Nueva gente

36 2 2
                                    

Al día siguiente, decidí salir a los patios a pasear a mi perra y de paso a conocer gente. No era muy sociable, pero necesitaba cambiar eso.
Me puse una blusa holgada y unos pants. También me puse mi suéter ligero. No hacía mucho frío.
Salí con Min, mi perra, en mis brazos. La correa enrollada en una mano. En cuanto estábamos en uno de los patios, Min brincó de mis manos y salió corriendo.
Cuando la adoptamos, mi madre me dijo "La vas a perder" y esa frase retumbó en mi cabeza. -¡¡Min!! - grité corriendo hacia ella. -¡Min!- seguí gritando constantemente. Paré para tomar aire y en un momento que no vi, Min ya no estaba. -¡No! ¡Min!- dije volviendo a correr a donde la había visto por última vez. -Where are you? - dije cansada. Pero debía evitar el inglés. -¿Dónde estás? - no tenía tiempo para preocuparme sobre mi pronunciación, pero de todas maneras lo hice bien. -Min. - susurré caminando por todos lados. Alrededor de la Unidad Habitacional, había rejas y cosas por el estilo. La cosa era que este lugar es enorme. Necesitaría ayuda, y ni loca le decía a mi mamá ni a nadie que le pudiera decir. Vi a un chico con gorro, una chamarra y un jeans. Sus manos estaban en los bolsillos del jeans y él nada más caminaba. Corrí hacia él. Por favor, pronunciación, no me falles
-Hola. - dije cuando llegué a su lado. -Hola. - me dijo extrañado. -Perdí a mi perra. ¿Me ayudas a buscarla? - él sacó su celular del bolsillo donde estaba su mano. ¿Cuántas cosas cabían ahí? -Claro. - y lo metió de nuevo. Sonreí y saqué mi celular. La foto de bloqueo era una selfie de Min y yo llegando. -Okey. Vamos a ver. - y caminamos juntos hacia donde la había visto por última vez. Él me dijo que yo fuera por la derecha y él por la izquierda. También me pidió mi número. -¿Para que? - dije con una sonrisa pícara. -Para informar. - dijo serio. Pero luego sonrió. -Y porque me caes bien. -
Después de separarnos, fui al lado de un edificio. Nada. Luego había unas escaleras hacia el estacionamiento. Por favor no. Nada. Por suerte. Después en unos jardines. Nada. En el otro patio. Nada. En los juegos de niños. Nada. En los columpios. Nada. Me reuní en donde nos quedábamos de reunir. Nada. Esto es hartante. Pasaron varios minutos y decidí llamar a... ¿Como se llamaba? ¡Y yo tampoco le dije! Rayos. Pero en fin, lo llamé. -Nada. - dije. -Pues yo no encontré nada. Definitivamente encontré algo y no nada. - un ladrido sonó del otro lado de la línea, al igual que a mis espaldas. -¡Min!- la tomé en mis brazos y le di un beso. -Where were you?- dije sin darme cuenta de que había hablado en inglés. -¿Eres extranjera?- me dijo el chico. -Epp, si. - dije dejando a Min en el suelo CON CORREA. -¿Cómo te llamas? - me preguntó mientras nos sentábamos en una banca. -Taylor. - y él me dijo -Sergio. - yo lo miré asombrada. -Que hermoso nombre. - le dije. -Gracias. - me dijo sonriendo. -¡Yeyo!- gritó una voz a nuestras espaldas. -Hola soy Fer. El amigo de aquí presente Yeyo. - sonreí. -Soy Taylor. ¿Yeyo? - Sergio me miró con ojos divertidos y contestó -Es un apodo para los Sergios. - yo hice cara de Claaaro. -Bueno, chicos, ¿que tal si vienen a mi casa? No hay nadie, sólo tú, tú, helado y yo. - dijo Fer entusiasmado. -Deja le aviso a mis padres. - dije sacando el celular. Ellos me esperaron mientras hablaban de algo. I'm going to a friend's house. Fer and Sergio. They are good people. But the important is that they are friends!!
Lo envié y les avisé que vayamos. La casa de Fer estaba en el edificio G-8. Departamento 25. Cuando entramos, se percibía un aroma de vela aromática. Durazno. Nos pidió sacarnos los zapatos para no ensuciar. Me dijo que sacara a Min al balcón. Fuimos a su habitación y nos sentamos en su cama. -Voy por el helado. - dijo y corrió fuera. -Ese es Fer. - me dijo Sergio. Reí. -Sip. - al poco tiempo, Fer apareció con un enorme balde de helado y tres enormes paletillas. -¡A comer!- dijo y nos tendió una a cada uno. Fer tomó la primera cucharada y empezó a lamerla. Después yo y luego Sergio. Al momento de volverlas a recargar, me dio asquito. -No te preocupes. - dijo Fer. -Traigo un plato. - y se fue de nuevo. -¡Gracias! - le grité. -Eres muy amable. - dije cuando llegó. Sergio rió. Fer hizo cara de Ash. -Gracias. - dijo.
Después de terminar con el helado, nos pusimos todos en la cama, con las piernas colgando y platicamos. -¿Conoces los verdaderos tacos?- preguntó Sergio. -Los de allá. - le dije. Ambos rieron. -¿Esas tostadas?-.dijeron -¿Qué tienen de malo?- dije. -No son verdaderos tacos. - dijo Sergio en lo que Fer se levantaba emocionado. -¡Tienes que probar verdaderos tacos! ¡Mole! ¡Tamales! ¡Sopes! ¡Comida!- dijo tomando mis manos y meciéndolas. Reí. -Okey. - dije y me levanté igual. También se levantó Sergio. -También tienes que tener la experiencia de pasar por nuestras calles. Saltar algún bache y caerte por un escalón mal hecho. - dijo. Yo reí de nuevo. -Y presenciar la hermosa agua verde y única de los lagos. - dijo Fer haciendo un movimiento con sus manos tipo los guías de los autobuses. Mi celular sonó. -Es mi mamá, debo volver a desempacar ropa. - dije triste. -Esta bien Taylor. Mira, ten nuestros teléfonos y direcciones. - me dio un papel Fer. Sergio me acompañó al balcón. -Adiós. - dijo Fer. Sergio me acompañó a mi casa. -Bueno, bye. - me dijo. Cuando ya iba a entrar al edificio, paré. Eran buenos chicos. -¿Y si me ayudan?- dije volteándome. Él mostró una amplia sonrisa. -Voy por Fer. - y se fue corriendo mientras yo reía. Le llamé a mi mamá. Vienen unos amigos a la casa. Me ayudaran con mi ropa. No te preocupes, ya guardé en la mañana la ropa interior. Xoxo
Tenía que acostumbrar a mi mamá al español. Al poco rato, dos cansados chicos llegaron. -Vamos.- dije y entramos al edificio. Sergio llamó el elevador. -No. Vamos por las escaleras. - dije seria. Me miraron con cara de ¿¿en serio?? Reí. -Claro que no, vamos por el ascensor. - suspiraron aliviados. Entramos y le di clic al número tres. -Edificio G-12 departamento... - dijo Fer. -30.- dije sonriendo mientras las puertas se abrían. Al entrar, los dos miraban a todos lados como en un museo. -¡Mamá!- grité. -Yes sweetheart?- me dijo desde lejos. -Mis amigos están aquí. - dije. -Coming!- respondió en lo que el sonido de tacones apresurados llegaban hacia nosotros. -Hola, chicos. Soy Jennifer. La mamá de Taylor. - les estrechó una mano. -Fer. - dijo Fer. -Sergio. - digo Sergio. Mi mamá sonrió y volvió a lo que estaba haciendo. -Vengan. - les indiqué y entramos a mi cuarto. Dejé a Min suelta y fue directo con mi mamá. -Traeme esa maleta. - dije señalando una azul. Fer lo hizo. La abrieron y ropa salió disparada. Cerré la puerta. Reí al verlos. Sergio estaba en una blusa y una chamarra y Fer en un pantalón y una gorra. Rieron también. Empezamos a acomodarla y ellos modelaban con la ropa puesta. Me dolieron las costillas de reír cuando Sergio se puso mi vestido de playa. -Esto está muy abierto, ¿no?- dijo con la ceja levantada. -Tal vez porque está al revés. - dije riendo. Fue muy divertido. Cuando terminamos nos sentamos en la alfombra. -Demasiada ropa. - dijeron al unísono. Yo reí. -Bueno, me debo de ir. - dijo Sergio muy desilusionado mirando la hora. -Bye Taylor, Bye Fer. Los veo luego. - dijo y salió de la habitación. -Tenemos escuela mañana. - me informó Fer. -Yo igual. Voy en una aquí cerca. Nuevo Reino. - dije. Sus ojos iluminaron emoción y su enorme sonrisa era del tamaño de todo el cuarto. -¡Nosotros igual! - me dijo mientras se abalanzaba en mi con un abrazo. Caímos y fuimos directo al piso. Él quedó encima de mi y fue muy extraño. Se levantó rápido y me sonrió. -Bye Taylor. - me dijo mientras se iba de la habitación. -Bye. -

Un Viaje A La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora