El verano ya habia pasado y estaba contenta. Estabamos en el mes donde empezaba mi año tan deseado en la Militar. Por eso estaba feliz de que hubiera acabado este.
Llamada antiacuada, romantica emperdinada, e incluso tonta, se que lo era, sabia la respuesta, era patetica. Hasta la fecha, no habia encontrado a ningun chico digno de sobrepasarse al chico de la academia. Pero aqui, ya con mi dolor de trasero, Allyson, estabamos aqui en los pasillos de la academia Militar Maison Management, con una cantidad no tan sobrepasada de chicas y chicos, cada uno con sus bolsos en sus costados.
Luego llego un completo lio de chicos, lanzando risas de aqui para alla. Sin embargo, cai en la cuenta de que el estaba ahi cuando su mirada cayo en mi.
El vistazo era infinitamente mas largo que cualquier otra mirada que hubiera compartida con un chico. Nunca habia sentido esta conexion, hasta la fecha. Nunca estuve tan segura si la otra persona en el otro extremo del pasillo sintio el mismo tipo de intensidad que yo, asi que cuando el se giro para hablar con otro chico de su lado, supe que corria el riesgo de que el pensara que era una de esas chicas que cazan muchachos hermosos. No me importaba, no iba a dejar este momento marchar, la vida era corta.
Entonces llego a otro punto muerto, como si mi mirada lo estuviera congelando en su lugar el nuevamente miro hacia atras. Esta vez no se trataba de un vistazo. Fue una de esas buenas miradas de unos buenos cinco segundos en donde su ojos hicieron esa cosa estupefacta en los mios. Su sonrisa dirijida hacia mi recien empezaba cuando el chico de su lado le dio un leve empujon.
-¡Deja de mirar Jason!- grito el muchacho que estaba a su lado. -Esta demasiado buena para mi, imaginate para ti. Aparte, esta leyendo un libro, probablemente sabe lo suficiente como saber evitar tipos como tu.
Deslice mi miraba hacia Allyson que estaba escuchando musica, ajena al mundo como siempre. De lejos pude escuchar como el perseguia al pequeño insulto.
Asi que, dirigi la atencion a mi libro situado en mis manos. Si me pidieras que te dijera que pasó, no tendría ni idea de como hacerlo porque ¿la verdad? Ni siquiera lo sabía yo misma.
Me calme un poco cuando el siguio con su vida con los demàs chicos. Vi la reciprocidad en sus ojos, solo era cuestion de tiempo de ver cuando queria dejar de hacerse el guay y acercarse. Tenia todo el año.
Trate de distraerme con el libro que tenia, pero cuando me encontre leyendo el mismo parrafo por tercera vez, me di por vencida. El seguia sin mirarme, como si fuera invisible.
LLegaron unas personas que anunciaron que eran suboficiales, oficiales, generales y tropas. El general subio a un pequeño escenario que habia por la esquina. Se escucho un sonido bastante fuerte en todo la habitacion, haciendo sobresaltar a la mayoria. Se me revolvio el estomago cuando me di cuenta que era un pito y lo deberia escuchar todo el año. Cuando el general se dio cuenta que cumplio su objetivo de que todos le estubieramos mirando, comenzo su discurso.
-Cada vez que haya tanto rudio como el que hubo, tendre el honor de sonar a mi amigo.- su voz le salio autoritaria y me di cuenta que Allyson se estrimecio. -Bien, buenos dias.- el hizo un asintimiento de de cabeza y luego su cara cambio mas seria que antes. Todos se dieron cuenta de su error.
-Buenos dìas- contestaron luego de unos largos segundos. Dios, eso era vergonzoso.
-Bien, les damos la bienvenida a la Academia West Point, una de las militares mas exitosas y exigentes de USA. Este año una cantidad de mujeres que nunca antes hubo en esta academia esta aqui, un fuerte aplauso.- Se oyeron unos aplausos y distintas caras girando hacia donde estabamos la mayoria de las mujeres, mirè de reojo al Dios griego y lo que vi me impresiono. El estaba aplaudiendo con sus grandes manos, mirandome con una ceja alzada. Quite mi mirada rapidamente, pude sentir como un calor subia a mis mejillas.
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Hecho en USA.
RomanceNo importa cuán lejos vamos Quiero que todo el mundo sepa Cada noche estamos separados, todavía estoy junto a ti Sé que nunca nos separaremos Estas son las manos del destino Tocarlo es como darse cuenta que todo lo que siempre habías querido estaba...