Prólogo

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Miré hacia Alex y me sorprendí al no verlo igual de feliz que siempre. Era risueño, a pesar de su tremenda y estúpida timidez. O al menos eso pienso yo. Sí, pienso.

- Toc toc.- Se escuchó a la madre de Alex fuera del cuarto
- ¿Qué ocurre, mamá? 

Su voz desanimada y teñida de melancolía me hizo estremecer.

- Ya, hijo, por favor. Al menos ven con nosotros.
- No. No me gusta ir dónde la tía Susie, aparte su hija, Clarisse, me molesta demasiado.
- Es porque le agradas.
- A mi no ella, es... extraña.- hizo una mueca de repulsión mientras se incorporaba
- Alex, no hables así... ¡Es solo un niña!
- Niña de 15 años. Yo tengo 17, no es tanta la diferencia; sería bueno que madurara un poco.
- Aún no cumples 17.- se rió Mamá
- Solo queda una semana.
- Una semana que pasarás solo si no vas con nosotros.
- ¡Detesto el campo, mamá! ¿Cuándo lo entenderás?- soltó un rugido 

Mamá lo miró asustada y decepcionada... ¿Cuándo su hijo había crecido tanto? Yo había visto crecer otras cosas en él, pero no a él. 
Mamá miró el piso, se levantó de la cama y lo miró una última vez antes de salir por la puerta.

- Mamá...- vociferó Alex- solo... ya váyanse.

Y Mamá cerró la puerta. Al día siguiente ellos ya no estaban.

Alex es un estúpido, al igual que su timidez.

La collina sotto le lucciole (Libro en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora