Kim Hyeri.
Estaba nuevamente en el calor de mi habitación, sentada en la cama.
Sola. Estática.
Recordaba claramente el cariño y el calor que me había transmitido. Cómo en un suspiro se deshizo de mis frustraciones y me devolvió las cosquillas que yo solía sentir por él. Cosquillas que no habían muerto, habían sido desplazadas por el dolor que sentía. Porque él ya tenía dueña, y yo no era la privilegiada. Recordaba la cara de mis amigas, podía leer sus pensamientos en sus ojos, prácticamente todos cristalinos por el gran evento que había ocurrido.
Hyeri, "la llorona", se abrió a alguien, luego de mucho tiempo.
Ailee no estaba nada feliz. Mi preceptor había visto la escena sin decir palabra, ni interrumpir a pesar de que las muestras excesivas de cariño estuvieran prohibidas en el colegio. Todo el mundo parecía tener algo que decir al respecto, pero yo estaba demasiado perdida en Jungkook y el sueño que amenazaba con cumplirse y terminar con mi decepción.
Por primera vez en mucho tiempo no me sentía mal. Intentaba alejar los malos pensamientos lo mejor posible, solo para mantener un poco de aquel descanso de la tristeza. Era como una pequeña niña a la que le habían dado el regalo que deseaba desde hace tanto tiempo.
Y así era.
Me recosté en mi cama, o más bien me desplomé. Solté un suspiro largo e intenté aclarar la mente, no quería empezar a especular, era lo último que necesitaba. Mi cara estaba completamente neutra, no sentía ganas de llorar. Pero no iba a permitirme reír tampoco, eso solo iba a ser peor. Era señal de ilusiones, y yo no podía permitirme que después de un simple abrazo, Jungkook me devolviera todas las ilusiones que yo me hacía antes de que él tuviera novia.
Mi celular vibró al lado de mi cama. Un mensaje del grupo de mis amigas, uno de tantos que yo leía pero hace tiempo había dejado de responder. Ellas sabían que yo los leía, pero que no comentaba nada al respecto. Así que no me sorprendió que fuera dirigido a mí. Aunque lo siguiente que leí me hizo sentar de un salto.
Al parecer, según Haru, Jungkook y Ailee habían discutido gravemente esa misma tarde. Todos se habían enterado cuando Ailee comenzó a soltar críticas y comentarios hacia Jungkook en todas sus redes sociales. Lo que vino a continuación me dejó sin palabras. Demasiadas emociones juntas en un día. Había pasado de sentir la depresión de siempre, a sentir aquellas ridículas mariposas en el estómago. Todo, solo por un simple chico al que quería más de lo que debía.
Jungkook dice:
Hey Hye.
¿Cómo estás?Traté de no exagerar en cuanto a los sentimientos que aquel chico me provocaba y me recordaba constantemente que tenía una novia. Podían haber discutido, pero en el fondo se querían y él solo sentía una gran lástima por mi situación.
Hyeri dice:
Hola.
Estoy bien, gracias.Me arrepentí al enviar aquel mensaje, en mi mente sonaba menos frío de lo que se podía leer. Pero era demasiado tarde, él ya estaba respondiendo.
Jungkook dice:
¿Estás en tu casa?Hyeri dice:
Sí.Jungkook dice:
Genial, estaré allí en veinte minutos.Antes de que el impacto de su mensaje me permitieran decirle que de ninguna manera podía venir a mi casa, él ya se había desconectado. Miré atónita el celular y por una milésima de segundo sentí pánico de lo que podía pasar. Para colmo, de repente la puerta de mi habitación se abrió y la cabeza de mi papá se asomó a través de ella.
-Hyeri, es noche de tacos. Iremos a la casa de los Park... ¿Estás bien hija? -Me sentí pálida y acalorada al mismo tiempo. Asentí lo más rápido que pude, para no provocar dudas. -Ok. Iremos a la casa de los Park, ¿Vienes? -La idea de visitar a nuestros amigos residentes en la otra punta de la ciudad era muy divertida, pero mi mente no podía considerar la idea pensando en el hecho de que Jungkook estaba de camino a mi casa.
-Yo... No estoy de ánimos para salir, papá. -No me costó fingir la poca emoción con la que había vivido el último par de meses, aunque me sentí verdaderamente mal cuando el rostro de mi padre se apagó.
-Está bien, no te preocupes. Entiendo. -Iba a cerrar la puerta, pero agregó: -No te duermas tarde, cuando despiertes estaremos de vuelta en casa. Y recuerda no abrirle a nadie, ¿Está bien?
-Está bien. -Asentí sin querer sonar demasiado ansiosa. Pasaron cinco tortuosos minutos más antes de que mis padres abandonaran la casa, milagrosamente. Lo siguiente fueron corridas para arreglar mi cuarto, mi ropa, mi cabello y el resto de la casa. Estúpidamente, olvidé que terminaría acalorada y agitada al terminar, al momento que el timbre sonó. Procesé lo que estaba por pasar y me calmé. Feos pensamientos llenaron mi mente, pero no lograron apagar la adrenalina que corría por mi cuerpo de tan solo pensar que él estaría detrás de esa puerta.
Al abrirle, su sonrisa fue el saludo que me proporcionó, un hermoso saludo que me hizo estar a punto de desfallecer. Pero mantuve la calma y me grité mil veces a mí misma que tenia que calmarme, repitiendo: él ya tiene novia, él ya tiene novia, él ya tiene novia. Aunque era muy difícil escucharme a mí misma cuando dijo: -Hola, Hye.
ESTÁS LEYENDO
cry ; jeongguk.
Short Story❝Jungkook quería saber el motivo por el cual hyeri lloraba todos los días.❞