T r e s

926 62 1
                                    

Pd: Es recomendable escuchar las canciones.

Pasaron los días, las semanas se convirtieron en meses. Y mi vida, nunca dejaba de pensar en ti.

En el día; 28, volví a retomar el papel.

Amy, te volví a escribir.

Cuando te bese... Oh, Amy... Lo recuerdo perfectamente.

Lo recordaba perfectamente, no sé cómo pude ser tan imbécil y tratarte así

Y recuerdo las palabras que te dije...

—No te ilusiones mi pequeña, solo lo hice... porque te tengo cariño—

Todos los días esas palabras me atormentan, se repiten una y otra vez en mi cabeza

¿Por qué era tan cobarde?, ¿Por qué si te quería te hacia eso? ¿Por qué si te quería no estaba contigo, te rompía el corazón a ti y a otra gran chica? ¿Por qué lo hacía?

Estoy pagando mis malos actos... Supongo que es eso...

Me importaba tanto tu felicidad, y me cegué tanto, que en vez de buscarla...

Solo termine de destruir lo poquito que tenías. Que cobarde era, que cobarde sigo siendo.

Ese día, ese triste día que te trate mal. No sabes lo confundido y triste que estaba, estaba perdiendo a una gran chica, y también... te estaba perdiendo a ti.

No recibí tu ayuda, porque nadie podía ayudarme... Solo yo tenía la pequeña solución del gran problema.

Y era dejarla ir, pero ya vez... como imbécil escogí mal.

Me preocupe tanto por ti cuando no te veía, de todos modos sabía que estabas mal. Pero yo, yo estaba mucho peor.

No rompiste nada Amy, uno no puede romper lo que ya está roto. No podías arruinarlo más, yo lo termine de arruinar. Y como cobarde que soy, te culpe a ti. No sabes cuánto me duele eso.

Para tratar de remediar mi mega error, te invite a salir. Y esa noche fue inolvidable.
Y te fui a buscar, andabas con ese vestido azul que resaltaba tantos tus ojos. Y supe que ellos alumbraban toda la ciudad aunque no hubiera electricidad eres mi luz, eres y serás.




Pasaron los días y me ignorabas así que sin insistir más trate de hacerlo yo también.

Amy, yo si te amé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora