Sinopsis.

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La curiosidad no solo mata al gato. También inhala el alma de una delicada, o fuerte persona, y lo hace tan fácilmente como resulta una calada caliente de un cigarrillo.

El terror psicológico no solo habita en tu cabeza; a veces sale de ella para jugar contigo.

La muerte no solamente acecha cuando tienes más de setenta años; también te persigue desde que abres los ojos por primera vez.

El miedo no le teme a nada; le temes al miedo. Porque te puede llegar a consumir tanto que deje de ti una simple mota de polvo.

La sangre no solo demuestra heridas y muertes; también nos enseña a ser más fuertes y entregarnos más.

También nos dicen que el alma muerta de una persona vuelve por algo que no ha podido hacer antes de morir; y no, a veces también nos atemorizan por pura venganza y diversión.

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