Magi The Labyrinth Of Magic ❀ One - Shots [Pedidos Cerrados]

Solomon x Lectora

(T/N) POV

Vivir con miedo era lo único que podía hacerse si vivías en un mundo en donde los humanos son los débiles y la presa fácil. Esconderse era la única opción si no querías terminar siendo comido por aquellas horribles bestias llamadas Ogros. Espantosas criaturas gigantescas con más de un par de ojos que sin piedad nos come como si fuésemos solo alimento fácil de digerir.

- ¡MAMÁ!... ¡NO! .-Grité con la esperanza de que todo se detuviera-

- ¡(T/N), CORRE! .-Mi madre hacía lo posible para protegerme-

En momentos como esos son cuando me cuestiono si en verdad existe un dios. Por que si existiese... ¿por qué no nos ha salvado?. ¿Qué hicimos para merecer esto?, ¿qué clase de mundo es este?. Ahora que mi familia había desaparecido no me quedaba más que sobrevivir entre rocas y terribles peligros. Cuando mis padres me fueron arrebatados apenas era una niña de 5 años.

Pero...

Fue cuestión de tiempo para que del cielo descendiera una extraña masa de luz blanca, que logró deshacerse de los Ogros y con mucha facilidad nos lograra limpiar a nosotros los humanos. Todo había pasado tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de procesar lo sucedido. Todo era como un milagro hecho por... por el Dios en el que comenzaba a perder la fe. Aquella criatura que había descendido fue nombrada"Ilah" por los humanos. Y al final... los humanos gobernaron este mundo, lo cual no parecía mala idea desde el principio. Los Magos aparecieron pero debido a que querían seguir la voluntad de Dios comenzaron a usar Magos para que hicieran funcional el Bastón divino.

Es ahi en donde comienza todo...

Por mi ignorancia terminé no solo siendo una maga si no que me eligieron para ser la portadora del Bastón divino. Fui tan ignorante al pensar que era una bendición que se me fuese otorgado. No me puse a pensar en que ese maldito bastón algún día terminaría con mi vida por la gran cantidad de Magoi que consume.

Mi vida estaba al borde de acabar, mi vista estaba mas que nublada, mi cuerpo muy débil. Lamentablemente ya no podía hacer nada para detener esto. Ya no recordaba la ultima vez que estuve en compañía o cuando usé mi voz. Mis oídos alcanzaron a oír como los muros fueron derribados, y no solo eso, una misteriosa voz se hizo dar a presencia junto con otras.

- Tranquila, todo va a estar bien .-Era sin duda una voz angelical-

De alguna manera aquel Bastón Divino me fue arrebatado. Ya no había necesidad de que mi Magoi fuera drenado por lo que por fin había sido liberada. Mi cuerpo ya no pudo más y terminé dejándome caer. Esperé el doloroso contacto de mi cuerpo contra el suelo pero nunca sucedió, tan solo sentí como unos salidos brazos me rodeaban. Solté un profundo suspiro mientras comenzaba a perder la conciencia, pero antes de que eso sucediera pude oírlo a él hablarme nuevamente.

- Desde hoy eres libre... ya no sufrirás más... -A pesar de tener la vista nublada pude distinguir que en su rostro había una sonrisa-

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Abrí mis ojos de golpe mientras me incorporaba. Me encontraba en una extraña habitación sobre una cama cálida y con una tenue luz iluminando el sitio. Poco a poco me levanté y a paso lento comencé a caminar hacia la puerta. Tan pronto la abrí caminé por los amplios pasillos del desconocido lugar, miraba a mis alrededores con los ojos bien abiertos, sin duda ver tan maravilloso lugar me asombraba. Poco a poco pude escuchar un grupo de voces, pero solo una en especial pude reconocer. Era la del chico que me había salvado de morir en aquella torre.