➳Capítulo 3

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Algunos de mis compañeros asintieron, mientras otros se limitaban a escribir en sus cuadernos.

—Apoyo a Félix —Dijo Gus con una sonrisa —Ella es perfecta —Ya no sé si seguía hablando de su actuación.

—Pues ella será, tendremos que informar a Isaac y ver si está de acuerdo.—Dijo una amigo de Isaac, Alan.

—Yo me aseguraré de informarle de los hechos. Ahora el casting de hombres lo agendaremos para mañana a las 10:30. Alan tu lo organizaras. Y creo eso sería todo. —Dije poniendo mis brazos sobre la mesa y levantándome de la silla.

Caminé por los pasillos del edificio cuando me dieron ganas de comer, ya era hora de almuerzo. Salí del edificio y caminé unas calles hasta llegar a un puesto de Hamburguesas.

—Hola buenas tardes, en que le puedo ayudar —Dijo la vendedora y no se si tenía un tic o que pero estoy seguro que me guiñó el ojo.

—Solo una hamburguesa más una bebida. —Ella lo anoto rápidamente y me dio la boleta, abajo de ella habían unos números y a su lado se leía "llamame". Recibí mi pedido y comencé a caminar de vuelta. Mi cerebro me advertía de algo, tenía una sensación extraña. Minutos después pase por al lado de un bar. Ahí estaba ella se hizo un nudo en mi garganta. Un hombre la agarraba de la cintura mientras la besaba y ella ponía sus manos en su pecho alejandolo.

—Basta. —Dijo ella en un susurró inaudible. Hubiera hecho algo si no fuera por el hecho de que ayer por la noche dejó una nota en mi cocina.

"Recuerda, no hablaremos más, solo necesitaba un lugar donde quedarme. No existes para mí, solo eres el asistente del director. Gracias por el favor de todas formas.
-Hailee."

Seguí caminando ¿Habré imaginado que era ella la chica del bar?

Cuando llegué al estudio quedaba la mitad de mi hamburguesa, pero ya no tenía hambre. A las cinco ya había terminado todo el trabajo de hoy y prendí camino a mi departamento. Saqué mis llaves del bolsillo y abrí la puerta y la cerré tras de mi. Veo el sillón que miraba hacia el otro lado de la pared. Sobre el estaba la cabeza de Amber. Una cosa no calzaba en la imagen. Había otra cabeza a su lado. Me acerco sigilosamente hasta estar a un metro del sillón.

Estaban de la mano.

De la mano.

La mano.

Mano.

—¡¿Que haces violando a mi hermana?!—Grité exaltado.

—¿QUÉ HACES AQUÍ? —Dijo Amber cuando se dió vuelta.

—¡ES MI CASA! ¿Qué hace él aquí? —Dije recalcando "él". Comencé a dar vuelta al sillón para verlos a la cara, pero Amber corrió hacia mi.

—No, no te acerques.. Agh. Se. ¡Suponía que llegarías en 2 horas! —Dijo ella afligida, quizás desesperada.

El chico debía ser un imbécil ni siquiera se dignaba a dar la cara.

—¿Estás muy cómodo acaso? —Pregunté hacia el chico, cuando no respondió, pase a Amber y lo vi a la cara.

—¿Que mier...? —Musite. 

El chico, no era un chico... era un muñeco escala real de Harry Styles.

—No me hagas darte explicaciones —Dijo Amber mientras me apuntaba con el dedo índice y giraba sobre sus pies largandose. Me pregunté para que quería ella un Harry. Un escalofrío corrió mi cuerpo.

—Tranquila, prefiero no preguntar. — Dije mientras iba a la cocina.

* * *
Abrí todas las ventanas, el humo se esparcia por toda la casa, nunca más volvía a tocar una cocina, parece que no sirvo para nada.

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