Nueva vida

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El avión aterrizó en lo que sería mi nuevo país. México. Y para ser específicos, Ciudad de México.
Salí del avión con el chicle jugueteando en mi lengua.
Los chicles te ayudan a que no se te tapen los oídos.
Salí viendo a mi alrededor. Palabras en español. Era bueno que hubiera completado las clases de español allá en Estados Unidos.
Practicaba con las palabras que estaban en los carteles. Bienvenidos. Banco. Recoge tu maleta. Cuida a los menores. Entendía todo. Y eso me enorgullecía. Poder entender todo.

Fuimos a recoger las maletas.
Mi aspecto no era tan estadounidense pero bueno, algunos se me quedaban viendo. Y yo les sonreía. De seguro parecía una loca. Nadie me iba a quitar la emoción.
Cuando mi maleta azul estaba por llegar a mí, una señora se ofreció a darme espacio para recogerla. ¿Vas a recoger? mientras se hacia a un lado. Era el momento, era el momento. Si, gracias. Dije muy feliz por mi primera frase en español a alguien mexicano.
Cuando ya nos íbamos del aeropuerto para ir al dichoso taxi, no dejaba de observar los logos y los nombres de las tiendas que al parecer vería mucho de ahí en adelante.
Salimos, cada quien con su maleta y nos acercamos a la fila de taxis. Había uno donde adentro, el taxista hablaba por teléfono muy molesto. Y sin darme siquiera cuenta, nos estábamos metiendo a su taxi. El del señor malhumorado. En algunas curvas, se notaba su enojo y en un momento en donde una camioneta casi nos pega, el claxon sonó por unos milisegundos, pero se notaba la agresión en el acto. Casi nos mata en ciertos momentos. Pero creo ser la única que se dio cuenta.

Al fin llegamos a la Unidad Habitacional. Miré el edificio de enfrente el cual sería el edificio que llamaría hogar. Patios por ahí, y algunos perros con sus dueños por allá. Era perfecto. Subimos al departamento y entramos. Anteriormente, habíamos encargado que acomodarían todo y trasladarían los muebles de mi antigua casa hasta aquí. Era extraño la confianza que se tuvo pero en fin, no se robaron nada. Dejé mi maleta en mi habitación y me senté en la cama. Hola nueva vida.

Un Viaje A La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora