❁ Esta es solo la primera parte. ❁
El chico castaño llevaba una camiseta de su respectivo novio, dos tallas más grande, y nada más que un par de ajustados boxers color burdeo, los cuales resaltaban extravagantemente el perfecto y torneado trasero que cargaba consigo. Louis se relamió los labios mientras que tomaba el sesto de ropa sucia y lo comenzaba a llenar con prendas, las cuales yacían en el suelo.
Tenía el ceño fruncido y el cabello un poco revuelto por dormir tantas horas, sus piernas y muslos voluminosos se deslizaron con elegancia, hasta el cuarto de lavado, donde se puso de cuclillas frente a la moderna lavadora automática.
Si Harry hubiera visto aquella escena lo más probable es que ya estuvieran follando en aquel momento, sus dulces y algo rosadas rodillas flexionadas y sus piernas abiertas. Los músculos de sus muslos tensos ante el arqueamiento de sus piernas. Su trasero siendo expuesto, tan redondo y bien trabajado, algo perfecto.
Finalmente él chico cargó la lavadora con la primera pila de ropa, para luego aplicar el jabón correspondiente y algo de suavizante. La verdad no sabía que hacía, normalmente él era quien se acostaba en la cama a ver televisión mientras su lindo novio hacía los quehaceres.
Cerró la pequeña puerta circular y aseguro esta misma, para presionar con sus delicados dedos 'Iniciar lavado'. Reguló como es debido la potencia,y el ruido inicial de la maquina le aseguró que todo iba bien. No había nada más que hacer, tan solo lavar la ropa y era un deber que debía cumplir, no solo para complacer a su novio, si no por necesidad propia, por lo que esperar más de 20 minutos hasta que la primera carga se lavara, era todo un tema.
Finalmente se cruzó de brazos, y dándole la espalda a la máquina decidió apoyarse en esta. El ojiazul dejó escapar un inesperado gemido de sorpresa al sentir las vibraciones de la lavadora acariciar y estimular su piel semi-desnuda en la zona de su trasero. Se alejo apenas unos centímetros para observar lo que le había causado unos finitos segundos de algo que se asimiló a placer.
Lentamente volvió a apoyarse. La maquina aún manteniendo sus movimientos volvió a deleitarlo con zumbidos y oscilaciones. El dejó que sus parpados se cerraran con delicadeza, mientras sus manos comenzaron a ceder, descansando a cada costado de la máquina.
Cada vez más a gusto con cada sensación sobre su piel, estiró sus piernas y se paró sobre la punta de sus pies para finalmente sobre la lavadora. Alzo su mirada al techo y sus labios se entreabrieron, liberando al placer en su más puro estado, un gutural gemido.
La trepidación del artefacto le hacia maldecir a cada segundo se sentía tan bien, joder. En especial cuando se inclinaba hacia adelante y sus testículos lograban tocar la base de la maquina. Allí lograba sentir un firme cosquilleo en todo su cuerpo, el cual provocaba que su espalda se arqueara. Y sus gemidos se volvieran ciertamente agudos.
El comenzaba a sentir los espasmos del intenso regocijo. Sus mejillas se teñían color rosa y su labio inferior era aprisionado con gravedad entre sus dientes, a medida que el éxtasis se apoderaba de su cuerpo, consumiéndolo entre el calor. Sus pestañas revoloteaban a cada segundo y se sentía cada vez más cerca.
Mierda, mierda. –Susurraba, mientras que con su mano decidía estimular la punta de su glande por sobre su ropa interior. Sus muslos temblaban ante las vibraciones de la maquina y a su vez, del placer que sentía. Su respiración se hacia dificultosa y mordía su labio inferior completamente poseído por lo que sería un bestial orgasmo.
Pero la maquina se detuvo indicándole a Louis que la ropa ya estaba lavada y que su preciado clímax había sido arruinado..
❁ Lo acabaré pronto. ❁
Creditos : Lou T. Sweetie II