Parte única

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Pinta Labios

-Chicos, en quince minutos salen. -anunció Tamara a Luna y Matteo que esperaban su turno en el camerino para presentarse en el Open Music. Eran los últimos.

Matteo se miró por ultima vez al espejo y sonrió victorioso, el atuendo que había escogido era perfecto y se sintió orgulloso de tener buen gusto y estilo.

Luna, por su parte, estaba sentada en un rincón de la habitación con su bolso en el regazo, rebuscando en el interior con mucha desesperación.

-¿Por qué siempre se me tiene que perder u olvidar algo? -renegó en voz alta.

-¿De qué se trata esta vez? -quiso saber Matteo.

-No encuentro mi pinta labios. Juro que en la noche lo metí en mi bolso, precisamente fue lo primero que eché por miedo a olvidarlo. Soy un desastre.

-¿Es el que te regalé? -preguntó Matteo.

-No, lo compré hace tiempo y es mi favorito. -Luna siguió revolviendo dentro de su bolso.

Matteo examinó toda la habitación ayudando a su novia a buscar el pinta labios. Debían darse prisa, faltaban únicamente diez minutos.

-¡Lo encontré! -dijo Matteo poniéndose de pie- estaba en tu zapato.

-¡Ay qué alivio! Creí que lo había perdido. -Luna se acercó a Matteo dispuesta a tomar su labial de las manos del chico, pero este fue mas rápido y con un movimiento, impidió que Luna agarrara la barra de color.

Luna arqueó las cejas algo confundida.

-Matteo, dame mi pinta labios. -pidió Luna.

-No quiero -sonrió divertido.

-Matteo, dame mi pinta labios -repitió Luna aún sin entender qué le sucedía a su novio- Matteo, ya, no es divertido. Tengo que aplicarlo ahora mismo.

-Bueno, está bien.

Luna extendió su mano para que Matteo le regresase su producto, pero en su lugar, el chico fresa se giró hacia el espejo, abrió la barra y se la aplicó en los labios, dejando así a una Luna completamente descolocada. El ver a tu novio ponerse tu labial rosado no es nada normal.

-¡¿Matteo, qué rayos haces?! -Luna le arrebató el labial. Miró a este y luego a Matteo.

-Listo, ahora ven aquí. -el chico fresa tomó a Luna de la cintura, la acercó a su cuerpo y la besó.

Luna, de la sorpresa, dejó caer el pinta labios. No sabía qué hacer, Matteo le estaba besando como nunca lo había hecho, y le estaba gustando, tanto así que dejó que su novio explorase toda su cavidad con la calidez de su lengua.

Santo cielo, aquello le estaba haciendo enloquecer, ambos estaban despeinando a besos tanto amor, tropezando con todo lo que había a su alrededor hasta que la espalda de Luna topó con la puerta del camarín y al parecer no le importó tanto porque siguió correspondiendo el beso que Matteo había comenzado. No podía parar, en verdad lo estaba disfrutando mucho.

Támara giró el picaporte de la puerta y la magia se rompió, Luna y Matteo se separaron sobresaltados y fueron a esconder sus rostros sonrojados detrás del perchero que quedaba a un lado de la entrada.

-Chicos, en cinco salen. -Támara se fue luego de cerrar la puerta.

Luna miró a Matteo, este se limpiaba el labial que tenía alrededor de la boca. La chica no pudo evitar reírse.

-Si querías un beso debiste pedírmelo, no armar un show para conseguirlo. -Luna le cogió la mano, lo llevó donde estaba su bolso y sacó una toallita desmaquillante- no te muevas- Luna prosiguió a limpiarle todo el labial.

-¿Te gustó? -preguntó Matteo tímidamente.

-Juegas sucio, choco fresa.

-Luna, es en serio... E importante, anda, responde.

-Sí -admitió Luna con el rostro colorado- listo, ya quedaste.

-Ahora es mi turno- Matteo sacó otra toallita y limpió a Luna. Se dio cuenta que se le había pasado un poco la mano porque prácticamente la mitad del rostro de Luna estaba manchado de rosa- perdón, creo que arruiné todo tu maquillaje.

-Con que los ojos sigan igual no hay problema. -sonrió Luna- y ahora sí, dame mi pinta labios.

Matteo alzó la barra y se la entregó a su novia. La observó pintarse aquellos labios que seguramente le harían soñar travesuras esa noche. 

Pinta labios - Soy Luna (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora