Los buenos nunca ganan,
El mundo se hizo a palizas
Todo duele, todo va demasiado deprisa
Y la ignorancia se pervierte
Lo sentido es todo engaño
Inteligencia emocional en obras
Cómo estaba antaño,
No hemos cambiado
Tan sólo se ha perdido todo
Y aún recuerdas los poemas
Y los viertes en el lodo
Como cada martes, como cada sonrisa
En las que todo paraba de ir deprisa.
Sueno a sollozo, como los golpes de un carpintero inexperto
Y mis aristas echan fuego
Viviendo en mi propio infierno
Encerrado en mis palabras
Yendo mar adentro
Sólo responde el eco
Y la brisa
Y se oye mi corazón
Later.
Mientras aún te preguntas si realmente te quería
Hoy la cerveza ya no es fría
Y nada me refleja
El gorrión se aleja
A mil kilómetros de aquí, donde el sol no quema,
¿Se pueden oír mis penas?
A mil kilómetros de aquí, donde el sol no quema
Se aguarda una odisea
Historia sin principio ni salida...
Sin ningún otro motivo que jurarlo de por vida
De sentirte cerca al acabar el día
Y evocar una sonrisa
Y lanzar todo lo malo más allá
Y pensar que nunca, nunca tendrá final
A mil kilómetros de aquí, donde el sol no quema
Se pueden oír mis penas
A mil kilómetros de aquí, donde el sol no quema
Se pueden ver mis venas
Later.
