesí [Megaman X]

2- Al filo de la locura

A partir de aquí las cosas se pondrán más oscuras y confusas. Se pide un poco de discreción.
TODOS LOS PERSONAJES DE MEGAMAN X SON PROPIEDAD DE CAPCOM

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Pasó otro día, y ya había acabado con todos dentro de esas instalaciones. Una gran decepción. Todos fueron tan fáciles de eliminar, a excepción de uno que otro inepto que se creía superior sobre alguna armadura o vehículo de combate como soporte. Los destruí junto a su chatarra andante como si fueran papel.

Podía sentir como mi interior era consumido por algo ardiente mientras seguía con mi frenesí de muerte, y realmente pensaba que moriría en llamas si seguía creciendo esa sensación. Pero la satisfacción del caos siempre es un buen placebo para todo.

En cuanto termine mi masacre decidí tomarme un tiempo para respirar, sentarme y descansar; la primera vez en mi corta vida que me sentía agotado. Era buena señal, representaba la gran cantidad de diversión que tuve. Y con lo poco de cordura que recuperaba con mi aliento pude deducir que estas instalaciones eran parte del laboratorio de mi creador. Ese viejo me encerró en una sala subterránea a propósito para que no me descubrieran si era atacado. Pero eso ya no importaba, era libre y nadie podría detenerme...

Y en cuanto termine mi descanso y volví al hangar para finalmente salir al mundo exterior, me sorprendí cuando alguien la abrió por mí desde afuera. La luz del sol era tan intensa que le di la espalda hasta acostumbrarme a la iluminación. Fue allí cuando lo vi, aquel androide que jamás pensé encontrar; uno digno de mi poder y capaz de hacerme frente. Lo había deducido con solo verlo a los ojos. Era muy fuerte, y grande; el solo abría con sus manos esas enormes puertas de hierro lado a lado. Muy emocionado corrí a su encuentro, esbozando una sonrisa perversa por pensar en cientos de formas de acabar con el.

Esquivo mi puño...

Pensando que se trataba de un error por mi parte, pensando que aún me encontraba cansado de tanto frenesí por días sin parar, volví a acometer con una patada intentando arrancarle la cabeza. Y la volvió a esquivar...

No me di cuenta, pero esa patada la había hecho con tanta fuerza que cuando impactó contra la pared detrás de aquel androide, luego de esquivarlo, todo estalló. Obviamente mi pierna comenzó a molestarme por el daño que me provoque solo, pero la emoción de encontrarme con alguien que por primera vez haya sido capaz de superar mi velocidad como para esquivar mi golpes era demasiada emoción.

Intentando controlar mi poca cordura para disfrutar y recordar esta batalla, me acerqué a mi rival caminando. Por un momento lo vi sonreír, el también estaba disfrutando de este duelo, me alegro por el muerto. Luego comenzó a correr hasta mi, y yo le seguí el juego. No atacó ni una sola vez, solo se concentraba en seguir esquivando mi ráfaga de golpes asesinos que le propinaba. ¿Me estaba midiendo, burlándose de mí? Esto solo aumentaba mis ganas de acabar con el.

Sin previo aviso vi como su pierna cambio de lugar, y si no fuera por el grito de batalla que escuche de su boca al lanzar su ataque, no me habría protegido de la poderosa patada que logró propinarme. Pese a que me halla protegido con mis brazos del golpe, fue tan potente que me envió por los aires hasta estrellarme contra contenedores de aceite más lejos de allí.

"DESGRACIADO..."

Allí fue cuando volvieron a aparecer los dolores en todo mi cuerpo. Como odio esa despreciable sensación de ardor en mi interior, y la jaqueca que una vez empieza no termina hasta varias horas entrantes. Solo había una solución para esos problemas; distraerme con más caos y destrucción.