EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS

117 8 6
                                    

Mi nombre es Mía, soy una adolescente de 16 años, de tez pálida, con ojos metal, labios un poco resecos, cabello largo y ondulado, por la humedad que retiene el aire de verano, de un color rubio ceniza y sin brillo. Soy de estatura media y delgada, parezco como las demás chicas de mi edad, pero no, ya no, no desde aquel día...
Parece que fue ayer cuando todo ocurrió pero ha pasado mucho tiempo, tanto que ni siquiera me encuentro a mí misma.

Empezaré desde el principio.
Era un caluroso día de verano, y estaba de vacaciones con mi familia en Hawái, nos encantaba ese sitio por lo exótico que era. Fuimos mis padres, mi pequeña hermana de 8 años y yo, aquella persona a la que quiero reconocer.
En la mañana de ese día decidimos que podíamos ir a ver desde altos puntos el paisaje de Hawái.

Para ir a esos sitios tuvimos que cojer el coche, era un coche grande parecido a una furgoneta, yo me sentaba detrás del conductor y la pequeña Sally a mi lado, al principio el viaje era tranquilo, estaba un poco cansada asi que decidí cerrar los ojos, mas tarde ocurrió algo con lo que no contabamos.
Todo pasó muy rápido, por lo visto un coche que iba en dirección perpendicular y muy acelerado impactó lateralmente contra nosotros, solo recuerdo sonidos de derrape y al final un fuerte estruendo.

Abrí los ojos, lo primero que ví fue una pequeña sala blanca con mucha iluminación, a mi derecha había una ventana cerrada con el marco azul marino, desde ella no podía distinguir bien lo que se veía en el exterior. Notaba un viento fresco y miré al techo, en este se encontraba un bonito ventilador de aluminio dando vueltas sin parar, a mi izquierda se encontraban dos camillas con sus respectivas mesitas.
En ese momento comprendí que me encontraba en el hospital, por último me dirigí la mirada a mi delgado cuerpo cubierto por unas suaves y blancas sábanas e intenté mover las piernas, las podía mover aunque con mucha dificultad y cansancio, por culpa de haber hecho ese sobreesfuerzo, me empezó a doler la cabeza.

Más tarde empecé a oír pasos que cada vez se acercaban más y más hacia la habitación, me quedé mirando la puerta con ojos de querer respuestas. Entró una enfermera, que por lo visto se sorprendió que tuviera los ojos abiertos ya que rápidamente al verme mirándola corrió hacia el pasillo avisando al doctor, éste vino rápidamente, me estuvo revisando y me envió a observación donde me hicieron más pruebas.

Intentaba preguntarles lo que pasaba, que por qué nadie me decía nada, y que dónde estaba mi familia después de lo ocurrido, pero no podía hablar, apenas me salía un hilo de voz, tenía tantas cosas que preguntar y no podía pronunciar ni una sola frase con cordura y claridad. Me volvieron a llevar a la habitación en la que estaba y mientras me colocaban ví que tras la pequeña ventana de marco azul habían edificios, no lo entendia, yo estaba de vacaciones en Hawái con mi familia.

Tras unos minutos mirando al techo intentando responder a mis preguntas, entraron por la puerta un hombre alto, junto a una mujer bastante bella, parecían ser un matrimonio. El doctor venía tras ellos me explicó que eran familiares míos, después dijo que tenía trabajo que hacer y se fué tras sus pasos, ellos se me quedaron mirando y susurraron algo que no llegué a oír. Se sentaron en unas sillas que estaban frente a mí, esperaba que ellos respondieran a mis tantas preguntas, pero casi hubiera preferido que no vinieran, para no tener que escuchar eso.

Ella me dijo que me tranquilizara que ahora todo iría bien que ya estaba fuera de peligro, yo esperé a que acabaran de hablar porque no entendia que me querían decir, él prosiguió diciéndo que habían sido unos años difíciles para todos, entonces pronunció aquellas frases que me hicieron helar la sangre y desear no haber abierto los ojos:

-Mía has estado en coma durante 8 largos años, sufriste un accidente de tráfico en Hawái con tan solo 8 añitos, y resultaste gravemente herida, con el impacto te diste un fuerte golpe en la cabeza y éste te afecto al cerebro que te dejó en estado vegetal.

-Y tus padres... L-lo sentimos mm- mucho *la mujer empezó a sollozar*... tus padres fallecieron en el acto, unos días después organizamos un honrado funeral.
...
...
Estaba en shock... sin darme cuenta empezé a ver borroso, mis ojos escocian, noté como mí nariz empezaba rápidamente a taponarse, y de repente unas lágrimas se escurrían por mis mejillas hasta llegar a las sábanas, aquellas bonitas sábanas blancas que estaba manchando con mí desconcierto.
Solo se me ocurrió preguntar que le había pasado a mi hermana pequeña, a lo que ellos me respondieron:

-Cielo, nunca has tenido una hermana pequeña, siempre has sido hija única.

Me quedé callada, con la mirada perdida sumergida en mis pensamientos. Si había tenido el accidente con 8 y estuve en coma durante 8 años más... significa que ahora tenía 16, entonces toda la vida que recuerdo haber tenido hasta esa edad ¿era mentira?. ¿Todo había sido un sueño, fruto de mi imaginación?
¿Entonces quiénes habían sido mis verdaderos padres, mis verdaderos amigos, que vida tuve en realidad?
¿He vivido todo este tiempo encerrada en un maldito sueño falso?, y por qué despertar ahora, debería empezar a vivír mi realidad o volver a cerrar los ojos?

El tiempo de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora